domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 61.

CAPÍTULO 61.
Narra Verónica.

Los rayos de sol golpeaban con fuerte mis ojos cerrados, intenté ignorarlo pero no sirvió, tuve que abrirlos, estaba sudando, claro tenía completamente pegado a mí a Harry, su cara estaba aplastada en mi nuca y su brazos me sujetaban con una fuerza sobre natural a él, sus piernas estaban enredadas con las mías. Puse mi vista en la mano que apretaba mi vientre, sus nudillos estaban rojos, pase la yema de mis dedos por estos, su piel estaba irritada, note un gruñido en mi nuca, le dolió.

Narra Harry.

-Harry: NO TE LA LLEVES, NO LE HAGAS DAÑO.-Grité desesperado  mientras un tipo me arrebataba a mi princesa de los brazos y se la llevaba, ella gritaba mi nombre, pedía ayuda, yo intenté salir corriendo tras ellos pero no pude alcanzarlos, mi cuerpo no se movía, mis piernas estaban paralizadas y Vero cada vez estaba más lejos de mí, aquel tipo se la llevó por aquel callejón oscuro.
-Verónica: HARRY, PORFAVOR, AYÚDAME.
Podía oír sus gritos en mi cabeza que me estaban atormentando.
Pude ver como aquel tipo arrancaba mi colgante de su cuello y lo tiraba al suelo.
Intenté moverme de nuevo pero fue inútil, no tenía fuerzas para correr a salvarla.
-Verónica:  HARRY TE QUIERO.-Grito antes de desaparecer en ese túnel negro.
Ese grito es lo último que escuché de ella, no sentía su cuerpo entre mis brazos, su calor ya no me daba fuerzas, no sentía su presencia, ni su olor, me la arrebataron, se la llevaron,  un dolor interno se apoderó de mí, mi corazón se desgarró, me sentía muerto, sin ella a mi lado no podía vivir, ella era la fuerza, la energía, cada sonrisa y cada lágrima, ella..es mi vida y ahora me la quitaron y no pude hacer nada.
-Yo: NO TE VAYAS POR FAVOR, PEQUEÑA VUELVE.-Grité entre lágrimas, pero ella nunca volvió.

Narra Verónica.

Decidí quedarme quieta hasta que él despertase, no quería despertarlo antes de tiempo, me quedé sintiendo su calor, aunque ambos estábamos sudando, era agradable sentirlo así sobre mi, me sentía segura, nada malo podría pasar. Al cabo de unos minutos noté como mi nuca se humedecía, eran ¿lágrimas? ¿estaba llorando? Intenté rodearme para verlo pero no me dejó cuando me moví él me apretó con fuerza con su brazo  impidiendo que me separase de él, comenzó a sollozar mi nombre, estaba teniendo una pesadilla pero no me dejaba moverme, no podía despertarlo.
-Harry: NO TE VAYAS PORFAVOR, PEQUEÑA VUELVE.-Gritó incorporándose en la cama, su respiración estaba agitada, su cara estaba llena de lágrimas, me incorporé con él y lo abracé por la espalda, apoyando mi barbilla en su hombro.
-Yo: Has tenido una pesadilla, tranquilo.-Susurré y si un corto beso en su hombro.
Apreté mis brazos a su pecho, su corazón bombeaba con rapidez, era extraño, su llanto no cesaba.
Él se volteo y se soltó de mi agarre, me miro mientras algunas lágrimas caían por su cara, después de unos segundos mirándome se abalanzó sobre mí, haciendo que cayéramos tumbados de nuevo, me abrazó con fuerza, sus brazos apretaron mi cintura, él apoyó su cabeza en mi pecho y una de sus piernas se puso encima de las mías. Con una mano acaricie su brazo que caía encima de mi vientre y con la otra mano acaricié sus rizos.
-Yo: No llores mi vida, por favor.-Susurré.
Él me apretó con más fuerza aún, mi pecho estaba empezando a humedecerse, aún seguía llorando.
-Harry: Te apartaban de mi lado, te llevaban, tú me pedías ayuda y yo no pude ir a por ti, no podía moverme, ese tipo te aparto de mis brazos y te llevo lejos de mi para siempre.-Susurró su ronca voz entre sollozos.
-Yo: Fue solo un sueño, cálmate mi amor, por favor.-Susurré pasando mi brazo por su espalda mientras la acariciaba.
-Harry: Yo tuve que protegerte y salvarte, y no lo hice, no pude.-Sollozó.
Con mi otra mano agarré su barbilla con ternura y subí su rostro hasta que su mirada chocó con la mía, sus ojos estaba aguados y algo rojos, su mejilla estaba bastante mejor y su labio también.
Acerqué mi cara a la suya.
-Yo: Todo está bien, yo estoy contigo, no te martirices más, ya pasó cielo.-Susurré en sus labios.
Dicho esto  presioné con delicadeza mis labios con los suyos y besé tranquilamente intentando no hacer daño en la herida, di besos en cada milímetro de sus labios.
-Yo: No llores más, mi ángel no puede llorar.-Dije secando con mis pulgares las últimas lágrimas que quedaban en su rostro. Su llanto cesó.
-Harry: entiende que eres mi vida.-Susurró mientras sus ojos le hacían el amor a los míos.
Mi corazón bombeo con fuerza ante sus palabras.
-Yo: Ahora, duérmete otra vez, ¿vale? Necesitas descansar.-Dije y me separé de él tiernamente.
-Harry: Quédate conmigo, por favor.-Susurró.
-Yo: Claro, túmbate.-Dije tiernamente.
Él hizo caso, se tumbó y se puso de lado. Yo me tumbé y me pegué a su espalda, pase mi brazo por su cintura y comencé a acariciar su vientre.
-Yo: Duérmete.-Susurré para después besar su nuca.
Estuve así unos 15 minutos, acariciando su vientre y besando su nuca hasta que este volvió a dormirse, me separé de él con delicadeza y me levanté, fui al baño y me lave la cara, volví a la habitación y antes de salir de ella mire a Harry, dormía pacíficamente, era increíble verlo así, tan calmado, se me hacía extraño verlo tan aterrado, como hace unos minutos, estaba como un niño pequeño asustado, me dolía verlo así. Me acerqué a él y besé su mejilla, salí de mi habitación y baje a bajo, mi madre ya se había ido a trabajar y mi hermano  estaba en la cocina desayunando.
-Yo: Buenos días.-Dije dándole un beso en la mejilla.
-Víctor: Buenos días.-Dijo cansado.
Me senté a su lado y observe como se bebía un café, era extraño, él nunca bebía.
-Yo: tu.. ¿bebiendo café?.-Dije extrañada.
Él suspiró y tomó una trago de este.
-Víctor: He dormido poco.-Dijo cabizbajo.
-Yo: Víctor, ya te dije que no te preocupes,  si te odiara no estaría ahora aquí contigo ¿no crees?.-Sonreí.
-Víctor: ¿De verdad?.
-Yo: Palabrita *Dije alzando mi dedo meñique* él rió.

-Yo: Ya son las 1, es hora de ir a despertarlo.-Dije levantándome.
Subi hasta mi habitación,abrí la puerta y para mi sorpresa Harry ya se había despertado, estaba en el balcón con ambos brazos apoyados en la barandilla.
Me acerqué sigilosamente y pase mis brazos por su cintura, apoyé mi cabeza en su espalda y cerré los ojos, disfrutando de su calor.
-Yo: ¿Dormiste mejor?.-Susurré.
Él se rodeó quedando frente a mi, me miro fijamente durante unos segundos y después metió su mano por mi nuca y llevo mi boca a la suya, me besó con fuerza ignorando la pequeña herida que habitaba en su labio inferior, su lengua buscó a la mía, yo abrí paso y este se adentro en mi interior, recorriendo cada milímetro de mi boca, chocó su lengua con la mía y la succionó. Nos separamos por falta de aire y yo di un cálido beso en la comisura de sus labios, encima de la herida.

….

-Yo:  Esta tarde vamos a un sitio.-Dije sonriendo.
-Harry: ¿A dónde?.-Dijo introduciendo pasta en su boca.
-Yo: Sorpresa.-Dicho esto di un trago al zumo.
-Harry: No me gustan las sorpresas.-Dijo con la boca llena mientras ponía caras raras.
Yo comencé a reír y él me siguió.
-Yo: No se habla con la boca llena.-Dije entre risas.
-Harry: Lo siento mamá.-Se burló, ambos reímos. Amaba estos momentos.
Terminamos de almorzar y fuimos  al hotel, Harry canceló su reserva, a partir de hoy se quedaría en mi casa, volvimos y nos fuimos a mi habitación, él colocó alguna ropa en mi armario y después vimos la televisión entre risas, tonterías y más risas.
Miré el reloj y eran las 7, ya era hora de irse.
-Yo: Nos vamos ya.-Dije sonriendo.
Él asintió y bajamos , nos despedimos de mi hermano y salimos, decidí que iríamos andando, quería que fuera una sorpresa y así daríamos un paseo por la ciudad.
Después de media hora paseando llegamos a nuestro destino, me pare y Harry lo hizo conmigo.
Miro el cartel de la puerta y después sonrió.
-Harry: ¿estas segura?.-Dijo volteando para mirarme.

-Yo: Sin duda.-Sonreí, cogí su mano  y entramos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario