Os recomiendo leer el capítulo con esta canción {http://www.youtube.com/watch?v=LV-BoAFoZWg}
CAPÍTULO 101.
Narra Verónica.
-Harry: Dime que no me quieres, y me iré..-Volvió a decir,
esta vez notaba el dolor en sus palabras, palabras que le dolía pronunciar..
-Yo: Yo..-Dije al borde de llanto, los ojos me dolían de
tantas lágrimas sangradas, ya no me quedaban fuerzas.
En un abrir y cerrar de ojos me cogió de la cintura,
pegándome a él, haciéndome sentir cosas que nunca nadie me hará sentir.
-Harry: Dime..dime que no sientes nada cuando estás así de
cerca de mí..-Susurró acercándose cada vez más a mi boca.
-Harry: Que tu corazón no va más deprisa cuando me acerco a
ti..-Dijo encima de mis labios.
-Harry: Que tu piel no se eriza cada vez que te toco..-Dijo
rozando su nariz con la mía.
-Harry: Dime que tus ojos están rojos por odiarme..-Dijo
clavando su mirada en la mía
-Harry: Dime..que no quieres que ahora mismo te
bese..-Volvió a rozar mis labios..pero apenas sin tocarlos.
Tenía razón, tenía razón..joder. A él no podía engañarlo…con
tan solo hacer esto ya me tiene en otro mundo, en otra dimensión ajena al mundo
real.
-Harry: Dime que con Carlos sientes todo esto..vamos.-Suspiró,
su aliento caliente chocando con cada milímetro de mi cara.
En ese momento me separó de él y comenzó a desabrochar
algunos botones de la camisa, todo era muy confuso, no entendía que hacía,
cuando terminó con todos los botones se la quito, quedando desnudo de cintura
para arriba, la luz de las farolas, la luz de la noche, me dejaron apreciar su
torso, el que tenía grabado en mi mente, cada parte, cada tatuaje, y sin
embargo nunca me cansaría de verlo, poco a poco se acercó a mí, y lo vi con más
claridad, sentí como todo mi cuerpo de congelaba, como mi corazón se aceleraba,
esto no era cierto, frote mis ojos para ver mejor, pero.. era real, eso que
había en su pecho, era real..perdí la voz, perdí las fuerzas, tan solo las
pocas lágrimas que me quedaban salieron..pero esta vez una pequeña sonrisa se
formo en mi interior y en mis labios.
Agarró una de mis manos y la llevo hasta su pecho, hasta esa V que lo adornaba,
puso mi mano encima de la zona, un poco irritada aún..sus ojos me admiraban, su
piel estaba ardiendo, noté como toda mi mano podía quemarse al contacto con él,
me soltó la mano, pero yo la mantuve en el lugar, temblorosa dibuje el contorno
del dibujo con la yema de mis dedos, él suspiraba, quizás le dolía, aparté mi
mano rápidamente, pero él la volvió a coger y la llevó al mismo lugar.
-Yo: Es..increíble.-Susurré.
-Harry: Me lo hice después de saber que estabas con Carlos.
Aún así, lo hice..¿Y sabes por qué? Porque te quiero..porque sé que tú me
quieres, entiende *me volvió a coger de la cintura* estaremos unidos para
siempre, pequeña mírame.-Levanté la vista y me encontré con su par de luces
verdes, que se clavaban sobre mis cojos que poco tardaron en echar a llover..no
podía dejar de ver ese tatuaje, de sentir un millón de cosas en mi estomago, de
sentir..que me quiere aunque esté con otro.
-Harry: No llores nena.-Susurró mientras llevaba una de sus
manos hasta mi cara para limpiar todas las lágrimas.
Mi llanto se calmó, él me tranquilizo, me transmitió toda la
paz existente y me dio seguridad, con tan solo mirarme.
-Harry: No dejé de amarte aunque estés con él, Vero *cogió
mi cara entre sus manos* eres lo mejor que pudo pasarme.-Dijo acercándose cada
vez más a mi boca, deseaba besarlo, necesitaba sus labios.
-Yo: te..te..necesito.-Dije con voz temblorosa a escasos
milímetros de la suya.
