miércoles, 21 de agosto de 2013

Capítulo 66.

CAPÍTULO 66.
Narra Liam.

Ya solo quedaba media hora de vuelo y estaríamos en Málaga, yo iba sentando junto a Niall que después de comerse medio avión cayó dormido, su cabeza caía sobre la ventana, me hacía bastante gracia la extraña postura que tenía. Yo me aburría un poco, estuve un rato con el móvil, en twitter  pero me cansé, además tenía a una mujer al otro lado que no hacía otra cosa que mirarme, debería de saber quién soy, y por eso me miraba, pero me estaba poniendo nervioso. Delante nuestra iban Harry y Vero, había estado bastante pendiente de ellos, oí como ambos reían, se besaban, hablaban cosas sin sentido, vi como.. se amaban. Y yo me sentía.. ¿celoso?¿molesto?¿triste? No sé lo que me está pasando, desde que me despedí de ella en el aeropuerto no pude dejar de pensarla, de extrañarla, de quererla ver y asegurarme de que se curaba, tenía una necesidad loca de verla, pero yo no podía poner en riesgo mi amistad con Harry, no.. no podía ¿o sí? Yo no soy dueño de mis sentimientos, no puedo controlar esto que siento y a veces me da miedo, no quiero perderla a ella por esto, y menos perder mi amistad con Harry, es como un hermano, joder, me estaba volviendo loco.
Una voz bastante conocida me sacó de mis problemas.
-Verónica: ¿En qué piensas tan concentrado?.-Dijo mirando por el hueco que separa los asientos.
No sabía que decir, me pilló por sorpresa.
-Yo: Nada, echo de menos a mi familia.-Mentí cabizbajo, no quería mentirle, pero ¿iba a decirle que estaba mal porque la empezaba a querer? No.
-Verónica: ¿Te sientas conmigo?.-Pregunto haciendo pucheros.
-Yo: ¿Y Harry?.Dije confuso.
-Verónica: Nada, lo llamó mi hermano y se fue un rato con él.-Suspiró.
No me lo pensé más veces y me senté con ella.
-Verónica: ¿Quieres?.-Dijo ofreciéndome la bolsa de patatas.
-Liam: Va*no me dejo terminar*.
Metió una patata en mi boca mientras reía como una niña pequeña.
-Liam: Aseguraté de no matarme la próxima vez.-Dije masticando.
Ella volvió a reír mientras comía.
-Yo: Lo tenía que hacer.-Dijo terminando de reír.
Yo fije mi mirada en una de sus manos, lleve mis ojos a su muñeca y observé las cicatrices.
-Liam: ¿me das la mano?.-Susurré.
-Yo: Claro.-Dicho esto tome su mano y pase mis dedos por sus cicatrices.
-Liam: ¿recuerdas lo que te dije antes de irme?.-Dije volviendo mi mirada a su rostro.
-Yo: Sí, que cuando pasase el tiempo y las viera comprendería que fui fuerte.-Dijo con una tierna sonrisa.
-Liam: Lo eres.-Sonreí apretando su mano.
Un carraspeó nos interrumpió, voltee y ahí estaba Harry que me miraba con cara de pocos amigos.
-Harry: ¿puedo sentarme en mi sitio?.-Dijo seco.
Yo entendí que sobraba ahí, volví  a apretar su mano por última vez y la mire, ella me sonrió y se dio cuenta de mi tristeza por la actitud de Harry, su mirada me dijo que no le diera importancia que todo estaría bien, le sonreí y me levante ante la mirada de Harry.
Volví a mi sitio e intenté dormir un rato.

Narra Harry.

-Yo: No tardas nada en buscarme suplente.-Dije sentándome de nuevo a su lado.
-Verónica: No me dejes sola.-Dijo seca.
Yo guardé silencio y eche mi cabeza hacia atrás, apoyándola en el asiento.
-Verónica: No me gustan tus celos obsesivos.-Dijo agarrando mi mano, su calor me traspasó.
-Yo: No estoy celoso.-Dije riendo para parecer creíble.
Ella negó con la cabeza y suspiró.
-Yo: Quiero patatas.-Dije intentando cambiar el dichoso tema.
-Verónica: No quiero darte.-Rió escondiendo la bolsa detrás de su espalda.
-Yo: Por favor.-Dije haciendo pucheros, eso no fallaba.
Ella sacó una patata y la acercó a mi boca.
-Verónica: Abre.-Ordenó y así hice, abrí la boca y ella dejo la patata en esta.
-Yo: ¿Me perdonas?.-Dije poniendo mi  mano encima de la suya que estaba apoyada en el asiento.
Ella me miro y me sonrió, con su perfecta sonrisa.
-Verónica: Nunca podría enfadarme contigo.-Suspiró mientras reía.
Yo me acerque a ella y la bese, mis labios querían sentir a los suyos con necesidad.
-Yo: te quiero.-Susurré.
-Verónica: Y yo.-Dijo y dio un beso en mi mejilla.

