sábado, 10 de agosto de 2013

Capítulo 35.

CAPÍTULO 35. ‘’Feliz’’.
Narra Víctor.

Cogí mis cosas y rápidamente salí para el hospital, no me lo podía creer, Harry había conseguido lo imposible, en el camino no pude dejar de pensar en todo lo que acaba de pasar, mi hermana había luchado por su vida. Solo quería llegar y abrazarla.
Cuando llegué tomé el ascensor y fui corriendo hacia la habitación cuando llegué allí ya estaban mi madre, Carlos y Harry. Entré y al verla ahí sentada, con una sonrisa en su cara y sus ojos más abiertos que nunca, dejé caer las cosas al suelo y salí corriendo hacia ella, ella al verme se levantó, la cogí por la cintura y la envolví en mis brazos, ella se escondió en mi cuello, como en viejos tiempos y sus manos rodearon este. No puedo describir lo que sentía en este momento, su calor, su  piel ya no estaba fría, ahora sentía su calor más que nunca, sus lágrimas comenzaron a mojar mi cuello, yo la apreté con más fuerza contra mí.
-Yo: Sh, no llores princesa, no puedes llorar, o ¿acaso quieres ponerte fea?.-Dije en su oído.
Ella rió ante mi comentario,  hacia tanto tiempo que no escuchaba esa risa.
-Carlos: Bueno, yo creo que deberíamos de salir, ellos necesitan un poco de intimidad ahora.-Comentó Carlos a lo que todos asintieron, cuando todos habían salido y Harry estaba a punto de salir, solté a mi hermana y lo paré.
No lo pensé dos veces y lo abracé, le debía tanto a este hombre, era algo mágico lo que había conseguido.

Lo solté cuando me di cuenta de que lo estaba ahogando, el rió.
-Yo: Harry, yo no sé qué decir..¿Cómo fue?¿Cómo lo hiciste?
-Harry: te dije que tu hermana era fuerte.-Dicho esto, la miró y ambos se sonrieron.
Pude notar entre sus miradas amor, se respiraba amor en aquella habitación.
-Yo: me faltarán días de vida para agradecerte todo lo que has hecho por ella.-Dije poniendo mi mano en su hombro.
-Harry: No tienes que agradecerme nada, yo solo quería verla así, viva.
Al decir eso, le lancé una mirada comprometida, y en mi boca se formó una sonrisa pícara, Harry se puso nervioso, y algo acalorado, mejor voy a dejarlo.
-Víctor: Ahora voy a hablar con ella, pero después iré a buscarte, ¿de acuerdo? El asintió y yo quite mi mano de su hombro.
Harry se dio la vuelta, tomó el pomo de la puerta con su mano, hizo un movimiento pero volteo y me miro.
-Harry: Me dejas hacer algo antes de irme?.-Preguntó serio.
-Yo: Por supuesto.-Dije sonriendo.
Dicho esto  Harry se acercó a mi hermana que se encontraba de pie al lado de la cama y la abrazó, ella se escondió en su pecho, a los pocos segundos él  le dio un beso en la frente y salió de la habitación con una gran sonrisa.
Yo me quedé mirando esa escena asombrado,  se veían tan tiernos. Mi hermana se quedó embobada mirando como Harry salía de la habitación, mientras en su cara habitaba la típica sonrisa de enamorada. Yo me acerqué a ella, notó mi mirada puesta en ella y se sonrojó, ¿mi hermana era feliz? ¿Harry había conseguido esto?

Narra Verónica.

Cuando Harry volvió a mí y me recogió entre sus brazos me sentí protegida, sabía que nada malo podía pasarme si él estaba conmigo, me olvidé de la presencia de mi hermano por completo. Me escondí en su pecho,  oyendo sus latidos, cada vez que su corazón bombeaba,  su respiración era tranquila, dejó un beso en mi frente y se fue. Yo me quedé embobada, cautivada por él,  no me vi la cara, pero seguro que tenía cara de boba enamorada. Ahora mil dudas me inundaban la cabeza, ¿Qué pasaría después de esto? ¿Qué pasaría con lo nuestro? ¿lo nuestro? ¿Qué es lo que somos? Él tiene que seguir con el tour y yo.. el doctor me ha dicho que  hasta que no coma y coja peso no saldré de aquí, que tengo que superar lo mío con la comida. ¿Qué pasaría ahora? Yo sabía que Harry sacaría este tema muy pronto y eso me daba miedo.

Terminé de contarle a Víctor como me desperté y lo ocurrido con Harry, mientras le contaba no pude evitar llorar, todo fue tan bonito. En mi vida creí que algo así podía pasarme.
Víctor se quedó sin palabras, él siempre supo que yo quería a Harry y lo quería de verdad.
Ahora yo solo rezaba porque no se le ocurriera preguntarme qué pasó, como me golpeé o algo por el estilo. Ni loca le diría que Sergio volvió y que fue él el que me hizo esto, Víctor lo mataría. Al recordar a Sergio un nudo de apoderó de mi garganta, los recuerdos vinieron a mi mente. Estaba aterrada, él había vuelto y me dijo que no descansaría, que se las pagaría. Ahora ¿Qué iba a hacer yo? Él sabía en qué habitación estaba, dónde vivía, lo sabía todo.
Una mano me hizo salir de mis pensamientos.
-Víctor: ¿En qué piensas?.-Dijo moviendo su mano delante de mi cara.
-Yo: Ah, yo.. en nada, solo me quedé en blanco.-Dije con voz temblorosa, pensar en Sergio me aterraba.
-Víctor: ¿Te crees que soy tonto? Te conozco querida. *mierda no, ahora vendría la pregunta* ¿Qué pasó ese día? ¿Qué te hicieron?.-Dijo serio.
¿Ahora que decía yo? Dios mío no podía más.
-Yo: Pues ya sabes..*balbuceé* me caí.-Dije aparentando normalidad.
Víctor negó con la cabeza, él no me creería, no era tonto.
-Víctor: se que mientes,  qué tú no te diste el golpe sola, porque si así fue, ¿porqué estas temblando? Vero somos mayorcitos y sé que ocultas algo.-Dijo cogiendo mis manos.
-Yo: yo..*dude si decir la verdad o no*  yo Víctor simplemente aún estoy en shock por todo lo que me ha pasado, lo de Harry, lo del coma, todo.-Dije con una leve sonrisa para que  me creyera.
-Víctor: se que no es solo eso, pero no voy a presionarte, solo te digo que si no me lo dices tú, yo me enteraré igual,  y cuando sepa quién fue, pagará con su propia vida.-Dijo mirándome fijamente a los ojos. Me asusté, la mirada de mi hermano se apagó, sus ojos azules se oscurecieron, su mirada solo desprendía ira, impotencia, rencor, y..venganza.  Yo no permitiré que él haga alguna locura de la que pueda arrepentirse.
Después de esto solo lo abracé, no quería nada más. Nos mantuvimos en silencio hasta que él lo rompió.
-Víctor: bueno, tengo una idea.-Dijo con sonrisa malvada. Las ideas de mi hermano siempre eran a lo grande.
-Yo: Dispara.
-Víctor: ¿Qué tal si hoy cenamos con Harry?.-Dijo levantando sus cejas una y otra vez haciendo que yo me sonrojara.
-Yo: ¿Y los médicos? No me dejarán.-Dije apenada.
-Víctor: créeme, los médicos con tal de que comas algo, te dejarían hasta irte a Roma.-Dijo chistoso.
-Yo: Entonces, vamos.-Dije chocando su mano con una gran sonrisa.
Salimos de la habitación y pusimos marcha hacia la de Harry.

Narra Harry.

Cuando llegué a mi habitación me tiré en la cama, solté una gran bocanada de aire, y sonreí, nadie podía quitar toda la felicidad que yo tenía en este momento. Solo hacia 10 minutos que la había dejado y ya la extrañaba, necesitaba tenerla entre mis brazos, hacerla sentir segura. Ahora que lo pensaba, no había llamado a los chicos  para contarles la noticia. Acerqué mi brazo hacia la mesita y cogí mi móvil, marqué el número de Liam y presioné para llamar.

