Capítulo 29.

CAPÍTULO 29. ‘’Ella’’.

Narra Víctor.

Me desperté con un fuerte dolor de espalda, mis huesos ya se empezaban a resentir, después de llevar 4 días durmiendo en este maldito sillón incómodo, pero no iba a moverme de aquí.

Me incorporé, miré mi reloj y marcaba las 9 en punto, miré a mi hermana, ella seguía en su profundo sueño. Yo decidí salir a la puerta a fumar, antes de esto me acerqué a ella y dejé un beso en su frente.

''Buenos días princesa’’ , le susurré.

Dicho esto, me puse mi camiseta y salí fuera.

…

Estaba sentado en el escalón de la entrada  con el cigarrillo en la mano, hoy es cuando los chicos irían a ver a mi hermana, estaba muy nervioso, no sé como ella iba a reaccionar.

Tras un par de caladas, vi aparcar un furgón negro bastante grande, miré bien y eran ellos, los chicos ya venían, seguro a despertar a Harry y pasar el día con él. Yo di la última calada, me levanté me quité mis rayban negras, tiré la colilla al suelo y la pisé.

Ellos 5 venían con el tipo grande, pues así lo llamaba, el famoso Paul.

Paul se me quedó mirando mientras todos se acercaban y pronto me reconoció.

-Paul: Víctor! ¿Qué tal?-Dijo estrechando su mano con la mía.

-Yo: Cómo todas las mañanas.-Dije cabizbajo.

-Paul: Tu hermana es la famosa Verónica?

-Yo: famosa?-Dije desconcertado.

-Paul: oh, no pienses mal, es solo que los chicos hablan mucho de ella y hoy van a ir a verla, dicen que está muy mal, lo siento, seguro que se recupera.-Dijo  palmoteando mi hombro.

-Yo: Gracias.-Dije mirándolo.

Se acercaron los chicos.

-Todos: Hola!-Dijeron  al unísono y con una sonrisa.

-Yo: Hola chicos.

Después de estar un rato hablando con ellos, me dijeron que después del almorzar subirían a ver a mi hermana, entonces yo quedé con ellos en el restaurante para almorzar y después subirnos a la habitación. Me despedí de ellos que se iban con Harry y yo volví con mi hermana.

Narra Harry.

La verdad que lo estaba pasando genial con los chicos aquí, tener a mis hermanos aquí haciéndome compañía es de agradecer. Mientras ellos hacían el tonto, yo mire el reloj de la pared, marcaba las 1 en punto, no vía la hora de ir a verla. A penas había dormido pensando en esto. Los chicos me dijeron que quedaron con Víctor, el hermano de  Verónica para almorzar y después pasarían a por mí para ir a verla. Ellos se fueron y a los pocos minutos me trajeron el almuerzo. Pescado, no es que lo odiara pero si te lo ponían casi crudo pues un poco sí que lo odiaba. No comí nada, aparte de estar asqueroso tampoco podía  comer, tenía un nudo en el estomago, nervios, diría yo. Solo me bebí el zumo. La enfermera llegó y se llevó la bandeja. Yo me tumbé y me quedé en blanco mirando al techo. De repente me acordé de la chica que vi ayer, como me aburría y sabía que estos tardarían decidí ir a verla.

Después de unos minutos caminando llegué a su habitación, toqué antes de entrar por si había alguien pero nadie contestó asique entré y cerré la puerta sin hacer mucho ruido.

Y ahí estaba ella otra vez, en su profundo sueño, su rostro pálido y con esa imagen tan triste.

No entiendo porque estaba sola, las dos veces que había venido la había encontrado sola. Era extraño *pensé*

Me acerqué y me senté en el borde de la cama, a su lado, como ayer.

Cogí una de sus manos y la puse entre las mías,  la temperatura era la misma de ayer. Nuevamente sentí ese escalofrío invadir mi cuerpo al roce de su piel con la mía. Empecé a observarla, era muy guapa, a pesar de estar así pálida se veía hermosa.

Después de unos minutos allí pensé en irme, los chicos estarían a punto de llegar. Puse su mano en la cama con delicadeza y seguidamente me acerqué  a su oído ''eres hermosa’’ susurré. Dicho esto deposité un beso en su frente y salí de allí.

Narra Víctor.

El almuerzo fue bastante entretenido, estuve hablando con los chicos y la verdad que eran personas muy sencillas y acogedoras, conmigo y mi hermana se estaban portando genial. Terminamos de comer y Zayn y yo salimos a la puerta a fumar,  los demás nos esperarían en la habitación de Harry.

Ya en la calle..

-Yo: ¿Tienes fuego?-Pregunté.

-Zayn: Sí, toma.-Dijo dándome el mechero, yo me lo había olvidado en la habitación.

-Yo: Gracias.-Se lo devolví.

Estuvimos unos minutos en silencio, solo se escuchaban caladas y el humo que salía de nuestras bocas.

Hasta que Zayn rompió el silencio.

-Zayn: La quieres mucho, verdad?-Dijo después de dar una calada a su cigarrillo y con la mirada perdida.

-Yo: Es mi vida.-Dije con seguridad. ¿Por qué lo preguntas?

-Zayn: Por qué se nota que la quieres,  nadie hace lo que tú hiciste por ella *supongo que se refería a la carta* podías haberte metido en graves problemas y aún así no te importó.

-Yo: No, no me importaba, solo me importaba ella.

Él sonrió.

Habían pasado ya 15 minutos y decidimos volver arriba, ya que no estaban esperando..