viernes, 16 de agosto de 2013

Capítulo 56.

CAPÍTULO 56. ‘’Creo en ti’’.
Narra  Harry.

Los rayos de sol chocaron con mi cara lo que me hizo abrir los ojos. Sentí un frío raro en mi cuerpo, claro  no tenía el calor de ella, no estaba en la cama. ¿Dónde estaría? Mire el reloj del móvil  y eran las 12, que tarde, anoche nos pasamos.-Reí en mi interior.
Me incorporé y escuché el sonido del agua caer, estaba en la ducha, voy a jugar un rato.
Entré al baño sin hacer ruido, ella estaba duchándose mientras tarareaba what you makes you beautiful, podía ver su hermoso cuerpo atraves de la manpára, estaba de espaldas a mí, se veía jodidamente sexy. Me quité la ropa interior y me metí, puse mis manos en su cadera y ella pego un saltito, yo reí.

Narra Verónica.

Unas manos me hicieron salir de mi mundo. Pegué un pequeño salto.
-Harry: Tranquila princesa.-Susurró su ronca voz en mi oído lo que me hizo estremecer, me rodeé y colé mis brazos por su cintura para pegarlo a mí.
-Yo: Eres un dormilón.-Reí.
Él agarró mi cara con sus manos y me besó,  el calor de sus labios arropó a los míos, yo apreté mis brazos más a su cintura, mientras el agua caía sobre nosotros. Me separé un poco de sus labios y sonreí en estos.
-Harry: quiero despertar así todos los días.-Dijo su ronca voz encima de mis labios.
No dije nada, presioné mis labios con los suyos, mi boca repasó cada espacio de la suya, sin dejar nada que desear.
Terminamos de ducharnos y nos vestimos. Cogí una camiseta de mi hermano blanca de mangas cortas y un pantalón corto negro de chándal y se los presté a Harry, yo me puse unos shorts cortos azules algo desgastados y me puse una camiseta blanca de tirantes finos que metí por debajo del pantalón, sequé mi pelo y lo deje caer. Cuando terminamos bajamos, allí se encontraban Carlos y mi hermano viendo la TV.
-Yo: Buenos días.-Dije entrando en el salón.
-Harry: Buenas.-Dijo sentándose en el sillón.
-Carlos y Víctor: Buenos días.
Yo me  senté en las piernas de Harry dándole la espalda, este dejo caer su frente en mi esta.
-Carlos: Ahora nos vamos al gimnasio, ¿venís?.-Dijo mirándome sonriente.
Harry golpeó su frente contra mi espalda suavemente, eso quería decir que no tenía ganas.
-Yo: No, hoy quiero pasar el día aquí.-Dije sonriendo.
Carlos asintió  y subió arriba a por sus cosas, cuando bajaron  antes de salir mi hermano llamo a Harry para que fuera a la cocina, me levanté y este fue hasta allí mientras yo me quedé con Carlos.
-Yo: ¿Dormiste bien?
-Carlos: Sí.-Dijo sonriendo. ¿y tú?
Yo recordé todo lo que pasó anoche y no pude evitar soltar una risa tonta.
-Yo: genial.-Sonreí.
Él asintió algo cabizbajo. Estaba un tanto raro y no sabía por qué.
-Carlos: ¿Puedo darte un abrazo? Hace tiempo que no te lo doy.
-Yo: No tienes que pedirlo bobo, anda ven aquí.-Dije abriendo mis brazos en los que pronto cayó él, yo escondí mi cara en su cuello y él me abrazó fuerte por la cintura.
-Carlos: Soy el más feliz por verte bien, porque has superado tu problema con la comida y eso es lo que yo quería.-Susurró.
Lo apreté más fuerte hacia mí, Carlos nunca me traicionó, siempre estuvo ahí, era sin duda el mejor.
-Víctor: Nos vamos ya.-Dijo seco.
Yo me aparté de él y vi como Harry mataba a Carlos con la mirada. Styles estaba celoso.
Carlos me dio un beso en la mejilla y yo le sonreí, después salió con mi hermano por la puerta, ¿Qué hablarían él y Harry? Ambos traían malas caras y mi hermano más aún.
-Yo: Cielo, ¿pasa algo?.-Pregunté acercándome a él.

Narra Harry.

