CAPÍTULO 51. ‘’Malos
entendidos’’.
Narra Verónica.
El sonido de mi móvil me sacó de mi sueño. Abrí los ojos sin
ganas y cogí el móvil, un mensaje de número desconocido, extraño.-Pensé.
Abrí el mensaje.
''Lo has hecho muy mal
muñeca, ahora la vas a pagar’’
Mi manos comenzaron a temblar, esto solo podía ser de
Sergio. El miedo se apoderó de todo mi cuerpo. Solté el móvil y bajé a bajo,
cuando llegué vi a mi hermano con ¿Nick?
¿Qué hacia ese aquí? Yo solo necesitaba desahogarme con mi hermano y
ahora no podría, tendría que tragarme al baboso de Nick.
-Yo: Víctor.-Dije seca.
Ambos se voltearon, Nick me lanzó una sonrisa pícara, cosa
que a mí me produjo arcadas.
Lo ignoré y me acerqué a mi hermano, lo cogí del brazo y lo
llevé a la cocina.
-Yo: ¿Se puede saber que cojones hace ese aquí?.-Dije
clavando mi mirada en la suya.
-Víctor: Eh, cálmate.-dijo soltándose de su agarre. Él ha
venido por unos temas del gimnasio, nada más, ¿Qué tienes en contra de ese
chico?
-Yo: Que es un baboso, desde aquel día que lo vi en el gimnasio
me mira descarado, y me dice cosas que no me agradan.-Bufé.
-Víctor: Pasa de él simplemente, estoy yo aquí, no va a
decirte nada.
Yo refunfuñé y volví al salón con él, me senté al lado de
Nick, él me guiñó un ojo, yo lo ignoré, mientras él y mi hermano hablaban yo no
dejaba de darle vueltas a ese mensaje.
Miré el reloj del plasma y
me di cuenta de que eran las 9.
-Yo: Víctor, ¿me he pasado toda la tarde durmiendo?
-Víctor: Sí, ¿estabas muy cansada, anoche no dormiste o
qué?-Rió y yo lo fulminé con la mirada.
De repente el timbre sonó y mi hermano fue a abrir. Genial
ahora me deja con este inútil sola.
Este puso su mano en mi muslo, mi cuerpo entero se tensó, no
estaba para gilipolleces.
-Yo: no me toques.-Dije seria.
Él quitó su mano de mi pierna.
-Nick: Vamos preciosa, ¿Qué te pasa? Dijo acercando su boca
a la mía, yo puse mis manos en su pecho y lo empujé para atrás. En ese momento
oí unos pasos cerca, voltee y me encontré con mi ángel. Su cara se puso pálida,
dio un paso hacia atrás y negó con la cabeza, ¿estaba decepcionado? Oh mierda,
claro, había visto la escenita con Nick
y había malinterpretado las cosas.
-Harry: No pinto nada aquí, me voy.-Dijo eso y salió por la
puerta, yo me levanté seguidamente y salí tras él, cuando salí a la calle él
estaba apoyado en el capó del furgón, con sus puños, su cabeza estaba agachada,
fui hacia él decidida, puse una de mis manos en su hombro y él subió la cabeza
hasta encontrarse con mis ojos. Su mirada era triste..
-Yo: Mi amor, no es lo que piensas, es un baboso que conocí
en el gimnasio, no lo soporto, y ha venido a mi casa a hablar algo de el
gimnasio con mi hermano, él ha ido a abrir la puerta y me ha dejado con él y él
ha intentado besarme, yo solo lo aparté, por favor, creemé, puedes preguntarle
a mi hermano.-Dije ahogada en lágrimas.
Él se incorporó y me atrapó con sus brazos, yo escondí mi
cabeza en su cuello, volví a sentir su calor, su olor, su respiración, no podía
estar mal con él.
-Harry: tranquila princesa, yo te creo. *cogió mi cara entre
sus manos* perdóname tu a mí, no quise gritarte, me deje llevar por la rabia, lo
siento.-Sus ojos me miraban fijamente, sus luces verdes volvieron a ser las de
antes, me iluminaban, sus palabras eran sinceras.
No lo pensé más, junté mis labios con los suyos, mi llanto
freno al instante que nuestras bocas se unieron, él bajo sus brazos a mi
cintura, apretándome a él, mis manos se fueron a su cuello, acariciándolo,
nuestras lenguas chocaban, jugaban, se amaban,
cuando no podíamos respirar nos separamos, nuestras bocas quedaron a
unos milímetros, una sonrisa se formó en mi boca, su respiración chocaba con la
mía.
-Yo: Quédate esta noche conmigo.-Dije en sus labios.