‘Conversación telefónica’

-Liam: Harry ¿estás bien?¿pasa algo?
-Harry: sí ..sí que pasa, pero nada malo, al contrario, lo mejor que podía pasar.
-Liam: No me digas que Vero..*no lo deje acabar*
-Harry: SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII SIIII.*Grité * Apuesto a que rompí el tímpano de leeyum.
-Liam: Me has dejado sordo loco, pero ¿cómo? Ahora mismo vamos los chicos y yo para allá.
-Harry: No, ya es tarde descansad hoy y mañana venís.
-Liam: De acuerdo, mañana a primera hora estamos allí, dale un abrazo de mi parte a ella vale? Yo sabía que despertaría.-Dijo feliz.
-Harry: Por supuesto, bueno te dejo, me traerán la cena en nada, adiós.
-Liam: Que descanses, adiós.

‘Fin de conversación telefónica’

A los pocos minutos tocaron en la puerta, seguro sería la enfermera.
-Yo: Adelante

La puerta se abrió y ahí estaba ella, mi hermosa princesa.
-Víctor: Venimos a cenar contigo, si no te importa.-Dijo mientras cerraba la puerta.
Yo me levanté y fui hacia Vero, la cogí de la mano y la llevé hasta la cama, allí nos sentamos.
-Yo: es la mejor compañía que puedo tener.-Dije mirándola.
Víctor rió y fue a por la comida, dejándonos solos.

Narra Verónica.

Y ahí estaba yo, con mi ángel  frente a mí, sus manos perfectamente encajadas con las mías, su mirada puesta en la mía, y un silencio cómodo abrazaba aquella habitación.
-Harry: Tenemos muchas cosas que hablar.-Me sonrió. Yo ya sabía a lo que se refería y aunque no quería tocar ese tema, a él  no podía decirle que no.
-Yo: De acuerdo, qué quieres saber?-Dije devolviéndole la sonrisa.
El apretó mis manos con fuerza y su mirada fue seria.
-Harry: El porqué de esto.-Dijo mirando mis muñecas y después a mí. ¿Por qué Vero? ¿Qué te hizo tanto daño para acabar así? O mejor dicho ¿quién?.-Preguntó más serio aún.
Yo no sabía bien que decir, tenía mido de que él se disgustara conmigo o algo, tomé aire  mirándole a los ojos, sus hermosos ojos verdes que me transmitían todo tipo de sensaciones increíbles, su mirada me tranquilizaba, suspiré y comencé a hablar.

Después de contarle todo las lágrimas empezaron a empujar, dando paso a un mar de gotas que caían sin freno por mis mejillas, Harry en ningún momento soltó mis manos, yo agaché la cabeza, no quería que me viera así. El soltó mis manos, estiró sus largas piernas sobre la cama y me hizo una señal para que me sentara en él, y así hice, mientras las lágrimas caían yo me senté sobre sus piernas, él con sus brazos me apegó a su pecho, yo me dejé caer en este, sintiendo una vez más su respiración que era pura magia para mí. Sus brazos me arropaban y su barbilla se posaba en mi cabeza.
Estuvimos un rato así hasta que él decidió hablar.
-Harry: Ahora lo entiendo todo, ¿cómo pudieron hacerte tanto daño? Y.. ese imbécil  de Sergio *tragó saliva* lo pagará muy caro, te lo prometo.-Noté la tensión en su cuerpo, me apretó más a él, parecía enfadado. Tenía miedo de que Sergio pudiera hacerle algo a él, no me lo perdonaría nunca.
Tomó mi barbilla con su mano y subió mi rostro hasta encontrarme con su mirada.
-Harry: Vas a ser feliz, no vas a sufrir más, confía en mí. Yo estaré aquí.-Dijo secando algunas lágrimas que quedaban en mi rostro.
-Yo: Harry, te quiero.-Dicho esto él acercó su boca a la mía, solo unos milímetros las separaban, su respiración comenzó a agitarse, el aire que salía por su boca chocaba con la mía. Su mirada bajó a mis labios, seguidamente yo miré los suyos. Él se humedeció el labio inferior con la lengua y segundos después nuestras bocas se unieron, me tomó con delicadeza de la barbilla y se acercó lentamente. Cerré los ojos y me dejé llevar. Sus labios rozaron con dulzura los míos, rodeándolos cada vez con más fuerza, presionando. Su lengua buscando la mía, humedeciendo mis labios, marcando la forma con lentitud dejando el rastro de ella en cada lado sin dejar nada que desear. Abrí paso y  la dejé entrar, atrapándola con fuerza para saborearla, despacio, muy despacio, captando todas las sensaciones de su sabor. Se separó suavemente abriendo los ojos. Saboreando mis labios por última vez.
-Harry: y yo.-Dijo en mis labios. Una sonrisa tonta se puso en mi boca y al ver mi reacción él también sonrió.
Al oír la puerta rápidamente me bajé de él y me senté en la cama, él cruzó sus piernas y yo quedé a su lado, ambos reímos.
-Víctor: aquí está la comida.-Dijo feliz.

