CAPÍTULO 67.
Narra Verónica.
Entre y mire haber si estaba en el salón pero ni rastro de
él, tampoco en la cocina, así que subí arriba, fui hasta mi habitación y abrí
sin hacer ruido la puerta, él estaba sentado en la cama, mirando hacia el
balcón que estaba frente a él y me daba la espalda, no se dio cuenta de mi
presencia, me acerqué sigilosamente y lo abracé por la espalda, pase mis brazos
por su pecho y posé mi barbilla en su hombro.
-Yo: Mi amor, ¿qué pasa?.-Susurré.
Él no dijo nada, tampoco volteó para verme, cuando termine
de hablar noté como todo su cuerpo se tensaba, sus músculos se apretaban como
si intentara reprimirse para no hacer algo de lo que después se arrepentiría,
me asusté un poco y me separé de él, me senté a su lado sin decir nada, él
seguía con la vista perdida, pero su ceño estaba fruncido, su mandíbula estaba
tensa.
Acerqué mi mano a su brazo, me disponía a acariciarlo pero
él me freno.
-Harry: Déjame.-Dijo seco.
Es increíble como con una palabra pueden causarte el mayor
de los dolores, no se dignó a mirarme, me rechazó, me dijo que lo dejase, sentí
como si un cuchillo desgarrara mi corazón hasta morir, su frialdad me arruinó.
-Yo: ¿Por qué me hablas así?.-Dije con un hilo de voz
mientras lo observaba.
-Harry: Déjame solo, vuelve abajo con Liam, seguro que él te
espera con los brazos abiertos.-Dijo sin mirarme.
Con que todo esto era por Liam, sus celos ya me estaban
cansando ¿Acaso no confiaba en mi? ¿ni en él? Él tiene miles de amigas y yo me
tengo que aguantar ¿y ahora él se cabrea por Liam?
Las lágrimas comenzaron a caer sin piedad por mi cara, mi
dolor interno aumentaba por segundos, él escuchó mis sollozos y me miro por
primera vez.
-Harry: No llores joder.-Dijo acercándose a mí con la
intención de abrazarme pero yo lo paré.
-Yo:¿Con que todo esto es por Liam? ¿No te das cuenta de
tus celos? Me estoy cansando, tú tienes miles de amigas ¿y yo? Yo me aguanto, y
ahora tú te pones así por mi relación con Liam. ÉL PARA MI ES UN HERMANO Y LO
QUIERO TE GUSTE O NO.-Terminé gritando.
Él me miró con algo de sorpresa, apretó uno de sus puños y
respiró con fuerza.
-Harry: ¿No te das cuenta tú de cómo te mira? Por favor
Vero, te hace el amor con los malditos ojos, como te habla, como te trata, cómo
se preocupa por ti, TODO.-Gritó
Los nervios se apoderaban de mí, él estaba viendo cosas
dónde no las había, era de locos pensar que Liam tenía otras intenciones
conmigo.
-Yo: No sabes lo que dices, ves cosas dónde no las hay, ¿no
confías en mí? ¿De verdad crees que sería capaz de irme con alguien que no seas
tú?
Él no dijo nada, NADA, sus ojos se clavaban en los míos con
insistencia pero de su boca no salió nada, él silencio fue la peor puñalada que
jamás me dieron. Las lágrimas nuevamente comenzaron a caer.
-Yo: Ya me lo has dejado claro.-Sollocé.
Él intentó acercarse a mi otra vez pero yo me levante de la
cama con la intención de salir de la habitación, cuando estaba por salir su
brazo me cogió por la muñeca haciéndome voltear.
-Harry: No quería que pensaras eso, de verdad,
yo..*interrumpí*
-Yo: No intentes justificarte, a veces un silencio lo dice
todo.-Dije seca y entre lágrimas, me
solté de su agarre con fuerza y salí corriendo hacia abajo.
Me paré en el salón y me di cuenta de que los chicos seguían
en la piscina, suspiré aliviada no quería que nadie me viese así y empezarán
con los interrogatorios.
Me senté en el suelo, justo al lado del sofá, agarré las
rodillas con mis brazos y hundí mi cabeza en estas, dejándole vía libre a las
lágrimas para que cayeran sin freno. Cuando estaba atrapada por el llanto unos
fuertes brazos me arroparon, yo alcé mi cabeza, y entre lágrimas y una vista
borrosa logré verlo, era él.
-Liam: ¿Qué ocurre pequeña?.-Dijo su tranquilizadora voz.
Yo no quise decir nada, no quería recordar lo ocurrido hace
unos momentos, él se dio cuenta y guardó silencio, cosa que agradecí, con sus
brazos me subió hasta quedar de pie, me aferre a su pecho y él me abrazo con
fuerza, yo me dedicaba a empapar más aún su pecho con mis lágrimas, una de sus
manos paso a acariciar mi pelo, me sentía tan bien con él, sentía protección,
él con sus silencios hacía que todo mi cuerpo se reconfortase, no hacía falta
que dijera nada, su silencio era lo más tranquilo. Cuando ya no me quedaban más
lágrimas por derramar, me separé de él, que me miraba con ternura y también
podía notar su preocupación.
-Liam: No te ves nada bien llorando.-Dijo secando las
últimas lágrimas de mi rostro con sus pulgares.
-Yo: Lo siento.-Dije cabizbaja.
-Liam: ¿Lo sientes? ¿Por qué?.-Dijo desconcertado.
-Yo: Te moje el pecho sin tú permiso.-Señale con mi dedo su
pecho.
Él negó con la cabeza y rió.
