CAPÍTULO 84.
Narra Verónica.
Me acerqué hasta llegar a él sin decir nada, un olor a
alcohol se adentró por mi fosas nasales desgarrándome, esto era espantoso, olía
fatal a droga, a bebida ¿por qué? Verlo así era doloroso, este no es mi Harry,
mi rizos, mi pequeño, ¿Qué monstruo se apoderó de él? Un dolor profundo se
apoderó de mi pecho, me quedé paralizada, lo tenía frente a mí en unas
circunstancias desastrosas, no sabía que hacer o mejor dicho tenía miedo de
hacer algo, no era así como yo esperaba que me recibiera. No pude seguir
pensando mucho más, sentí un gran peso encima de mí, Harry se me abalanzó y me
apretó con sus brazos, mis piernas dieron pasos hacía atrás para no perder el
equilibrio y caer, me quedé intacta, mis brazos se quedaron parados a ambos
lados de mi costado, inmovilizada por los suyos, sus dos brazos me
encarcelaban, su cara se escondió en mi cuello, ahora que lo tenía pegado a mí
ese olor a alcohol me ahogó, era terrible, intenté zafarme de su agarre pero
fue inútil, su cuerpo derrotado estaba descansando encima del mío, el gran
cuerpo de Harry estaba arrollándome, intenté olvidarme un poco del estado en el
que estaba y me di cuenta de que llevaba un rato abrazado a mí, proporcionándome su calor, su seguridad, quería llorar, había necesitado tanto de sus brazos, de
su calor, de su voz, de sus ojos, de su presencia, de su oxígeno, pero me
tragué las ganas de llorar, no podía verme débil ante él ya que estaba echo
polvo, era yo quién tenía que darle fuerza a él.
-Yo: Harry, Harry sueltáme.-Susurré mientras intentaba
separarme de él.
-Harry: te amo Verónica, me importa una mierda todo, no te
dejaré ir, te secuestraré para que no huyas de mí.-Dijo casi sin poder, su
lengua se trababa, no soportaba verlo así, estaba borracho y no tenía
cosciencia de lo que decía. Después de mucho forcejeo logré separarme de él,
quedó parado frente amí, observandome nuevamente como si yo no fuese real, solo
una simple alucinación. Dí un paso más hacia adelante y acerqué mi mano a su
mejilla.
-Yo: Qué has hecho styles..-Dije mientras acariciaba con
suaivdad su cara.
Las lágrimas comenzaron a caer por sus ojos, sus verdes ojos
que ahora se escondían tras una capa rojiza, mojada que los ocultaba, reaccioné
rápidamente y con mis pulgares fui retirando cada lágrima que descendía por su
piel.
-Yo: No llores pequeño-Susurré.
-Harry: Quiero casarme contigo, yo te quiero más que ami
vida, no puedes dejarme.-Volvió a decir su voz entrecortada por el consumo de
alcohol y yo suspiré, será mejor que primero lo haga volver a la vida real y
después hablemos, lo agarré del brazo y me encaminé hasta su casa, una vez en
la puerta él se paró y yo con él.
-Yo: ¿Qué haces?
-Harry: ¿Dónde me llevas? Me dejarás en mi casa y después
te irás y me quedaré solo otra vez, no quiero.-Dijo y se soltó de mi agarre.
-Yo: Vamos para dentro YA. Harry que estás descalzo, sólo
con un pantalón y asquerosamente borracho, vas a ponerte malo, vamos dentro y
no lo repito más.-Dije seria mientras me encargaba de acuchillarlo con la
mirada aunque lo único que quisiera fuera abalanzarme sobre él y abrazarlo. Él
negó con la cabeza y yo lo volví a cocer del brazo y como él estaba algo mareado logré meterlo dentro de su casa, cerré la puerta con mi pie e inspeccioné
el lugar, casa bastante grande, bonita decoración, todo al estilo de Harry. Vi un pequeño pasillo, supongo que eso me dirigía al salón o a la cocina, fui por
él con Harry cogido del brazo que no decía nada y llegué al salón dónde me
encontré una botella de alcohol tirada en la mesa completamente vacía. Voltee a
Harry y le pegué un puñetazo en el pecho.
-Yo: ¿Tú eres gilipollas?
Él no dijo nada, ni siquiera cuando le pegué, estaba como si
quisiera que lo golpease, como si quisiera que me desquitase con él. Me di la
vuelta antes de enfadarme más y cogí la botella, salí hasta llegar a la amplía cocina, tiré con
rabia la botella a la basura y volví al salón, Harry esta vez se encontraba
tirado en el sofá, cual borracho tirado en mitad de la calle, tenía ganas de
llorar, no sé porque tubo que llegar a estos extremos. Me acerqué a él y me
puse de cuclillas, con mi mano subí su cara hasta que me encontré con su rostro
lleno de lágrimas nuevamente, no pude soportarlo y me tiré encima de él y lo
abracé, lo abracé con fuerza ignorando el asco que sentía por el olor tan
desagradable a alcohol que desprendía, yo lo único que necesitaba era
abrazarlo, él pasó sus brazos por mi cintura y me apretó con fuerza, su cara
cayó en mi cuello, el que pronto se inundó por sus lágrimas, seguía llorando
sin control, yo comencé a acariciar su pelo una y otra vez.
-Harry: soy un imbécil, un inmaduro, un maldito hijo de *lo
imterrumpí*
-Yo: Eres mi imbécil.-Susurré. Él freno su llanto un momento
para oír mis palabras, sollozaba silenciosamente.
-Harry: ¿Qué has dicho?.-Murmuró.
Me separé un poco de él y terminé de secar las lágrimas que
había en sus mejillas, agarré su cara con mis manos e hice que me mirase,
aunque sus luces verdes ahora estuvieran ocultas.
-Yo: Que eres mi imbécil.-Dije segura analizando cada gesto
de su rostro.
Por un momento el tiempo se detuvo, su boca entreabierta
daba paso a su aliento para salir con libertad y terminar en mi boca, era
cálido, pero una vez más el olor alcohol estaba presente. Sus ojos hinchados me
miraban con ¿Esperanza?¿miedo?¿felicidad? esta vez ni yo misma lo sabía, me
acerqué un poco más y rocé mi nariz con la suya mientras acariciaba sus
mejillas con mis manos, él cerró los ojos disfruntando del roce y yo no me
detuve más, presioné mis labios con los suyos pero esta vez con miedo y
delicadeza, los rastreé por cada rincón, sus labios seguían tan cálidos como el
primer día, era como una sustancia adictiva de la que nunca podría separarme a
pesar de que la sustancia alcohólica se hiciera notar, anhelaba este beso más
que a mi vida. Ninguno de los dos queríamos que este beso terminase pero el
aire se nos empezaba a acabar así que tuvimos que separarnos, sé que estaba
borracho y que posiblemente mañana él no recordaría todo esto pero me dio igual,
sé que él sintió ese beso tanto como yo, sus labios me lo hicieron saber,
chocamos nuestras frentes, nuestras respiraciones agitadas se unieron, él
volvió a cerrar sus ojos y yo lo seguí, pasamos así unos segundos pero volví a
la realidad dándome cuenta del estado en el que se encontraba. Me separé de él
con cuidado y agarré su mano para que se levantase, él me siguió.
-Yo: Llévame al baño.-Ordené ya que no me conocía su casa.
Él negó con la cabeza.
-Harry: No, no quiero que me dejes.-Dijo cegado por la sustancia
ingerida.
-Yo: Harry por dios, acabemos ya con esto, o me llevas o yo
lo buscaré, igualmente lo encontraré.-Dicho esto tiré de él y busqué hasta
encontrar unas escaleras, subí por estas tirando de él que se hacía derogar
pero finalmente llegamos al segundo piso, no tenía tiempo para admirar todo el
lujo y lo hermosa que era la casa, así que fui andando hasta que me paré frente
una puerta, abrí y sin duda esta era su habitación, entré y vi que había otra
puerta, esto solo podía ser el baño, caminé y la abrí, efectivamente un gran
baño, jacuzzi, ducha y bañera, todo separado, dios mío. Me volteé y solté su
mano, fui directa al botón de sus pantalones, cuando lo quité y baje la
cremallera noté como él comenzó a reír, pero era la típica risa de ebrio, esa
que a mí me estresaba, lo ignoré y comencé a bajar sus pantalones hacía abajo,
cuando llegué a sus tobillos levante cada uno de sus pies y se los quité,
observé con detalle cada centímetro de sus piernas, perfectas, jodidamente
perfectas. Me levanté y mi vista se fue hasta sus bóxers, mordí mi labio sin
querer, esto era muy tentador. Pero Verónica que mierda dices, no es el momento
idiota.-Me gritó mi subconsciente y tenía razón, ahora no era el momento de
esto. Subí mi vista hasta su rostro, él seguía riendo, me gustaba verlo reír
pero no me gustaba como lo hacía ahora, lo hacía por el alcohol y porque se
creía que iba a violarlo aquí o algo, una pequeña risa se escapó de mi boca.
-Yo: No te voy a violar, tranquilo.-Reí.
Él con un brazo me acercó a él, su cuerpo ardiendo me
abrasaba.
-Harry: No me importaría que lo hicieras.-Dijo muy cerca de
mis labios, MUY CERCA. No Vero reacciona, esto ahora no puede pasar. Con todo
el dolor de mi corazón puse mis manos en su pecho y me separé de él.
-Yo: Quítate los calzoncillos, ahora.-Ordené.
Él volvió a reír.
-Harry: No quiero.
-Yo: O te los quitas o te los quito.
-Harry: Quítamelos.-Dijo pícaro.
Bien, sabía a lo que estaba jugando, pero no caería, mi
cabeza era más fuerte. Me acerqué y mis
dedos viajaron al elástico de sus bóxers, respiré hondo y los baje rápidamente
llegando a sus tobillos, él terminó de sacarlos. Me levanté y no pude evitar
repasarlo con la mirada, tenía delante de mí a Harry completamente desnudo.
Vero, está borracho, no es el momento.-Me repetía mi subconsciente. Tragué
saliva con fuerza y lo cogí por el brazo tirando de él hasta la ducha, cuando
lo tenía debajo del grifo, lo prendí, el agua fría comenzó a caer por su cuerpo
escultural haciéndolo aún más irresistible.
-Harry: DIOS ESTÁ HELADA.-Gritó mientras intentaba salir
pero me puse haciendo barrera para que no pudiera escapar.
-Yo: Despierta cariño, despierta.-Reí mientras él me miraba
con recelo. Pasados unos minutos corté el agua y busqué una toalla, encontré
una blanca y volví a la ducha, se la enrosqué en la cintura dejando su torso
húmedo al descubierto, sus rizos mojados caían por su frente haciéndolo
jodidamente adorable. ¿Estaría algo más centrado? ¿Sería consciente de que
estoy aquí? Él me miraba detenidamente, sus ojos estaban mejor pero sus ojeras
seguían marcadas, su cuerpo se notaba agotado. Él agarró mi brazo y me pegó a
él, mi abrigo se humedeció un poco. Por los menos ya no apestaba a alcohol.
-Harry: Eres real.-Susurró mientras analizaba cada
centímetro de mi cara, aún no se cree que esté aquí, maldito alcohol.
-Yo: Harry, a la cama ahora.-Ordené mientras me soltaba de
su agarre. Salí a su habitación con sus pasos por detrás, rebusqué por sus
cajones hasta dar con los bóxers, cogí unos negros y se los lancé, me fui al
armario y cogí una camiseta blanca de magas cortas y se la volví a lanzar,
cuando lo miré estaba con la ropa en la mano y me miraba fijamente, en su
rostro pude ver la diversión, ¿estaba disfrutando del momento? Definitivamente
odio a Harry borracho aunque verlo así me provocó una risa.
-Yo: Ponte eso y te metes en la cama.-Dije mientras volvía
al baño para coger sus jeans sucios y los bóxers, salí con ellos y Harry se
estaba poniendo la camiseta, joder que alivio, menos mal que me hizo caso.
Caminé hasta la puerta pero su
enredada voz me detuvo.
-Harry: ¿Dónde vas?¿Me vas a dejar?.-Pude notar la angustia
en su voz y eso me estremeció, parecía un auténtico niño de 6 años asustado. Me
volteé y lo encontré de pie, su mirada era triste, apagada.
-Yo: Sólo voy a llevar esto *levanté mi brazo dónde llevaba
sus jeans y los bóxers sucios* a lavar.-Sonreí.
Él soltó un puñado de aire aliviado.
-Yo: Cuando vuelva quiero que estés en la cama, ¿me
oyes?.-Advertí, él simplemente asintió.
Salí de la habitación y después de dar vueltas por su casa
llegué al lavado, allí dejé la ropa y la puse a lavar, fui a la cocina y llené
un vaso de agua, subí para arriba y cuando entré en la habitación me
sorprendió, Harry no estaba en la cama, seguía de pie y cuando me vio pude
notar como sus ojos se iluminaban ¿De verdad pensó que lo dejaría?
-Yo: ¿Por qué no estás en la cama?.-Dije acercándome a él.
Él no contestó, yo le ofrecí el vaso de agua y él lo aceptó,
se lo bebió todo bajo mi atenta mirada y después me lo dio, lo solté en la
mesita y volví hacia él. Lo tomé por la mano y lo llevé hasta la cama, quité la
cobija echándola para abajo.
-Yo: Venga, es hora de que descanses.-Solté su mano y le
indiqué que se tumbase pero él no lo hizo.
-Yo: Harry..-Suspiré.
-Harry: No quiero dormir solo una noche más no
puedo.-Susurró su voz entrecortada, parecía querer llorar, dios no no puedo
soportarlo. Coloqué mi mano en su mejilla y la acaricié, el volvió a cerrar los
ojos para disfrutar cada segundo del tacto, se veía tan grande pero tan pequeño
a la vez, tan fuerte pero tan débil, tan valiente y a la vez tan asustado.
Harry seguía siendo ese niño de 16 años con miedos, con inseguridades, seguía
siendo el mismo, la fama no lo cambió y eso me reconfortaba. Subí con mi mano
hasta sus rizos, tenía el pelo mojado se me olvidó secarlo.
-Yo: ¿Espérame aquí vale?
Él asintió y fui hasta el baño, busqué otra toalla más
pequeña y salí.
-Yo: Siéntate.-Señalé en la cama, él por extraño que parezca
me hizo caso se sentó, me senté en uno de sus muslos y con la toalla comencé a
secar su pelo con delicadeza, pasé la toalla por su cabeza con cuidado mientras
intentaba masajear para que se relajase, después de un rato su pelo estaba ya
casi seco, me levanté y dejé la toalla en el baño.
-Yo: venga, ahora ya a dormir.-Dije poniendo delante de él
que estaba sentado en el borde de la cama.
Él me colocó entre sus piernas y me abrazó por la cintura,
pegó su cabeza a mi vientre.
-Harry: Quédate conmigo por favor.-Susurró, pude notar
cálido aliento traspasar la tela del abrigo y chocar con mi piel, yo puse mi
mano en su cabeza y acaricié sus rizos
nuevamente.
-Yo: Mi amor, me voy a quedar pero tienes que descansar.
Él se separó de mi y se tumbó en la cama. Yo cogí la manta y
lo arropé, sentía sus ojos clavados en mí, no iba a irme, jamás lo dejaría y
menos así, me quité los botines y los
jeans.
-Harry: Puedes coger una camiseta mía, si quieres.
Yo asentí y cogí una camiseta de él, me quité el abrigo y me
la coloqué, su aroma quedo impregnado en mí. Volví y me metí en la cama, me
arropé y rápidamente él se acercó a mí y recostó su cabeza en mi pecho mientras
pasaba un brazo por mi cintura.
-Yo: Duerme tranquilo, yo estaré aquí.-Susurré pasando una
de mis manos por su espalda.
Él enredó una de piernas con las mías y sin decir nada cerró
sus ojos, descansado con paz. Yo no dejé de acariciar su pelo, su brazo, sentía
su calor abrazándome, estaba indefenso, lo abracé fuerte con mis brazos y vi
como se formaba una pequeña sonrisa en sus labios. Levanté un poco mi cabeza y
deposité un beso en la suya, no sé cuando, pero dormí, dormí cuidando esta
vez yo de mi ángel.
me encanta tu novela porfis continuala!!!!
ResponderEliminaroh gracias :'''')
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