CAPÍTULO 21. ‘’coma
inesperado’’.
Narra Víctor.
Cuando llegué a la habitación me encontré a mi hermana con
la máscara de oxígeno puesta, estaba profundamente dormida, y mi madre a su
lado llorando desconsoladamente. No me lo podía creer, ¿Qué había ocurrido?
Cuando yo me fui ella estaba bien dentro de lo mal *pensé*
Me armé de valor y me acerqué a mi madre, ella se volteo al
notar mi presencia y se quedo mirándome mientras lloraba.
-Mi madre: ¿Dónde estabas? ¿Por qué la dejaste sola? Me
dijiste que hoy pasarías el día con ella.-Dijo atrapada en el llanto.
Yo no sabía que decir, fui un imbécil al dejarla sola, pero
quise hacerle llegar la carta a Harry, es más venía a contárselo y llego y me
encuentro con esto. Ahora me siento el
tío más culpable que pisa el
mundo.
-Yo: yo.. mamá, yo.. tuve que salir al gimnasio, me
llamaron.-Mentí.
-Mi madre: Ahora no me importa eso, solo me importa
ella.-Dijo volviéndose para mirarla.
-Yo: mamá, ¿ qué tiene? ¿ qué ha pasado?.-Dije mientras me
acercaba y me sentaba en el sillón que
quedaba justo al lado de la cama.
- Mi madre: El doctor me contó que vinieron a traerle la
cena y la encontraron tirada en el suelo con una herida en su mano e
inconsciente.-Dijo aún llorando
Entonces me fije en su mano izquierda, la tenía vendada,
pero su mejilla…un momento. Su mejilla derecha estaba un poco amoratada. Esto
no me olía nada bien.
-Yo: y.. qué tiene?¿Cómo
está? ¿ Porqué tiene la máscara de oxígeno?¿Y su mejilla?-Dije rápido, quería
matar a quién fuera. Yo sabía perfectamente que alguien le había dejado así la
mejilla, ella sola no iba a golpearse, ¿o sí?.
Mi madre al oír mis preguntas comenzó a llorar más fuerte,
yo comencé a asustarme, ella no me contestaba, solo la miraba a ella y lloraba.
-Yo: MAMÁ QUE ME DIGAS QUE COJONES TIENE MI HERMANA
JODER.-Dije gritando, mi desesperación se hacía notar, no debí hablarle así a
mi madre y menos en estos momentos.
Mi madre me miró sorprendida.
-Mi madre: ha entrado en coma, debido a un fuerte golpe que
se ha dado en la cabeza.
Solo ese conjunto de palabras se transformaron en un puñal
que se clavó en mi pecho, esas palabras que nunca quise oír, hicieron mi vida pedazos,
no tenía palabras, por que no me salían, si a ella le pasara algo, jamás me lo perdonaría, yo la
dejé sola, si yo fuera estado aquí nada de esto estaría pasando. No me contuve
más y dejé que las lágrimas salieran de mi más interior pidiendo ayuda,
pidiendo que nada de esto estuviera pasando.
Eres un hijo de puta.-Me dije.
Me levanté del sillón mientras mi madre seguía llorando
encima de mi hermana, me fui hacia la pared y pegué un puñetazo a esta. Mis
nudillos se resintieron, pero ese dolor
no era nada comparado con el dolor que sentía ahora mismo por dentro.
-Yo: Golpe.. ¿cómo ocurrió? ¿por qué se dio un
golpe?-Pregunté llorando y lleno de ira.
-Mi madre: no sé, hijo..
cuando llegué el doctor me dijo que cuando la encontraron estaba al lado
de la silla, que quizás se subiera en ella para coger lo que sea del armario
que estaba abierto..-Suspiró.
-Yo: ¿Está muy grave?¿qué
dice el doctor?-Pregunte apurado.
Mi madre tragó saliva.
-Mi madre: El doctor solo ha dicho que tengamos fe.. también
había perdido mucha sangre por la gran raja de la mano y el golpe fue muy
fuerte, por suerte le hicieron radiografías y no se ha roto nada, solo tiene
contusiones, pero el golpe fue tan fuerte y la pérdida de sangre igual que cayó
en coma, hasta los médicos se asombran.-Dijo secándose algunas lágrimas.
Vi a mi madre muy
cansada, ella había estado todo el día trabajando y se vino directa para aquí.
-Yo: Mamá, vete a casa, dúchate, come y descansa, ya te
vienes mañana, pero ahora descansa, yo me quedaré aquí todo el tiempo, no la
voy a dejar sola ni un segundo.-Dije convencido.
-Mi madre: no Víctor, de aquí no me muevo.
-Yo: mamá, por favor..*suspiré*
Ella al final aceptó y se fue.
Yo sabía perfectamente que esto no había sido un
accidente, esto no lo había hecho ella,
alguien intentó hacerle daño. Pero, ¿quién? Mi cabeza no dejaba de dar vueltas,
el día de hoy fue tan intenso que yo no era capaz de razonar cosas decentes.
Decidí llamar a Carlos, él tenía que estar al tanto de todo
esto.
‘Conversación telefónica’
-Carlos: Hey Víctor, ¿cómo salió todo?.-Preguntó ilusionado.
-Yo: genial tío, ya
te contaré. Ahora eso es lo de menos.. mi hermana..-No sabía cómo decírselo.
-Carlos: ¿qué pasa?
No le habrá pasado nada, no?-Dijo nervioso.
-Yo: Mejor, vente para aquí y te cuento, no es tema para
hablarlo por teléfono.
-Carlos: De acuerdo, en 20 minutos estoy allí.
-Yo: Hasta ahora.
-Carlos: Adiós.
‘Fin de conversación telefónica’
Y ahí me quedé yo, sentado en la cama viendo como mi hermana
dormía en un sueño del cual no sabía si despertaría o no, lo que si tenía
claro, que cuando me enterase quién había sido el causante de esto lo pagaría
con su propia vida.
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