CAPÍTULO 59.
Narra Harry.
-Sergio: Vamos, si tú quieres, podemos salir de aquí sin
golpes.-Dijo parando de reír.
-Harry: ¿De qué hablas?.-Dije confundido.
Él se acercó a mí y tomó aire.
-Sergio: Aléjate de ella, no es tan difícil, eres famoso,
puedes tener a todas las que quieras para ti ¿no es así?.-Rió.
Él se tomaba esto como un maldito juego, y para mí no lo
era, se trata de la persona a la que amo, y él hablaba de ella como si fuera un
juguete al que puedes tomar y dejar cuando quisieras, la sangre hervía por mis
venas.
-Yo: ¿Qué es lo que te pasa con ella? Tú nunca la quisiste,
la trataste mal, y ahora estas obsesionado con ella ¿Por qué? No la voy a
dejar, puedo tener a todas las que quiera, pero yo solo la quiero a ella.
Aléjate tú.-Escupí clavando mis ojos en los suyos.
Él negó con la cabeza y rió, su actitud me estaba sacando de
mis casillas, no me retuve más, me abalancé sobre él y lo pegué a la pared, no
era más alto que yo, agarré el cuello de su camiseta con una mano y con la otra
di un golpe seco en su mandíbula, clavando mis nudillos en esta. Este se llevo
la mano a la zona golpeada y la masajeo mientras me miraba con enfado. Puse
ambas manos en los cuellos de su camisa y lo golpee contra la pared, él se
retorció por el dolor en su espalda.
-Sergio: Ella solo puede ser mía.-Dijo con dificultad.
En ese momento se soltó de mi agarre fuertemente y me
devolvió el puñetazo en mi mejilla, el dolor que me causó no fue nada, toda mi
rabia hacía que ignorara el dolor. Me separé de él y él vino de nuevo a mí pero
yo lo paré, golpeé su barbilla hacia arriba, haciéndolo voltear y dar varios
pasos hacia atrás. Mi respiración se descontroló, mi mirada estaba pendiente de
él, de cada uno de sus movimientos, no podía descuidarme. Él quedó dolorido,
aproveché que estaba débil y di un golpe seco en su costilla haciendo que este
se doblase agarrando con su brazo la zona golpeada, ahora golpee con mi rodilla
en su estomago haciéndolo caer al suelo. Estaba sudando, pase mi mano por la
mejilla golpeada y la note algo hinchada, lo ignoré pero fue tarde un puño en
mi costado me saco de mis pensamientos, sus nudillos se clavaron en mi costado,
un dolor interno recorrió todo mi cuerpo, me doblé un poco por el dolor, él me
agarró por la cabeza y golpeo con fuerza mi mandíbula, note como la sangre
salía por mi labio inferior, me enderecé y di un fuerte golpe en su pecho,
mis nudillos se resentían, él dio varios
pasos hacia atrás, mientras yo me recuperaba él cogía aire, se abalanzó sobre
mi y comenzó a golpearme, dio un puñetazo en mi mejilla hinchada, varios golpes
secos en mi estomago lo que me hizo agacharme, estaba algo aturdido pero saqué
fuerzas, pensé en ella y me enderecé como pude, me acerqué a él y golpeé su
nariz de la que enseguida comenzó a salir sangre, aproveché su despiste y lo
agarré por el cuello, lo empujé contra la pared golpeando su espalda con
firmeza, una vez acorralado, empecé a dar golpes en su estomago, costillas y un
remate final en el centro del pecho, me separé para dar descanso a mis nudillos y él cayó
al suelo dolorido, yo pase mis dedos por mi labio y me llené de sangre, seguía
saliendo, volví a pasar mi dedo por la herida y sentí un fuerte escozor, aparté
el dedo rápidamente y apreté mis dientes para calmar el dolor, la costilla me dolía bastante, y sentía un fuerte
pinchazo en el estomago ,volví a mirar a Sergio el que comenzó a levantarse
como pudo.
-Sergio: Te di la opción de salir de aquí, pero tú no has
querido. Bien, tú solito has sentenciado tu muerte.-Dijo con dificultad.
En ese momento me bloqueé, no sabía cómo moverme, ni qué
hacer.