Llevábamos un rato comiendo,  mi hermano había traído resfrescos y hamburguesas. Él se sentó en el sillón y yo en la cama, con Harry. 
-Harry: Tienes que prometerme algo.-Dijo dando un sorbo de su bebida.
-Yo: Lo que quieras.-Dije sonriendo.
-Harry: Tienes que comer, prométeme que vas a comer, tienes que coger peso, estas muy delgada y hasta que no  lo hagas no podrás salir de aquí.-Dijo serio.

Yo quería escapar de aquí cuánto antes, y por supuesto que iba a comer, yo tenía que ponerme bien, solo por él y mi hermano, ahora  estaba él, ahora sé que podré ser felíz, me va a costar, pero lo haré.

-Yo: te lo prometo, no quiero estar más aquí.-Dije agachando la mirada, que se perdió.
Él cogió mi barbilla con su mano y subió mi rostro hasta hallar sus ojos, que me decían que todo iría bien.
-Harry: Se que podrás, eres fuerte, yo confío en ti.-Dijo aún serio.
Yo sonreí.
Terminamos de comer y decidimos volver a mi habitación para descansar, mi cuerpo aún se sentía cansado. Mi hermano se despidió de Harry y salió de allí, esperándome fuera. Harry se acercó a mí, agarró mis mano y me levantó. Me atrapó con sus fuertes brazos que se apoderaban de mi cintura y mis brazos rodearon su cuello, acariciando su pelo, enrollé uno de sus rizos en mi dedo. Me apegó a él, nuestros rostros volvían a chocar, yo podía contemplar sus labios, rosados, con forma de corazón, entreabiertos, su respiración que chocaba con mi cara y me hacía estremecer. Bajó su rostro y se acercó a mi oído.
-Harry: Buenas noches.-Dijo con su ronca voz, penetró mi oído y recorrió cada poro de mi piel.
Levantó su rostro y lo volvió a poner delante del mío.
-Yo: Hoy lo serán.-Dije sonriendo en su boca, para después apoderarme de esta, nuestros labios se buscaban, se encontraban, se probaban, mi lengua buscaba a la suya, la necesitaba, esta vez fue él el que me abrió paso y me dejó experimentar con su boca,  atrapé su lengua, pude jugar con ella, saborearla, cuando nos separamos por falta de oxígeno  di un leve mordisco en su labio inferior lo que hizo que un gruñido saliera de lo más hondo de Harry. Yo reí en sus labios, él me siguió. Nos separamos un poco, aún recogida por sus fuertes brazos.
-Harry: Mañana te llevo una sorpresa.-Dijo sonriendo.
-Yo: ¿Sorpresa? ¿más aún?.-Dije sorprendida.
El negó con la cabeza  y rió.
-Harry: se que te va a gustar, mañana lo verás.-Finalizo dando un corto beso en mis labios y me dejó ir.


Cuando llegamos a la habitación noté como Víctor me miraba y reía, claro, salí de la habitación de Harry en pleno trance después de lo sucedido y no había dicho nada en todo el camino.

Él no dijo nada, me dio las buenas noches y nos acostamos. Ya tumbada en la cama, cogí la foto de Harry y la apreté a mi pecho, como siempre hacia. Después pasé la yema de mis dedos por mis labios recordando cada beso que me había dado. Este día había sido el mejor de toda mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario