Capítulo 14.

CAPÍTULO 14.  ‘’Concierto’’.

Mi móvil comenzó a sonar..

''..you're insecure, don't know what for,

you're turning heads, when you walk through the do-o-or,

don't need make up, to cover up,

being the way that you are is en-o-ough.

Everyone else in the room can see it, everyone else but you.

baby you light up my world like nobody else,

the way that you flip your hair gets me overwhelmed,

but when you smile at the ground is ain't hard to tell,

 you don't know oh oh

you don't know you're beautiful..''

Una sonrisa tonta se formó en mis labios al oír lo que salía por el altavoz.

Rápidamente abrí los ojos y lo paré, ya que mi madre estaba dormida en el sillón junto a mi cama.

En ese instante recordé porqué sonó, el día que anunciaron que vendrían a actuar aquí puse una alarma, para que este día me sonara para prepararme para el concierto. Después de saber que se agotaron las entradas se me olvidó quitarla. Digamos que son las 8 de la mañana, estoy en un hospital y justo hoy mis ídolos y el amor de mi vida actúan aquí, este día sería muy largo..

Intenté volver a dormir, ya que era muy temprano. Apagué el móvil, lo dejé en la mesita y me volví a tumbar, a los pocos minutos me dormí..

‘Sueño’

Y ahí estaba yo una vez más, si, yo, ''la gran Verónica’’, delante del  espejo con una navaja en mi mano derecha, sujetándola con fuerza y rabia al mismo tiempo mientras en el espejo observaba los múltiples cortes de mis brazos y mis muñecas.

Una vez más odiando mi vida, odiándome a mí misma, sintiendo que soy un estorbo para todos y una inútil que no sirve para nada.

Mil pensamientos saltaron a mi cabeza, con la mano temblorosa acerqué la navaja a mi muñeca  izquierda,  rozando firmemente mi piel resentida, pero de repente algo sonó, algo invadió aquel reducido espacio en el que  me encontraba, una voz me arropaba. De nuevo, era esa letra..

''I know you’ve never loved the sound of your voice tape you know want to know how much weigh you still have to squeeze into your jeans but you’re perfect to me..’’

Pude notar  como  el reproductor de mi móvil saltó solo, y empezó a sonar con esa letra que hizo caer la navaja al suelo..

De repente me encontré en un callejón oscuro, no vía nada, solo pude escuchar ''vuestros destinos estarán unidos, para siempre’’.

HARRY HARRY NO ME DEJES, NO TE VAYAS.

‘Final  del sueño’

Narra Víctor.

Llegué al hospital, subí corriendo hacia la planta dónde se encontraba mi hermana y abrí la puerta, mi madre estaba dormida y Vero también, parecía que estaba teniendo una pesadilla.

-Yo: Mamá, despierta.-Dije zarandeándola  por el brazo.

-Mi madre: hijo, que pronto llegaste.-Dijo frotando sus ojos.

-Yo: sí mamá, hoy sé que va a ser un día difícil para la pequeña *recordé el concierto*, y bueno.. quiero estar con ella.*suspiré*

-Mi madre:¿ es por la banda esa no?

-Yo: sí..

Mi madre solo suspiró, seguidamente se levantó, cogió sus cosas, y se fue hacia la puerta para salir. Pero antes de abrir, volteo para mirarme.

-Mi madre: Cuídala, vale?-Dijo preocupada.

-Yo: No lo dudes, creo que Carlos vendrá un rato para animarla.

-Mi madre: está bien, cuando despierte, dale un beso de mi parte, adiós.-Abrió la puerta y se fue.

Yo me senté en el sillón quedando al lado de mi hermana, que dormía, pero la notaba nerviosa, estaba sudando, algunas lágrimas yacían en su mejilla, y ella parecía  querer decir algo.

De repente empezó a gritar.

-Verónica: HARRY, HARRY NO ME DEJES, NO TE VAYAS.-gritó pegando un salto de la cama y quedando sentada, sus ojos estaban abiertos como platos y ella empezó a llorar, estaba temblando. Rápidamente me levanté y fui a refugiarla.

Me senté a su lado y ella se acurrucó en mi pecho mientras lloraba.

-Yo: sh, ya está, ya pasó pequeña-susurré mientras acariciaba su cabello.

Ella no decía nada, solo lloraba y lloraba, odiaba verla así. No sabía que había soñado para estar tan abrumada.

-Yo: A  ver, Vero..cuéntame que pasó? Que soñaste? Que te angustió tanto?

-Verónica: yo.. el espejo.. la navaja… Harry..*dijo entre sollozos*

-Yo: ¿Cómo?- pregunte preocupado, no entendía nada.

-Verónica: Fue espantoso.-Seguía llorando. Solo recuerdo que al final del callejón oscuro una voz dijo ’’vuestros destinos estarán unidos para siempre’’.-Su llanto fue cesando.

-Yo: tranquila, ya pasó bebé, yo estoy aquí.-Dije  tomando su barbilla  con mi mano para que me mirara a los ojos.

Sus ojos verdes hoy se veían especialmente tristes, no estaba ese brillo de siempre en sus ojos, tenía ojeras y sus ojos pasaron a un color rojizo, del llanto. Ella hoy estaba mal.

Después de un rato junto a ella, logró calmarse, decidí entonces bajar  al restaurante a llevarle algo para comer.

Le cogí unos kit-kat y un zumo. Sabía que no me negaría el chocolate.

Cuando llegué, ella estaba de pie, pegada a la ventada con la mirada perdida.

Solté las cosas en la mesita y me acerqué a ella, cuando la vi, pude ver como tenía en su mano esa foto de Harry, esa foto que la acompañaba a todas partes.  Ella apretaba la foto fuertemente contra su pecho mientras miraba al cielo.

No se percató de mi presencia. Se veía tan tranquila así, tan pacífica, no sé como el cielo y una foto lograban eso en ella.

-Yo: verónica, ya llegué-Dije palmoteando su espalda.

Ella se giró para verme, me regaló una sonrisa y se sentó en la cama.

-Yo: mira lo que te traje. Cogí el kit-kat y el zumo.

-Verónica: AH KIT-KAT, DAME , CORRE.- Me lo arrebató y empezó a comer mientras se bebía el zumo. Verla comer era tranquilizador.

Cuando acabó me dijo que tenía que ir al baño.

Yo aproveché para recostarme en su cama en lo que ella llegaba.

Tienes que hacer algo, esta noche estarán aquí, tú sabes todo lo que ellos cinco son para ella, tú leíste esa carta que ella escribió a Harry, tú sabes mejor que nadie que ellos no son ningún capricho para ella, ellos la salvaron, ella vive enamorada de uno de ellos y gracias a ellos sigue en pie. Tienes que hacer algo o si no, te arrepentirás toda tu vida.-Me dije a mí mismo.

Sin ninguna duda iba a hacer algo, de hecho ya tenía una idea.. aproveche que ella no estaba y hice una llamada..