Narra Verónica.

Por fin llegamos, fuimos a casa de mis abuelos, les presenté a los chicos y a Harry como mi pareja, él estaba un poco cortado, pero era normal, no me imagino si me presentara él a Anne y a su hermana, moriría. Niall hizo buenas migas con mi abuelo, pues él siempre fue así, por muchos años que pasarán seguía sintiéndose joven y eso era de admirar. Después de desayunar allí decidimos ir a la casa dónde estaríamos estos días.
-Niall: Que grande, tiene piscina y todo.-Dijo mientras observaba el lugar detenidamente.
-Víctor: Mis abuelos se las gastan bien.-Rió.
-Yo: Deja de presumir.-Reí.
-Víctor: Yo no sé vosotros pero yo tengo ganas de un chapuzón.
-Yo: Primero ordena tus cosas y luego te remojas todo lo que quieras.-Ordené.
-Víctor: De acuerdo madre.-Vaciló.
Liam, Niall y Harry reían ante nuestra escenita.
Yo los fulminé con la mirada y todos aguantaron la risa.
Después de esto, cada uno fuimos a nuestras respectivas habitaciones, yo compartía una con Harry,  Víctor solo y Niall con Liam. Decidieron dedicar la mañana a la piscina, cuando todos bajaron yo subí a la habitación, aunque quisiera ir con ellos algo me lo impedía, hacía mucho tiempo, años diría yo que no me ponía en bikini y mucho menos delante de hombres, no me sentía segura todavía para hacerlo. El sonido de la puerta me sacó del trance.
Abrí y ahí estaba mi ángel, apoyado en el marco de la puerta, con un bañador negro, todo su torso al aire, sus rizos alborotados, y una sonrisa de oreja a oreja.
-Harry: ¿Por qué no vienes?.-Dijo entrando en la habitación.
-Yo: Pues porque.. *balbuceé* no tengo ganas.-Mentí.
Él se acercó a mí y paso sus brazos por mi cintura, pegándome a él.
-Harry: ¿te dijeron alguna vez que mientes muy mal?.-Dijo riendo.
-Yo ¿Quién te dijo que miento?.-Dije seria.
-Harry: Tus ojos.-Dijo mirándolos fijamente.
Yo guarde silencio, solo nos mirábamos.
-Harry: no tienes que avergonzarte de nada, y mucho menos de tu cuerpo *cogió mi cara con sus manos* Vero eres perfecta.-Susurró llenándome de vida con sus luces verdes.
-Yo: Yo no..*me interrumpió* junto sus tiernos labios con los míos que ardieron al roce, fue un beso lento, lleno de amor, sus labios exploraron cada dimensión de los míos sin dejar nada que desear.
-Harry: Ahora ponte un bikini y vamos.-Susurró.
-Yo: ¿no tengo otra opción no?.-Suspiré y él negó con la cabeza.
-Harry: Te espero en la puerta.-Dijo y me soltó de su agarre.
Yo fui a mi maleta y busque el bikini, me quite la ropa y me lo puse, era azul cielo de palabra de honor, me lo compró mi padre el año que murió, el azul siempre fue su color favorito y el mío, recuerdo sus palabras.

''Ahora te estará grande, pero dentro de unos años, podrás llevarlo y yo podré ver lo hermosa que te verás con él’’.