Víctor me llamo y fui hacia la cocina, él se encontraba  con ambas manos apoyadas en la mesa, su cabeza estaba agachada.
-Yo: ¿Qué pasa?.-Dije confuso.
Víctor levanto su cabeza y me miro, su mirada mostraba enfado. Quito las manos de la mesa y se puso frente a mí.
-Víctor: ¿Le has dicho a mi hermana algo de lo ocurrido ayer?.-Dijo serio.
-Harry: Ni loco, no le mencioné nada.-Afirmé.
Él mantuvo silencio unos segundos.
-Víctor: ¿Y qué pasa con la pelea?
-Yo: Iré.-Dije seguro.
Él negó con la cabeza.
-Víctor: ¿Y mi hermana?
-Yo: No tiene porqué enterarse, vamos Víctor, tú sabes bien que ese cabrón tiene que tener su merecido.
-Víctor: Pero no de esa manera, a mí el no me importa, solo lo hago por ti, Sergio está loco, es capaz de todo, ni loco te dejaré ir solo, yo iré contigo quieras o no.-Afirmó.
-Yo: Si vienes tú, ¿con quién se quedará Vero? Eso complicará las cosas.
-Víctor: Ya pensaré algo, será difícil, pero no te dejaré solo, además te recuerdo que yo quiero darle una paliza.
No me quedo más remedio que asentir.
Volvimos al salón.

Narra Verónica.

 Al preguntarle si pasaba algo, noté como se puso nervioso, no sabía lo que decir.
-Harry: Nada pequeña, asuntos de tu hermano y míos, no tienes por qué preocuparte.-Dijo sonriendo. Yo no lo terminé de creer, además ¿asuntos? Esa palabra relacionada con mi hermano no suena nada bien, lo ignoré y llevé a Harry hasta el sofá.
-Yo: Espérame aquí, voy a por el desayuno.-Di un beso en su mejilla y fui a la cocina.
El asintió y puso la televisión.
Cogí la nocilla, tostadas y zumo  y volví al salón, solté las cosas en la pequeña mesa que había al lado.
-Yo: ¿Te gusta la nocilla no?.-Dije riendo.
-Harry: Sí.-Rió.
Cogí una tostada y con el cuchillo unté un poco de nocilla en esta, terminé y se la di a Harry, llené un vaso de zumo para mí.
-Yo: ¿Qué quieres hacer hoy?.-Dije y di un sorbo al zumo.
-Harry: Estar contigo.-Dijo con la boca llena lo que me hizo reír, él rió también mientras hacia muecas con la cara.
-Yo: Tienes chocolate ahí.-Señale la comisura de sus labios dónde había un poco de nocilla.
Me incliné sobre él y  la quité con mi dedo, lo introduje en mi boca y lo lamí.
-Yo: que rico.-Dije sacando el dedo de mi boca. Él se mordió el labio inferior lo que lo hizo muy irresistible.
Terminamos de desayunar y decidimos pasar el día tranquilos en mi casa.

...

 Después de almorzar pusimos una película, Harry puso la cabeza en mis piernas y terminó dormido. Se veía tan tierno que no quería despertarlo, saqué el móvil del bolsillo de mis shorst como pude y me dispuse a sacarle una foto pero el pitido indicándome que tenía un mensaje me detuvo, puse la mano en el altavoz para no despertarlo y después abrí el mensaje de número desconocido, otra vez Sergio.-Pensé.

''Despídete de tu novio, preciosa’’

Cerré el mensaje rápidamente y  metí el móvil en mi pantalón intentando no molestar a Harry. Mi cuerpo entero tembló, un extraño frío invadió todos mis poros, y un nudo de apoderó de mi estomago. Con mi mano comencé a acariciar su suave mejilla mientras observaba detenidamente como dormía con tranquilidad, presa de los nervios comencé a llorar y una lágrima se escapó chochando con su cara, la sequé rápidamente pero de poco sirvió, se despertó, abrió los ojos y me miro con rostro preocupado, yo no pude frenar el llanto y no pude decir nada, él se incorporó rápidamente y se levanto del sofá para ponerse en cuclillas frente a mí, con sus pulgares comenzó a apartar cada lágrimas que caía sin freno, no decía nada, guardó silencio, solo retiraba cada lágrima que caía y sus ojos se clavaron en los míos pidiéndome tranquilidad, agradecí tanto que no dijera nada, yo ni loca el contaría lo que pasaba, el silencio fue la mejor escapatoria. Después de unos minutos así, mi llanto cesó, él se volvió a sentar en el sofá quedando a mi lado, pasó su brazo por mi espalda y posó su mano en mi hombro, el que apretó con fuerza, me apegó a él y yo apoyé mi cabeza en su pecho mientras su brazo me arropaba, con su mano libre tomó la mía, ambas quedaron apoyadas en su muslo. Él silencio siguió haciéndose notar pero como siempre fue un silencio acogedor, mi cabeza subía y bajaba al ritmo de su pecho, él entrelazó sus dedos con los míos y con el otro brazo me mantuvo pegada a él. Sentí su calor en cada célula de mi cuerpo,  la posibilidad de perderlo o que le pasase algo me aterraba, si Sergio se propuso arruinarme la vida, lo está consiguiendo pero bien. Estuvimos un rato así, yo estaba ya calmada, los ojos se me empezaban a cerrar, llorar siempre me produjo sueño, los terminé de cerrar y me dormí sintiendo su protección sobre mí.

Un cosquilleo en mi muñeca me hizo salir de mi tranquilizador sueño, abrí los ojos lentamente y seguía en la misma posición que cuando me dormí, solo que esta vez él soltó la mano que agarraba con fuerza y empezó a acariciar mis cicatrices con la yema de sus dedos, yo subí mi cabeza hasta su hombro y así pude contemplarlo.
Sus lucecitas verdes estaban puestas sobre mi muñeca las que miraba fijamente, yo acerqué mi cara a la suya y di un beso en su mejilla, después volví a apoyar mi cabeza en su hombro manteniendo mi mirada  en él. Él volteo y me sonrió, volvió a fijar su mirada en mi muñeca y mantuvo silencio unos minutos.
-Harry: Has sido fuerte.-Dijo acariciando la cicatriz que me hizo ingresar en el hospital.
-Yo: Gracias a ti.-Susurré.
-Harry: No princesa *volteo para mirarme* yo no estuve aquí en tus meses de rehabilitación, tu solita saliste de esta, yo sabía que lo harías porque yo creí en ti.-Dijo clavando sus verdes ojos en los míos.
-Yo: No estuviste físicamente pero estuviste conmigo de algún modo u otro, solo tú creíste en mi, tú me hiciste creer en mí misma, todo esto es gracias a ti.
Él no dijo nada acercó su boca a la mía y la besó con ternura, sin lenguas de por medio, solo sus labios recorriendo cada milímetro de los míos con suavidad. La mano que acariciaba hace unos segundos mis cicatrices pasó a mi mejilla, sus pulgares rozaban mi delicada piel con delicadeza  mientras sus labios sanaban todo tipo de dolor que habitaba en mi interior.
Se separó un poco de mí y yo sonreí en sus labios, volvió a dar un cálido beso y se incorporó, volvió a apretar mi mano con fuerza, cogió aire.
-Harry: ¿Por qué llorabas?.-Dijo con la vista perdida.
Yo volví a apoyar mi cabeza en su hombro mientras lo observaba, su cara mostraba preocupación. Yo no sabía que decir o que hacer.
-Yo: Te vi dormido encima de mí, te veías tan tierno, tan tranquilo, tan pacífico, por un momento tuve miedo de perderte.-Susurré mientras acariciaba su mano con mi pulgar intentando aparentar normalidad.
Él volteo su rostro hasta encontrarse con el mío, sus ojos miraron con tranquilidad  los míos.
-Harry: No tengas miedo, no me voy a ir, nunca.-Dijo serio y después me sonrió cosa que me tranquilizo.
….

-Víctor: Ya estamos aquí.-Gritó.
-Yo: Nosotros estamos cenando.-Respondí desde la cocina.
A los pocos segundos él y Carlos entraron dentro con caras raras, parecían ¿Ebrios? Dios mío.
Ambos se sentaron en las sillas que quedaban frente a nosotros,  mientras se rían a saber de qué.
Harry me miró con cara de confusión, yo le sonreí.
-Yo: Claramente, están ebrios.-Reí
Él rió y siguió comiendo de su lasaña.
-Yo: Víctor,  no habéis venido a casa, ¿dónde habéis estado todo el día?.-Dije dando un sorbo de mi zumo.
Él miro a Carlos y ambos rieron, me ponían de los nervios.
-Víctor: Estuvimos todo el día por ahí.-Dijo riendo.
Yo mire a Carlos para obtener otra respuesta y este negó con la cabeza mientras reía.
Yo los ignoré, ellos ya son grandecitos, Harry y yo terminamos de comer y recogimos.
-Yo: Nos vamos a dormir, daos una ducha bien fría y acostaos anda.-Dije cogiendo a Harry de la mano y caminando en dirección a las escaleras, ellos asintieron, no sé si lograron a entender lo que les dije, estaban en un estado  deprimente. Subimos hasta mi habitación y ambos nos cambiamos, bueno yo, porque él solo se quitó la ropa hasta quedar en bóxers,  se metió en la cama y yo decidí bajar a bajo haber en qué estado estaban estos dos.
-Yo: Mi amor, voy abajo haber como están estos.-Suspiré.
Él asintió y yo salí de allí.

Narra Harry.

No sé que le podía pasar a Vero, desde que hoy lloró estoy preocupado, no me creía mucho eso que me dijo, ya la conocía perfectamente, pero no quería discutir y por eso dejé el tema.
 Mientras ella salió yo cogí su móvil para ver la hora ya que el mío lo había dejado abajo, eran las 10. Cuando iba a soltar el móvil en la mesita un pitido me frenó, lo miré y era un mensaje de número desconocido. ¿desconocido? Algo me huele mal, sé que esto no está bien pero quizás abriéndolo pondría respuesta a todas mis preguntas.
Abrí el mensaje.

''Cómo alguien se entere de los mensajes lo vas a pasar muy mal’’

¿Mensajes?¿Había más? Me metí en mensajería y efectivamente había dos más.

''Lo has hecho muy mal muñeca, ahora la vas a pagar’’

''Despídete de tu novio, preciosa’’

Maldita sea, esto solo podía ser de Sergio, seguía molestándola, por eso lloraba, tenía unas ganas terribles de partirle la cara, yo tenía que protegerla, si algo le pasa yo me muero. Escuché unos pasos, cerré los mensajes y dejé el móvil en la mesita y me incorporé quedando sentado, intenté calmarme para que no se diera cuenta de nada.

Narra Verónica.

Después de dejar a Carlos y a mi hermano en el baño volví a la habitación. Mi ángel estaba en la cama, fui hacia él y me senté a su lado. Lo notaba raro, su cara había cambiado, mostraba preocupación.
-Yo: ¿Pasa algo?.-Pregunté haciéndolo salir del trance.
Él me miro  y se puso algo nervioso, paso una mano por su cabello un par de veces y después hablo.
-Harry: Nada pequeña.-Dijo serio.
Yo sentí poco convencida, desde ayer estaba raro, algo pasaba.
Él se tumbó mientras sus ojos se clavaban en los míos.
-Harry: Abrázame, por favor.-Suplicó.
¿Qué estaba pasando?¿Que le pasaba? Me estaba empezando a angustiar. Sin pensármelo dos veces me tumbé  y me aferré a él, mi cabeza cayó sobre su pecho que subía y bajaba algo agitado, una de mis manos fueron a su vientre, el que acariciaba con la yema de mis dedos para calmarlo, y puse una de mis piernas sobre las suyas. Él alargó su largo brazo y cogió la sábana arropándonos, volvió a tumbarse, un silencio algo extraño nos arropaba, era raro, nuestros silencios siempre fueron cómodos. Uno de sus brazos que pasaba por mi espalda y me cogía pro la cintura me apretó con fuerza a él, su cuerpo encajaba perfectamente con el mío. Mi mano se paseaba por todo su torso.
-Harry: Te amo.-Susurró su ronca voz en mi cabeza.
Yo alcé mi cabeza y me encontré con sus ojos clavados en mí, me acerqué a su boca y lo besé, fue un beso lento, cargado de sentimientos, emociones, mil sensaciones, todo lo que me transportaba a otro lugar. Paré por falta de aire pero me mantuve quieta a escasos milímetros de su boca. Su respiración se calmó, oleadas de aire caliente pegaban en mi boca, una droga entraba por mis fosas nasales, su maldito aliento me hacía flotar.
-Harry: Gracias.-Susurró en mis labios.
-Yo: ¿Por qué?.-Dije en estos.
Él sonrió y después me dio un corto beso.
-Harry: Por darme ese beso.-Dijo calmado.
-Yo: Te quiero.-Dije y volví a besarlo, cuando paré volví a mi posición de antes, deje caer mi cabeza en su pecho que ahora subía y bajaba calmado.
-Harry: Descansa tranquila, yo estaré contigo protegiéndote.-Susurró mientras acariciaba mi pelo con su mano libre.

Solo recuerdo que cerré los ojos y dormí velada por él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario