domingo, 18 de agosto de 2013

Capítulo 59.


CAPÍTULO 59.
Narra Harry.

-Sergio: Vamos, si tú quieres, podemos salir de aquí sin golpes.-Dijo parando de reír.
-Harry: ¿De qué hablas?.-Dije confundido.
Él se acercó a mí y tomó aire.
-Sergio: Aléjate de ella, no es tan difícil, eres famoso, puedes tener a todas las que quieras para ti ¿no es así?.-Rió.
Él se tomaba esto como un maldito juego, y para mí no lo era, se trata de la persona a la que amo, y él hablaba de ella como si fuera un juguete al que puedes tomar y dejar cuando quisieras, la sangre hervía por mis venas.
-Yo: ¿Qué es lo que te pasa con ella? Tú nunca la quisiste, la trataste mal, y ahora estas obsesionado con ella ¿Por qué? No la voy a dejar, puedo tener a todas las que quiera, pero yo solo la quiero a ella. Aléjate tú.-Escupí clavando mis ojos en los suyos.
Él negó con la cabeza y rió, su actitud me estaba sacando de mis casillas, no me retuve más, me abalancé sobre él y lo pegué a la pared, no era más alto que yo, agarré el cuello de su camiseta con una mano y con la otra di un golpe seco en su mandíbula, clavando mis nudillos en esta. Este se llevo la mano a la zona golpeada y la masajeo mientras me miraba con enfado. Puse ambas manos en los cuellos de su camisa y lo golpee contra la pared, él se retorció por el dolor en su espalda.
-Sergio: Ella solo puede ser mía.-Dijo con dificultad.
En ese momento se soltó de mi agarre fuertemente y me devolvió el puñetazo en mi mejilla, el dolor que me causó no fue nada, toda mi rabia hacía que ignorara el dolor. Me separé de él y él vino de nuevo a mí pero yo lo paré, golpeé su barbilla hacia arriba, haciéndolo voltear y dar varios pasos hacia atrás. Mi respiración se descontroló, mi mirada estaba pendiente de él, de cada uno de sus movimientos, no podía descuidarme. Él quedó dolorido, aproveché que estaba débil y di un golpe seco en su costilla haciendo que este se doblase agarrando con su brazo la zona golpeada, ahora golpee con mi rodilla en su estomago haciéndolo caer al suelo. Estaba sudando, pase mi mano por la mejilla golpeada y la note algo hinchada, lo ignoré pero fue tarde un puño en mi costado me saco de mis pensamientos, sus nudillos se clavaron en mi costado, un dolor interno recorrió todo mi cuerpo, me doblé un poco por el dolor, él me agarró por la cabeza y golpeo con fuerza mi mandíbula, note como la sangre salía por mi labio inferior, me enderecé y di un fuerte golpe en su pecho, mis nudillos se resentían, él  dio varios pasos hacia atrás, mientras yo me recuperaba él cogía aire, se abalanzó sobre mi y comenzó a golpearme, dio un puñetazo en mi mejilla hinchada, varios golpes secos en mi estomago lo que me hizo agacharme, estaba algo aturdido pero saqué fuerzas, pensé en ella y me enderecé como pude, me acerqué a él y golpeé su nariz de la que enseguida comenzó a salir sangre, aproveché su despiste y lo agarré por el cuello, lo empujé contra la pared golpeando su espalda con firmeza, una vez acorralado, empecé a dar golpes en su estomago, costillas y un remate final en el centro del pecho, me separé para dar descanso a mis nudillos y él cayó al suelo dolorido, yo pase mis dedos por mi labio y me llené de sangre, seguía saliendo, volví a pasar mi dedo por la herida y sentí un fuerte escozor, aparté el dedo rápidamente y apreté mis dientes para calmar el dolor, la costilla  me dolía bastante, y sentía un fuerte pinchazo en el estomago ,volví a mirar a Sergio el que comenzó a levantarse como pudo.
-Sergio: Te di la opción de salir de aquí, pero tú no has querido. Bien, tú solito has sentenciado tu muerte.-Dijo con dificultad.
En ese momento me bloqueé, no sabía cómo moverme, ni qué hacer.
-Sergio: TE DOY UNA OPORTUNIDAD MÁS, SI QUIERES SEGUIR CON VIDA, SAL DE AQUÍ Y VUELVE A TU PUTO PAÍS, CON TUS PUTAS FANS Y TIRATE A TODAS LAS GUARRAS QUE QUIERAS.-Gritó dolorido.
-Yo: NO LA VOY A DEJAR, VAMOS, MATÁMÉ, HAZLO.-Grité enfurecido.
Él corrió hacia mí y me cogió por los cuellos de mi camisa me llevo hasta la pared y me empujó con fuerza en esta, sentí un ardor recorrerme toca la columna, antes de que pudiera parpadear su puño estaba golpeando mi abdomen con fuerza haciéndome que me doblase,él seguía golpeando, a mi me costaba bastante respirar, estaba algo aturdido, algunos gritos salían de mi boca a causa de los golpes.
En ese momento una presencia se hizo notar, una voz retumbó en todo el almacén, un llanto se desgarró.

Narra Verónica.

Reconocía perfectamente esa voz, esos gritos eran de mi ángel, salí corriendo para entrar en aquel almacén mientras mi hermano corría detrás mía gritando que parase pero no lo hice, algo me decía que si no corría llegaría tarde. Después de correr unos minutos los encontré, mi cuerpo entero se paralizo, no podía ser verdad, Harry estaba siendo brutalmente golpeado por Sergio que lo tenía acorralado en la pared, las lágrimas comenzaron a correr desenfrenadas por mi cara, sentí un fuerte pinchazo en el pecho, un grito ahogado salió de mi interior.
-Yo: PARA, POR FAVOR-Grité ahogada en lágrimas.
Sergio no hizo caso, siguió golpeando duramente el torso de mi ángel que estaba dolorido, fui corriendo hacia dónde estaban ellos y puse una mano en la espalda de Sergio.
-Yo: QUE PARES.-Grité.
Este se giró y su puño cerrado golpeó mi mejilla haciéndome caer al suelo.
-Harry: NO LA TOQUES.-Gritó con dificultad  y sacó fuerzas de dónde no las había, se abalanzó sobre Sergio que estaba concentrado mirándome, Harry comenzó a golpearlo en la cara con las pocas fuerzas que tenía, dio un golpe en el centro de su abdomen y este cayó al suelo, Harry comenzó a darle patadas en el estomago haciendo que Sergio se encogiera del dolor, mi llanto me estaba ahogando, intenté levantarme pero mis piernas me fallaron, comenzaron a temblar, todo mi ecosistema se desmoronó, quedé tirada en el suelo presa del miedo, del llanto y del dolor observando como mi novio daba una golpiza a Sergio.
El rostro de Harry era otro, sus lucecitas ya no iluminaban, tomaron un color oscuro, su mandíbula estaba demasiado tensada, la apretaba con ira, su labio no paraba de sangrar y su mejilla estaba algo hinchada y tomando un color amoratado. Sus músculos se contraían a cada golpe que este daba, y las venas de sus brazos parecían explotar en cualquier momento. No podía dejar que Harry hiciera una locura.
-Yo: HARRY PORFAVOR PARA, LO VAS A MATAR.-Sollocé.
Este paro su golpiza al oírme, levanto su cabeza y me miro duramente, un frío invadió todo mi cuerpo, me sentí débil.
-Harry: No dejaré que nadie te toque.-Dijo apretando su mandíbula para golpear de nuevo a Sergio que estaba prácticamente inconsciente.
-Víctor: HARRY PARA.-Gritó entrando mientras corría hacia él.
Víctor agarró a Harry por la espalda y lo levantó, miró a Sergio y su cara se puso pálida
-Harry: Déjame joder.-Dijo soltándose de su agarre. Ha golpeado a tu hermana.-Dijo lleno de ira.
Mi hermano rápidamente me buscó con la mirada hasta hallarme desplomada en el suelo ahogada en un llanto.
-Víctor: Hijo de puta.-Dicho esto se tiró encima de él y le dio un duro puñetazo en la mejilla. Después volvió a levantarse y miro a Harry que estaba pasando la mano por su abdomen dolorido y le costaba bastante trabajo respirar.
-Víctor: Parece que está inconsciente.-Dicho esto vino corriendo hacia a mí y con sus fuertes brazos me levantó, yo me desplomé en su pecho mientras empapaba su camiseta de agua salada.
-Yo: Yo solo intenté que dejara de golpear a Harry y él me dio un puñetazo, Víctor él me volvió a pegar.-Sollocé asustada, mis piernas no dejaban de temblar, el miedo me secuestraba una vez más.
-Víctor: Cálmate, por favor *cogió mi cara entre sus manos* todo irá bien.-Dijo limpiando algunas lágrimas con sus pulgares y después acarició mi mejilla maltratada.
Yo no dije nada, no pude, me separé de él y mi vista se posó en Harry, parecía algo mareado, aún así estaba sacando una fuerza sobre natural.
-Yo: SÁCAME DE AQUÍ.-Grité  a mi hermano mientras miraba a Harry el que me miro con frialdad, esas miradas estaban matando a mi corazón.
-Víctor: Pero *lo interrumpí*
-Yo: QUE ME SAQUES DE AQUÍ YA.-Grité ahogada.
Él se acerco a Harry y le dijo lo que sea, después vino a mí, paso uno de sus fuertes brazos por mi espalda y me sacó de aquel lugar.
Montamos en el coche, yo iba mirando al frente, con la vista perdida, las luces de las farolas eran las únicas que nos alumbraban, mi cuerpo comenzó a tener frío, mis manos temblaban, mi hermano me miró y al notarlo frenó el coche, se quitó su chaqueta y la colocó sobre mí, no dijo nada y siguió conduciendo. Puse sentir un poco de calor de la chaqueta de mi hermano, de mi mente no salían las duras imágenes de Sergio golpeando  a mi ángel, de su labio sangrando, su fría mirada, su mejilla amoratada, su abdomen dolorido y su dificultad para respirar, mi mejilla me dolía pero todo ese dolor no era nada comparado con lo que sentí al ver a Harry en ese estado,  mi mente hacia pequeños flashback de la golpiza que le propinó  a Sergio. Está viviendo la peor pesadilla de todas, él me prometió que no haría nada y no cumplió su palabra, él y mi hermano me engañaron, me fallaron.
El trayecto a mi casa fue terrorífico, Víctor no dejaba de mirarme,  apretaba su mandíbula, no dejaba de suspirar y yo solo iba con toda esa pesadilla en mi cabeza, mi cuerpo temblando y un nudo en mi pecho que no me dejaría en paz.

Narra Harry.

Cuando Víctor se llevo a Vero, sentí un gran dolor en mi pecho, no por los golpes, mi dolor era más profundo, verla a ella en ese estado, derrumbada, llorando, su débil cuerpo temblando, su mejilla enrojecida y yo me quedé parado y no hice nada, solo casi matar a alguien.
Me acerqué a Sergio que seguía tirado en el suelo, dando algunos gritos de dolor.
-Harry: No te vuelvas a acercar a ella o te juro que entonces no te dejaré con vida.-Escupí.
Él no dijo nada, solo se retorció del dolor, yo di una patada en su abdomen por última vez y salí de allí arrastrado, me costaba respirar y me dolía todo.
Cogí el furgón y prendí el motor, empecé a conducir por las calles sin rumbo fijo, no sabía a dónde iría, solo quería desaparecer. Sujeté con una mano el volante  y con otra saque mi móvil del bolsillo de mi pantalón, lo desbloqueé y empecé a observar la foto de ella, la amaba y la había hecho daño, algo que nunca me perdonaría, las lágrimas comenzaron a encharcar mis ojos, no las detuve, y empezaron a caer por mi mejilla, rozaban mi labio herido y sentía un horrible escozor, volví a meter el móvil en el bolsillo de mi pantalón, no veía bien, mi vista estaba borrosa a causa de las lágrimas.
-Soy un imbécil.-Dije entre sollozos.

De repente unas luces me deslumbraron, un camión venía en la misma dirección que yo, venía hacía mí, un golpe en mi cuerpo y mis ojos se cerraron, todo quedó oscuro..

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