Una lágrima cayó por mi mejilla, rápidamente la quité, no quería llorar y muchos menos que Harry se diera cuenta. Me miré al espejo  y recogí mi pelo en una cola alta, cogí el móvil, respiré hondo y salí, ahí me esperaba Harry, cuando me vio, me observo de los pies a la cabeza y vi como mordía su labio inferior, yo enseguida me ruboricé.
-Harry: Preciosa.-Sonrió.
-Yo: Idiota.-Reí.
Tomó mi mano  bajamos abajo, mi hermano y Niall se hacían ahogadillas como posesos y Liam los observaba sentado en el borde, remojando sus pies mientras reía.
-Harry: Suelta el móvil.-Ordenó.
Fui y lo solté en la mesa de madera que había por allí, él vino hacia a mí, coló uno de sus fuertes brazos por mis muslos y otro por mi espalda, mientras caminaba conmigo a cuestas hacía la piscina.
-Yo: Ni se te ocurra.-Amenacé.
Él rió y se paro en el borde de la piscina, un poco separados de dónde estaba Liam el que fijo su mirada en nosotros.
Un salto de mi novio y ambos estábamos remojados hasta la cabeza. Yo solté mi pelo de la presión de la gomilla y me sumergí en el agua para mojarlo entero, salí y ahí estaba él, riéndose a más no poder, algunos rizos mojados caían sobre su frente haciéndolo irresistible.
-Yo: Te odio.-Dije aguantando las ganas de reír.
-Harry: No.-Dijo seguro.
-Yo: Sí.-En ese momento noté unos brazos acorralar a mi cintura voltee la cabeza y era Víctor, no dios, sabía lo que vendría a continuación.
Intente zafarme de su agarre pero fue inútil, no puedo competir con un entrenador de gimnasio.
Sin más aviso me sumergió en el agua durante largos segundos, dónde yo me ahogaba pero él poco hizo por sacarme, hasta que pellizque su pierna por debajo de él agua y este me soltó, yo salí a la superficie algo agitada, mis pulmones necesitaban oxígeno rápidamente.
-Yo: Eres un bestia.-Dije matándolo con la mirada.
-Víctor: y tú una tonta.-Rió.
Yo suspiré y me salí enfadada del agua mientras Harry me llamaba pero lo ignoré. Fui hacía la toalla y me tumbe boca abajo, dejando que el sol secara todas las micro gotas de agua que había en mi cuerpo.
Un gran peso encima de mi cuerpo me hizo salir de mi completa relajación.
-Harry: ¿Estas enfadada?.-Su ronca voz susurró en mi nuca.
-Yo: No.-Dije pesada.-Me estas aplastando Harry.-Reí.
-Harry: no quiero bajarme, estoy bien aquí.-Dijo apoyando su cara en mi espalda. Sus rizo mojados se pagaron a mi piel, su cuerpo mojado humedeció al mío.
-Yo: Bien, luego serás tú él culpable de mi muerte.-Reí.
Él hizo caso y a regañadientes se tumbo en su toalla que estaba justo al lado de la mía, se puso boca arriba y estiró sus brazos, el sol golpeaba cada milímetro de su cuerpo con dureza.
-Yo: Échate crema.-Dije dándole el bote.
-Harry: Pónmela tú.-Susurró.
Yo negué con la cabeza y me incorporé, me senté en sus muslos y eché un poco de crema en mis manos. Comencé a pasar mis manos por su pecho, pasando por sus hombros, sus ojos no se apartaban de mí, baje por su abdomen hasta llegar por debajo de su ombligo, ahí me paré rápidamente y el rió.
-Harry: Podrías seguir, pero no creo que ellos quieran verlo.-Rió.
Yo negué con la cabeza y reí, terminé por sus piernas y volví a mi toalla, él se puso las gafas de sol, pretendía tostarse y terminar como una gamba.
Yo me levanté y decidí ir al agua, Niall estaba en el bordillo con Liam y mi hermano se hacía largos sin parar, está obsesionado con el deporte, Liam volteo y me miró fijamente, yo me ruboricé un poco y el rió.
Me acerqué y me senté a su lado.
-Liam: Te ves muy bien.-Dijo sonriendo.
-Yo: Tú me ves con buenos ojos.-Reí.
-Liam : Niall ¿a que está bien?.-Dijo señalándome.-Niall me miró y sonrió.
-Niall: Increíble.-Yo me moría de la vergüenza, mis mejilla estarían más rojas que un tomate, ellos vieron mi reacción y chocaron la mano.
-Yo: Par de idiotas.-Suspiré dejando mi vista perdida en el agua.
-Liam: No te enfades.-Dijo acariciando mi brazo.
-Yo: Si me traes una coca-cola quizás te perdone.-Reí.
Él se levantó y se fue, supongo que a por el refresco.
Niall me miró, en su mirada no  había nada bueno, o corría o terminaría ahogada por él, me levanté y cuando me dispuse a correr sus brazos me atraparon, me lanzó al agua y después se tiró él, nadó hasta a mí y con sus brazos me sumergió bajo el agua, una vez más, varios segundos de agonía y sus mismo brazos me sacaron a la superficie. Vi a mi hermano en el otro lado como reía.
-Yo: Cómo os odio a todos.-Bufé.
Salí rápidamente del agua, con mis manos estrujé mi pelo cual esponja, este goteaba todo el agua que sobraba que terminaba en el suelo o en mi pies,  Liam apareció con mi refresco, era tan adorable.
-Liam: Por lo que veo, Niall hizo de la suyas.-Dijo observando mi cuerpo mojado mientras reía.
-Yo:  Y por lo que veo tú te has ganado que te perdone.-Sonreí arrebatandóle la lata de las manos. Lo observé detenidamente y pensé en ser mala, lo empaparía.
Sin que él pudiera reaccionar, solté el refresco en el suelo y me abalancé sobre él, lo abrace como si  se tratase de un oso, mientras su piel seca se humedecía con la mía mojada.
-Liam: Dios, que fría.-Dijo riendo.

Me separé de él y reí victoriosa, en ese momento oí un portazo, voltee y Harry no estaba en la toalla, y la puerta que unía el jardín con el interior estaba cerrada, no lo pensé y salí tras él..

No hay comentarios:

Publicar un comentario