Un paso, un instante, un momento, un pestañeo, y un
escalofrío invadiéndome, una electricidad activándome, sus labios dándome todo
el amor posible, así los recordaba..tan suaves..gruesos, tan calientes,
mientras me besaba subí mis manos con lentitud por su espalda desnuda hasta
llegar a su nuca, lo empujé más contra mí, no quería que este beso terminase,
no quería que este momento se acabara..sus brazos me abrazaban mientras que
nuestras narices chocaban, deseé tanto este momento, anhelé tanto cada uno de
sus besos, aún no me creo tenerlo aquí, no me creo que haya hecho todo esto
sólo por mí. El aire de nuestros pulmones se iba consumiendo, sin querer nos
separamos, tan sólo un poco, ambos respirando rápidamente, observé
detenidamente su rostro, sus hoyuelos..sus hoyuelos salieron, su sonrisa
perfectamente marcada, sus ojos con más brillo que nunca, inevitablemente
sonreí junto a él, todo estaba en absoluto silencio, hasta que vi como él
comenzaba a reír, cada vez más fuerte, seguía sosteniéndome de la cintura, lo
miré algo extrañada, no entendí porque reía.
-Yo: ¿Qué..que ocurre?.-Dije confusa.
En ese momento él me soltó con delicadeza, comenzó a dar pasos de un lado a otro,
mientras sonreía, mientras ponía una de sus manos en su cara, se puso de
rodillas sobre el suelo, me miro y después volvió la vista al frente.
-Harry: SÍ, JODER, LO HE CONSEGUIDO.-Gritó como si no
hubiese un mañana mientras no paraba de sonreír. Al ver la imagen una pequeña
risa salió de mi interior y sonreí como una tonta. Me escuchó y se levantó,
rápidamente vino hacia mí, me cogió en brazos cómo si de una muñeca se tratase,
y comenzó a dar vueltas y más vueltas, di un pequeño grito y él se echó a reír,
enrollé mis piernas en sus caderas y
cerré los ojos, disfrutando del momento.
-Harry: SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.-Gritó una vez más
mientras nos movíamos en círculos.
Abrí los ojos y puse una de mis manos en su boca mientras
reía.
-Yo: sh, vas a despertar a los vecinos.-Reí.
-Harry: Me da igual, ...QUE SE ENTEREN DE QUE TE
QUIERO.-Volvió a gritar mientras reía.
Agarre su cara entre mis manos y esta vez lo besé yo, con
necesidad, con ganas, con anhelo, demostrándole lo que siento por él, todo lo
que significa para mí. Mientras nos fundíamos en un beso sin final, él caminó
conmigo hasta dentro de la casa, cerró la puerta con su pie, no había nada que
hiciera que nuestros labios se alejasen,
mis manos estaban a cada lado de su cara, acariciando cada parte de esta, cada
pedacito de piel, cada punto de calor, llegamos hasta el salón dónde se paró.
-Harry: ¿Dónde está tu habitación?.-Dijo entre beso y beso.
-Yo: Al fondo del pasillo, la izquierda.-Susurré, respirando
su aliento que inhalaba una y otra vez.
Él me volvió a besar, esta vez fue un beso breve, pero
cargado de sentimientos. Me llevó hasta
la habitación, sin parar de mirarme, sin dejar que sus ojos se separasen de los
míos. Soltó uno de sus brazos de mi cintura y abrió la puerta, tiró su camisa
al suelo, volvió a pegarme a él y fue caminando hacia la cama, despacio, mientras me besaba, caímos sobre la cama, con delicadeza, con
ternura, quedando él encima de mí, puso ambos brazos a cada lado de mi cabeza,
dejando caer todo su peso sobre estos, sus piernas se enredaron entre las mías,
yo coloqué mis manos sobre su espalda, la que acariciaba de arriba hacia abajo
con la yema de mis dedos, recorriendo cada parte de esta, acercó su cara a la
mía, rozando mi nariz una y otra vez, mientras en sus labios se dibujaba una
línea curva, una sonrisa impecable, solté una risita de lo más hondo.
-Harry: que bonita estás..-Susurró clavando sus ojos sobre
los míos, dejándome sin escapatoria, dulcemente atrapada.
-Yo: te quiero..-Sonreí viendo como el brillo de sus ojos me
bañaba entera.
No hicieron falta más palabras, solo unos labios buscando a
otros, labios que se encontraban una vez más,
mis labios atrapando a los suyos, para no dejarlos ir, su lengua me
pedía paso para encontrarse con la mía, no lo dude ni un solo segundo, mi
lengua chocó con la suya, ambas
peleando, uniéndose formando solo una, en perfecta armonía, nuestro oxígeno se
iba consumiendo, atrapó mi labio inferior entre sus dientes, yo gruñí y él rió,
lo dejó libre y me volvió a besar, corto, breve, pero intenso. Alzó un poco la
cabeza, negó con esta, se quitó de encima de mí y se tumbó a mi lado, lo miré algo confusa, me incorporé quedando sentada, esperando alguna respuesta.
-Harry: No, no quiero que pienses que sólo quiero esto, que
sólo quiero acostarme contigo. No hay prisa nena.-Dijo cabizbajo.
¿Podía ser más..increíble?
Sonreí satisfecha, quizás esto sea una locura, pero ahora no
puedo pensar en lo que pueda pasar, ahora estoy con él, y no hay nada que
importe más. Me quité la camiseta, y los leggins, hice con todo una bola y lo
tiré al fondo de la habitación, quedé en ropa interior, él se incorporó y me
miro sorprendido, sus ojos analizándome
de pies a cabeza, no pude evitar
sonrojándome, después de todo, seguía haciéndolo, me tumbé en la cama.
-Harry: ¿Qué haces?.-Dijo confuso pero podía notar como
contenía las ganas de sonreír.
-Yo: Esperándote Hazza..-Dije segura, el brillo de sus ojos
aumentó, poco tardo en abalanzarse sobre mí,
sus labios devorándome tiernamente, recorrió toda mi mandíbula hasta
llegar a mi cuello, succionó, una y otra vez, haciéndome que toda mi piel se
erizase, haciéndome suspirar, haciéndome revivir cada sensación del pasado,
sensaciones que nunca se fueron, sólo estuvieron apagadas, una vez terminó con
mi cuello, fue haciendo un camino de besos por todo mi pecho, sus respiración
chocaba por mi piel, haciéndome estremecer. Volvió hasta mi boca, me besó con
fuerza, sin darme tiempo a respirar, con ansias, con deseo, mis manos bajaron por su espalda, y llegaron a su cintura, buscando el botón de
su pantalón, un cruce de dedos y listo, con su ayuda los quité, él solo se quitó el bóxer y lo lanzó a la infinidad
de la habitación, me quedé embobada, observando cada parte de su figura, cara
trocito de su cuerpo, cómo si fuese la primera vez que lo viese, él sonrío al
ver como mis ojos lo analizaban de pies
a cabeza, inevitablemente me sonrojé y él volvió a colocarse encima de mí,
inconscientemente abrí mis piernas y él se acomodó entre ellas, noté un
impacto, algo rozarse con mi parte más íntima, mi cuerpo reaccionó ante
aquello, mi piel se erizó aún más, los suspiros comenzaron a salir solos, él lo
notó, acercó su boca a la mía, sin tocarla, y mientras sus manos navegaron
desde mi pecho hasta el final de mi cintura, llegando al filo del culotte, paso
las yemas de sus dedos por esta parte, haciéndome estremecer nuevamente, esta
vez, callo mis suspiros con su boca, la que unió con la mía, en perfecta
armonía, poco a poco fue bajando mi ropa interior hasta quitármela, ahora su
erección rozaba perfectamente con mi feminidad, suave, delicada, ardiendo,
haciendo que cada roce fuera más enloquecedor, coló una de sus manos por mi
espalda, me arqueé un poco para facilitar el paso, desabrochó mi sujetador de
un movimiento ágil, se deshizo de él y quedé completamente desnuda, ahora solo
su cuerpo me cubría, solo su piel me protegía, su calor me abrazaba, sus ojos
me repasaron, por cada parte de mi, haciendo que volviera a sonrojarme, el
brillo en su mirada era más intenso, se inclinó sobre mí, pegó todo su pecho
contra el mío, soltó un leve suspiro al roce, se colocó bien entre mis piernas
y dijo..