Él sonrió encima de los míos y me volvió a besar. Tomé su mano y fuimos hasta mi casa, cuando entramos aún
estaba Nick allí, yo lo miré con asco y noté como Harry se tensó, yo apreté su
mano para tranquilizarle y lo lleve hasta las escaleras.
-Harry: Nena, sube tú, tengo que decirle algo a tu hermano,
enseguida subo.-Dicho esto depósito un cálido beso en mis labios, yo hice caso
y subí a mi habitación, me senté en la cama a esperarlo.
Narra Harry.
Le dejaría las cosas bien claras al tipo ese, fui decidido
hasta el salón, Víctor me miró confundido, yo me acerqué al otro y lo cogí por
los cuellos de su camiseta.
-Harry: No la vuelvas a
mirar, no la vuelvas a tocar, como te vuelvas a acercar a ella te
buscaré.-Escupí mientras mis ojos lo atravesaban. Él no dijo nada, lo solté con
desprecio y subí hacia arriba.
Narra Verónica.
Harry ya se tardaba, me pregunto que sería lo que tenía que
hablar con mi hermano, apoyé mi cabeza
en el cabezal de la cama y crucé mis piernas. A los pocos minutos, él entro. Yo
le mire y sonreí.
-Yo: Ven, quiero hablar contigo.-Dije indicándole que vienese a mi lado.
Él sonrió y se acercó, se quitó los zapatos y se sentó a mi
lado, sin decir nada, un silencio nos secuestró unos minutos, para después él
romperlo.
-Harry: Cuéntame.-Dijo mirándome. Su mirada se volvió
cálida, volvió a ser la de siempre.
Yo me incorporé y me senté quedando frente a él.
-Yo: Es sobre Sergio, bueno..*balbuceé* antes de que mi
padre muriera, hace tres años aproximadamente, él y yo empezamos a salir, él siempre fue el aclamado por todas
en el instituto, el guapo, me pareció extraño que se fijara en mí, yo como una
tonta me tragué todas sus mentiras, todos sus ''te quiero’’ *Tragué saliva* él
cogió una de mis manos y empezó a acariciarla con su pulgar, eso me
tranquilizó. Me tragué cada una de sus mentiras, no llegué a enamorarme, pero
sí que lo quise. Un día quedamos en su
casa, sus padres no estaban, él me llevo a su habitación y comenzó a besarme
*las lágrimas comenzaron a caer* Harry apretó mi mano con fuerza mientras
apretaba sus labios. Me besaba, empezó a tocarme, yo ya sabía lo que él quería
pero yo no estaba preparada, le dije que parara y no hizo caso, siguió, con las
pocas fuerzas que yo tenía le pegué una patada en el estomago y pude salir de
la cama, pero él me pegó a la pared y comenzó a golpearme por no querer tener
sexo con él. Después de golpearme me dejó en la calle. Desde ese día no supe
nada él, hasta el día que entré en coma, mi hermano fue a buscaros y yo me
quede sola, no sé cómo él me encontró, y
vino, me amenazó y me golpeo en la cabeza lo que me hizo entrar en coma. Cuando
tú te fuiste, él volvió a venir al hospital, y me advirtió que te dejara o algo
malo te pasaría. Me dijo que yo solo podía ser de él. Él día que fui al
gimnasio, él día que te mande el último mensaje, decidí volver sola a casa, y
él me atrapó en un callejón, dónde intento violarme, pero llegó Nick y lo
detuvo, me dijo que te mataría, Harry, que te mataría.-No pude seguir las
lágrimas me ahogaban al recordar todo aquello, Harry me cogió y me sentó sobre
su cadera yo me incliné y me deje caer en su pecho mientras lloraba
desconsoladamente y él me abrazaba con fuerza.
-Harry: Te juro que lo pagará, no tengas miedo, no dejare
que nada malo te pase, no llores mi amor.-Dijo acariciando mi pelo con una
mano.
Yo no dije nada, solo quería que me abrazase y desahogarme
con él. Cuando mi llanto frenó me separé de él y cogí su cara entre mis manos.
-Yo: Gracias por escucharme, pero, por favor, no hagas nada,
Sergio está loco y es capaz de cualquier cosa, yo no soportaría que a ti *me
interrumpió*
-Harry: Nena no va a pasarme nada, tranquila, confía en mí,
te amo.-Dijo acercándose a mis labios para besarlos con fuerza.
-Yo: Te amo.
Una voz interrumpió el lindo momento.
-Víctor: HAN LLEGADO LAS PIZZAS, A CENAR.-Gritó.
Harry y yo reímos.
-Harry: Será mejor que vayamos, no comí nada después de tus
huevos.-Rió.
-Yo: Idiota *negué con la cabeza* vamos.
Ambos fuimos cogidos de la mano hasta la cocina dónde se
encontraba mi hermano con cara de pocos amigos..
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