Capítulo 25.

CAPÍTULO 25. ‘’Cansada’’.

Narra Verónica.

Ya llevaba dos días dormida, se habían pasado bastante largos ya que dormir las 24 horas del día y no poder despertar, es muy aburrido.

Gracias  a dios estos dos días he estado acompañada, pues mi hermano solo ha salido de la habitación para ir a casa a ducharse pero  de seguida volvía. También Carlos ha estado muy presente, y mi madre..bueno, ella y el trabajo. Había pasado pero muy poco. Me daba mucha impotencia oír el llanto de mi hermano cada vez que estaba a mi lado, oír cómo se culpaba de lo que pasó, me daba rabia cuando me cogía la mano y no tenía fuerzas para apretarla, cuando quería abrir los ojos y no podía, cuando quería decirle que no llorara, que él no era el culpable, pero mi cuerpo no me dejaba, me sentía como si una piedra gigante estuviera encima de mí, anulándome, dejándome sin fuerzas. No sabía si al final despertaría. Y pensar que la causa de esto tenía nombre y era Sergio, me comía por dentro.

 Ahora acaba de llegar mi hermano, no puedo verlo pero seguro que viene igual de hermoso que siempre.

Se ha sentado a mi lado, y una vez más como siempre me ha agarrado la mano, puedo sentir que va a contarme algo..

-Víctor: Hola princesa *me derretía cada vez que me llamaba así* que tal estas hoy?, supongo que como cada día, aburrida de estar dormida, ¿verdad?- Dijo apretando mi mano, como me conocía. Quise sacar fuerzas y apretar su mano, pero no pude. Él siguió hablando..

-Víctor: Yo estoy como siempre,  rezando a cada hora para que abras tus ojos,  necesito ver esos ojos verdes que tanto me gustan. Prometo no volver a fallarte como lo hice. Pero vuelve, por favor, no me dejes ahora.- Comenzó a llorar de nuevo. Me partía el alma verlo así, quería gritarle que él nunca me ha fallado y no podía, me sentía impotente.

-Víctor:  En estos dos días no he querido contarte él porque me fui ese día y te deje sola, pero vengo decidido a contártelo.- ¿Qué sería? Pude notar que estaba muy nervioso. No dejaba de mover mi mano.

-Víctor: Verás,   quizás me llames loco pero, recuerdas el día que te peleaste con mamá y te quedaste dormida encima de mi pecho?-Sí claro que lo recordaba. Pues ese día mientras dormías miré tu caja de los recuerdos y vi la carta que escribiste para Harry. Desde ese día tenía claro que tenía que hacer algo para que esa carta llegara a sus manos.  Después de mucho pensar, decidí que después del concierto me colaría allí dentro, lo buscaría y se la daría, me importaba una mierda si me pillaban o no, yo por ti haría lo que fuera, ahora mismo me gustaría ser yo el que estuviera ahí en esa cama y no tú. *comenzó a llorar*.- Quería frenar ese llano, Víctor siempre fue duro para esto, nunca dejó que nadie que no fuera yo lo viera llorar. ¿Sabes pequeña? Conseguí darle la carta, no me preguntes cómo pero Liam me prometió que se la daría a Harry. Ese día venía muy contento deseando llegar al hospital y contártelo y cuando llegué te encontré así.-Dijo entre sollozos. Todo esto lo hice por ti, yo no quería dejarte sola y ahora yo tengo la culpa de esto, si yo no me fuera ido, no te hubiera pasado nada, solo necesito saber quién te hizo esta mierda, porque te juro que cuando lo sepa, su vida se termina.- No sabía cómo reaccionar, las últimas palabras de Víctor estaban cargadas de ira, de rabia, de dolor, de impotencia, tenía miedo de que si le decía la verdad, le decía que Sergio me hizo esto, él hiciera una locura, porque Víctor es capaz de todo y más con ese desgraciado.  En este momento quería correr a abrazarlo, quería secarle las lágrimas quería darle las gracias, ¿cómo se arriesgó tanto por mi? Esto era una locura, Harry ha leído mi carta. Quería abrir los ojos, pero una vez más mi fuerza me traicionó, solo pude soltar un par de lágrimas, noté como resbalaron por mi cara.

-Víctor: Lágrimas, ESTAS LLORANDO, ESO QUIERE DECIR QUE ME OYES, QUE SABES QUE ESTOY AQUÍ!-Dijo abrazándome. Dicho esto me abrazó, y me seco las lágrimas con sus pulgares.

Tenía que abrir los ojos, lo tenía que hacer, pero ahora no podía, mi cuerpo me vencía una vez más.

-Víctor: Hoy voy a desayunar  en el restaurante, te prometo que cuando acabe subo directo aquí vale?

Se inclinó para besarme y noté como la puerta se cerró, eso significaba que ya se había ido..

Narra Víctor.

Por fin le había contado a Vero todo lo que pasó ese día, y sé que ella me estaba escuchando porque dos pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, me sentí mejor por contárselo. Me sequé las lágrimas que quedaban en mi cara, y entré al restaurante, al entrar no me pude creer lo que estaba viendo..

Era él..