-Liam: Te abracé, tómate ese abrazo como ''un permiso'' *hizo comillas con sus dedos*.
Una vez más, consiguió que riera.
-Yo: Gracias.-Dije sonriendo.
-Liam: ¿Es por Harry?.-Dijo serio.
Yo ni loca iba a decirle lo que realmente ocurría, no podía
decirle, oye tu amigo, ese que es como
tu hermano esta completamente celoso de ti, y cree que tienes segundas
intenciones conmigo, ni loca.
-Yo: Tuvimos una pelea, nada más.-Mentí.
Él me miro algo confuso, quizás no me creyó.
-Liam: ¿Necesitas ayuda? ¿Quieres que hable con él?.-Dijo
inseguro.
-Yo: No, no lo hagas. Se solucionará, solo quiero que..que
traigas helado de chocolate.-Dije cambiando de tema.
Él rió y se acercó más a mi y cogió mi cara entre sus manos.
-Liam: Te traeré helado si prometes no volver a llorar.-Dijo
acariciando mis mejillas con sus pulgares.
-Yo: Trato hecho.-Sonreí.
Él se alejó y yo me senté en el sofá, mi cabeza seguía dándole
vueltas a lo que había ocurrido, el maldito silencio, sus palabras, su
frialdad, todo.
Una voz me sacó de mis pensamientos.
-Liam: Malas noticias.-Dijo poniéndose frente a mi.
-Yo: ¿Qué?
-Liam: Tu hermano y Niall están en la cocina, dicen que
vamos a comer, que no hay helado hasta que comas.-Dijo riendo.
Yo me levante y di un leve golpe en su pecho con mis
nudillos.
-Yo: No vuelvas a asustarme.-Amenacé apuntándolo con el
dedo.
-Liam: No lo haré, no quiero morir asesinado por ti.-Rió.
Volvimos a la cocina, Niall se comía una hamburguesa con
prisa, como siempre, y mi hermano a su lado, comía con calma, yo reí y me senté
junto a Liam.
-Niall: ¿Y Harry?.-Dijo mientras comía.
-Yo: Está..arriba, no sé.-Dije triste.
En ese momento Víctor clavó sus azules ojos en los míos con
gesto de preocupación, yo le sonreí falsamente para no alarmarlo.
-Víctor: Yo iré a llamarlo.-Dijo levantándose de la mesa.
-Liam: Niall, ¿puedes comer más despacio?.-Dijo riendo.
-Niall: No.-Rió.
-Yo: Os amo.-Reí.
Ambos me miraron con cara de ¿Qué?
-Yo: Os amo, porque me hacéis reír, porque.. sois los
mejores.-Dije sonriendo.
-Niall: Yo te amo Vero pero.. no le digas nada a Harry o me
quitara la comida.-Dijo poniendo cara de asustado y todos reímos.
En ese momento mi risa se apagó, Víctor apareció con Harry
detrás, él me miro, sus ojos verdes buscaban con desesperación a los míos pero
no, no lo miré, mi enfado era mayor.
Él se sentó al lado de Niall quedando frente a Liam y yo,
noté como Liam se tenso un poco, quizás solo serían imaginaciones mías.
La comida fue algo tensa por mi parte y la de Harry, Niall
nos hizo reír muchas veces pero la tensión se hacía notar en la mesa. Quería
correr a sus brazos, quería besarlo y sentir su calor, quería drogarme con su
olor, quería que todo estuviera bien como ayer, pero no, no podía hablarme así
y pretender que con una mirada de pena arreglarlo todo, no, me haría la dura.
Después de comer, todos nos dimos una ducha, nos arreglamos
y decidimos salir para enseñarles un poco algunos lugares de la ciudad, pero
Harry no quiso venir, como era de esperar, yo quise quedarme con él, pero no,
me fui.
…
-Víctor: Dios, estoy reventado, mis pies no pueden más.-Dijo
sentándose en un banco que había por allí.
-Niall: ¿Qué hora es ya?.-Dijo sentando junto a él.
-Liam: Las 9, el tiempo se pasó volando.-Dijo riendo.
-Yo: Tenemos que volver.-Dije nerviosa.
-Víctor: ¿Qué pasa Vero?.-Dijo extrañado.
-Yo: Harry.. dejamos a Harry solo toda la tarde, tenemos que
volver, cenar y eso.-Dije sonriendo intentando disimular mi preocupación por
él.
Ellos asintieron y volvimos a paso lento a casa, cuando
entramos los chicos se fueron al salón, pedirían unas pizzas, yo fui a la
cocina haber si Harry estaba allí pero no había nadie. Subí de nuevo a mi
habitación, me paré en la puerta, me pareció oír sollozos ahogados, pegué mi
oreja a la puerta y esa ronca voz estaba llorando, él estaba llorando, todo mi
cuerpo se congeló, no podía verlo así, mis manos comenzaron a temblar cada vez
que su llanto se adentraba por mis oídos, sus sollozos llegaban a mi corazón
para romperlo en mil pedazos. Entré y cerré la puerta detrás de mi, él estaba
sentando, en la misma posición que me lo encontré esta mañana, me acerqué y me
puse frente a él, tenía la cabeza agachada, mientras pasaba sus manos por su
pelo una y otra vez, subió su rostro y sus ojos rojos e hinchados me miraron,
esa mirada apagó toda mi felicidad, estaba roto, me puse de cuclillas y puse
mis manos en sus rodillas, él me siguió con la mirada.
-Yo: No llores, por favor no lo hagas..
No hay comentarios:
Publicar un comentario