-Sergio: TE DOY UNA OPORTUNIDAD MÁS, SI QUIERES SEGUIR CON
VIDA, SAL DE AQUÍ Y VUELVE A TU PUTO PAÍS, CON TUS PUTAS FANS Y TIRATE A TODAS
LAS GUARRAS QUE QUIERAS.-Gritó dolorido.
-Yo: NO LA VOY A DEJAR, VAMOS, MATÁMÉ, HAZLO.-Grité
enfurecido.
Él corrió hacia mí y me cogió por los cuellos de mi camisa
me llevo hasta la pared y me empujó con fuerza en esta, sentí un ardor
recorrerme toca la columna, antes de que pudiera parpadear su puño estaba
golpeando mi abdomen con fuerza haciéndome que me doblase,él seguía golpeando,
a mi me costaba bastante respirar, estaba algo aturdido, algunos gritos salían
de mi boca a causa de los golpes.
En ese momento una presencia se hizo notar, una voz retumbó
en todo el almacén, un llanto se desgarró.
Narra Verónica.
Reconocía perfectamente esa voz, esos gritos eran de mi
ángel, salí corriendo para entrar en aquel almacén mientras mi hermano corría
detrás mía gritando que parase pero no lo hice, algo me decía que si no corría
llegaría tarde. Después de correr unos minutos los encontré, mi cuerpo entero
se paralizo, no podía ser verdad, Harry estaba siendo brutalmente golpeado por
Sergio que lo tenía acorralado en la pared, las lágrimas comenzaron a correr
desenfrenadas por mi cara, sentí un fuerte pinchazo en el pecho, un grito
ahogado salió de mi interior.
-Yo: PARA, POR FAVOR-Grité ahogada en lágrimas.
Sergio no hizo caso, siguió golpeando duramente el torso de
mi ángel que estaba dolorido, fui corriendo hacia dónde estaban ellos y puse
una mano en la espalda de Sergio.
-Yo: QUE PARES.-Grité.
Este se giró y su puño cerrado golpeó mi mejilla haciéndome
caer al suelo.
-Harry: NO LA TOQUES.-Gritó con dificultad y sacó fuerzas de dónde no las había, se
abalanzó sobre Sergio que estaba concentrado mirándome, Harry comenzó a
golpearlo en la cara con las pocas fuerzas que tenía, dio un golpe en el centro
de su abdomen y este cayó al suelo, Harry comenzó a darle patadas en el
estomago haciendo que Sergio se encogiera del dolor, mi llanto me estaba
ahogando, intenté levantarme pero mis piernas me fallaron, comenzaron a
temblar, todo mi ecosistema se desmoronó, quedé tirada en el suelo presa del
miedo, del llanto y del dolor observando como mi novio daba una golpiza a
Sergio.
El rostro de Harry era otro, sus lucecitas ya no iluminaban,
tomaron un color oscuro, su mandíbula estaba demasiado tensada, la apretaba con
ira, su labio no paraba de sangrar y su mejilla estaba algo hinchada y tomando
un color amoratado. Sus músculos se contraían a cada golpe que este daba, y las
venas de sus brazos parecían explotar en cualquier momento. No podía dejar que
Harry hiciera una locura.
-Yo: HARRY PORFAVOR PARA, LO VAS A MATAR.-Sollocé.
Este paro su golpiza al oírme, levanto su cabeza y me miro
duramente, un frío invadió todo mi cuerpo, me sentí débil.
-Harry: No dejaré que nadie te toque.-Dijo apretando su
mandíbula para golpear de nuevo a Sergio que estaba prácticamente inconsciente.
-Víctor: HARRY PARA.-Gritó entrando mientras corría hacia
él.
Víctor agarró a Harry por la espalda y lo levantó, miró a
Sergio y su cara se puso pálida
-Harry: Déjame joder.-Dijo soltándose de su agarre. Ha
golpeado a tu hermana.-Dijo lleno de ira.
Mi hermano rápidamente me buscó con la mirada hasta hallarme
desplomada en el suelo ahogada en un llanto.
-Víctor: Hijo de puta.-Dicho esto se tiró encima de él y le
dio un duro puñetazo en la mejilla. Después volvió a levantarse y miro a Harry
que estaba pasando la mano por su abdomen dolorido y le costaba bastante
trabajo respirar.
-Víctor: Parece que está inconsciente.-Dicho esto vino
corriendo hacia a mí y con sus fuertes brazos me levantó, yo me desplomé en su
pecho mientras empapaba su camiseta de agua salada.
-Yo: Yo solo intenté que dejara de golpear a Harry y él me
dio un puñetazo, Víctor él me volvió a pegar.-Sollocé asustada, mis piernas no
dejaban de temblar, el miedo me secuestraba una vez más.
-Víctor: Cálmate, por favor *cogió mi cara entre sus manos*
todo irá bien.-Dijo limpiando algunas lágrimas con sus pulgares y después
acarició mi mejilla maltratada.
Yo no dije nada, no pude, me separé de él y mi vista se posó en Harry, parecía algo mareado, aún así estaba sacando una fuerza sobre
natural.
-Yo: SÁCAME DE AQUÍ.-Grité
a mi hermano mientras miraba a Harry el que me miro con frialdad, esas
miradas estaban matando a mi corazón.
-Víctor: Pero *lo interrumpí*
-Yo: QUE ME SAQUES DE AQUÍ YA.-Grité ahogada.
Él se acerco a Harry y le dijo lo que sea, después vino a
mí, paso uno de sus fuertes brazos por mi espalda y me sacó de aquel lugar.
Montamos en el coche, yo iba mirando al frente, con la vista
perdida, las luces de las farolas eran las únicas que nos alumbraban, mi cuerpo
comenzó a tener frío, mis manos temblaban, mi hermano me miró y al notarlo
frenó el coche, se quitó su chaqueta y la colocó sobre mí, no dijo nada y
siguió conduciendo. Puse sentir un poco de calor de la chaqueta de mi hermano,
de mi mente no salían las duras imágenes de Sergio golpeando a mi ángel, de su labio sangrando, su fría
mirada, su mejilla amoratada, su abdomen dolorido y su dificultad para
respirar, mi mejilla me dolía pero todo ese dolor no era nada comparado con lo
que sentí al ver a Harry en ese estado,
mi mente hacia pequeños flashback de la golpiza que le propinó a Sergio. Está viviendo la peor pesadilla de
todas, él me prometió que no haría nada y no cumplió su palabra, él y mi
hermano me engañaron, me fallaron.
El trayecto a mi casa fue terrorífico, Víctor no dejaba de
mirarme, apretaba su mandíbula, no
dejaba de suspirar y yo solo iba con toda esa pesadilla en mi cabeza, mi cuerpo
temblando y un nudo en mi pecho que no me dejaría en paz.
Narra Harry.
Cuando Víctor se llevo a Vero, sentí un gran dolor en mi
pecho, no por los golpes, mi dolor era más profundo, verla a ella en ese
estado, derrumbada, llorando, su débil cuerpo temblando, su mejilla enrojecida
y yo me quedé parado y no hice nada, solo casi matar a alguien.
Me acerqué a Sergio que seguía tirado en el suelo, dando
algunos gritos de dolor.
-Harry: No te vuelvas a acercar a ella o te juro que
entonces no te dejaré con vida.-Escupí.
Él no dijo nada, solo se retorció del dolor, yo di una
patada en su abdomen por última vez y salí de allí arrastrado, me costaba
respirar y me dolía todo.
Cogí el furgón y prendí el motor, empecé a conducir por las
calles sin rumbo fijo, no sabía a dónde iría, solo quería desaparecer. Sujeté
con una mano el volante y con otra saque
mi móvil del bolsillo de mi pantalón, lo desbloqueé y empecé a observar la foto
de ella, la amaba y la había hecho daño, algo que nunca me perdonaría, las
lágrimas comenzaron a encharcar mis ojos, no las detuve, y empezaron a caer por
mi mejilla, rozaban mi labio herido y sentía un horrible escozor, volví a meter
el móvil en el bolsillo de mi pantalón, no veía bien, mi vista estaba borrosa a
causa de las lágrimas.
-Soy un imbécil.-Dije entre sollozos.
De repente unas luces me deslumbraron, un camión venía en la
misma dirección que yo, venía hacía mí, un golpe en mi cuerpo y mis ojos se
cerraron, todo quedó oscuro..
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