-Harry: Voy a hacerte mía, voy a hacer lo que tanto tiempo
extrañé, lo que tanto necesité, voy a entregarte todo mi amor, quiero que
entiendas que no habrá otra, sólo tú.-Susurró muy cerca de mis labios. Cada una
de sus palabras fueron sobredosis para mi corazón, para mi interior, lágrimas
que amenazaban con salir en cualquier momento. Era incapaz de articular palabra
ahora, aún no me creía que esto estuviese pasando. Acercó sus labios hasta los
míos, me besó con fuerza, con deseo, cómo si fuese el último, mis labios
siguieron a los suyos, a dónde quiera que me llevasen, y de un solo movimiento
lo noté, noté como se sumergía en mí, como entraba dentro de mí, cómo de un
solo movimiento me llenaba por completo, mis manos fueron a su pelo, dedos que
se enredaron entre sus rizos, jugando con ellos, como hacía antes, su boca
encima de la mía, cada uno de sus suspiros entrando por mi boca, mis jadeos
entrando por la suya, sintiéndolo en
cada gesto, cada movimiento, cada vez
que entraba y salía de mi, despacio, sin prisas, encajando nuestros cuerpos,
notando como nos consumíamos. Algunas lágrimas salieron de mis ojos
inevitablemente, pero esta vez una sonrisa se dibujaba en mis labios, él me
miro asustado y salió de mi.
-Harry: Nena, ¿te hice daño?.-Susurró acariciando mi pelo,
con toda la ternura del mundo.
No dije nada, agarre su cabeza y lo atraje a mi boca, besándolo,
dándole todo mi amor. Él sonrió en mi boca y volvió a entrar en mi interior,
esta vez con más fuerza, más rápido, gemí al impacto, comencé a soltar cortos gemidos que callaban
su boca, mis manos fueron hasta su espalda, acariciándolo, de arriba hacia
abajo, apretando mis dedos contra su piel, él escondió su cara en mi cuello, y
aumentó la velocidad de sus embestidas, rápido y fuerte, más fuerte que nunca,
tanto que mis gemidos aumentaron, él silenciaba sus jadeos en mi cuello, subí
una de mis manos hasta su nuca y agarré su pelo, apretándolo, escuchando como
gemía, esos gemidos roncos que tanto me enloquecían. Mi espalda comenzó a arquearse, el clímax no
tardaría en llegar, un poco más y mis piernas temblaron, apreté mis manos
contra él, arqueé mi espalda por completo y sentí como juntos nos fundíamos el
uno en el otro, juntos llegando a la cima, alcanzando el orgasmo, todo su
líquido caliente inundando mi interior, podía notarlo, un fuerte gemido salió
de sus labios, después todo su cuerpo cayó desplomado sobre el mío, nuestros
pechos subían y bajaban al mismo ritmo, nuestras respiraciones se cruzaban, era
algo mágico, algo que sólo con él podría tenerlo.
-Yo: Te quiero.-Susurré agitada, mientras lo abrazaba, él
subió su cabeza de mi cuello y la puso sobre mi pecho, quité algunos rizos que
caían sobre su frente por el sudor. Ahí estábamos los dos, solos, en absoluto silencio,
sólo se oían nuestras respiraciones calmándose, él aún dentro de mí, desearía
para el tiempo en este justo momento, o si esto era un sueño, no despertar
jamás, me sentía cómo en una nube, volando, libre..
Después de un rato así, nuestras respiraciones volvieron a
la calma, él salió de mi, dando un pequeño gruñido y se tumbó a mi lado. Me
incorporé y agarré la manta, nos cubrí, volví a tumbarme, en cuanto lo hice, él
me abrazó, acurrucándose en mi pecho y enredando sus piernas con las mías.
-Harry: Te prometo
que nunca más me separaré de ti.-Dijo rompiendo el silencio.
No pude decir más nada, en ese momento se escuchó el sonido
de la puerta, me temía lo peor.
-Carlos: ¿Estas despierta pequeñ*no terminó la frase*..