CAPÍTULO 38. ‘’Dura despedida’’.
Narra Harry.
El sonido de mi alarma empezó a retumbar en mis oídos,
diablos. Abrí los ojos lentamente cuando me percaté de que una hermosa persona
dormía pacíficamente sobre mi pecho, mi brazo pasaba por detrás de su espalda
acabando en su cintura la que sujetaba con fuerza, como si tuviera miedo de
perderla o de que algo malo le pasase. Se veía tan indefensa, tan tierna,
tan..perfecta. Su suave respiración azotaba a mi pecho, una de sus manos
permanecía encima de este cerca de uno de los pájaros tatuados y la otra estaría escondida entre mi cuerpo y
el suyo, saber que dentro de 2 horas estaría a millones de kilómetros de ella
me partía el alma en pedazos, pensar que hasta dentro de 3 meses no podré
tenerla así como ahora conmigo me dolía, sentía un fuerte dolor en mi corazón
que no me dejaba vivir.
-Te quiero Vero.-susurré para después besar su cabeza
mientras acariciaba su larga melena.
Miré el reloj de la pared y eran las 7:30, aunque no
quisiera tenía que despertarla, a las 8 pasarían a recogernos. Con mi brazo
libre empecé a acariciar su mejilla, su piel tan delicada como siempre.
-Despierta pequeña, tenemos que irnos.-Dije pasando las yemas de mis dedos por todo su
rostro, ella soltó un pequeño gruñido y se aferró más a mí mientras en su
rostro se dibujó una hermosa sonrisa, joder era muy hermosa.
…
-Verónica: ¿Lo llevas todo?.-Dijo mientras se ponía unas
converse blancas.
-Yo: Todo.-Sonreí.
Terminó de arreglarse y salimos del hospital, fuera ya
estaba el furgón esperándonos, abrí la puerta trasera y la dejé entrar y detrás
de ella yo. Paul iba manejando, los chicos ya estaban en el aeropuerto junto a
Víctor que se prestó a llevarlos en su coche,
el trayecto duró unos 20 minutos, no hubo mucha conversación, Paul no
habló iba concentrado, con la mirada en la carretera, mientras Vero estaba recostada
a mi lado, su cabeza caía sobre mi hombro y mi mano sujetaba la suya con
fuerza. Mi mirada estaba perdida en la ventanilla, mirando el paisaje, el cielo
que hoy andaba algo grisáceo, los pájaros, la infinidad de nubes, tal y como
Vero me enseñó. No quería llegar a ese
aeropuerto, no quería subir a ese avión, no quería irme de su lado. Mi vista se
nubló en un instante, pero no iba a llorar, por ella no quería que su último
recuerdo fuera yo empapado en lágrimas asique pase mi mano libre por mis ojos y
los sequé con fuerza sin que ella se diera cuenta.
…
Narra Verónica.
Sentía un fuerte dolor en mi pecho, un dolor que no me
dejaba apenas respirar, me dolía el corazón, dentro de poco mi ángel se iría, 3
meses, estos últimos días han sido tan perfectos.. el día de ayer fue tan
increíble, dormir arropada por él, sintiendo su calor, sus besos, sus caricias,
cerrar los ojos mientras sus latidos golpean a mi oído con suavidad, todo había
sido perfecto y ahora en unos minutos todo acabaría, tenía miedo, miedo de
volver a recaer, miedo de no soportar su ausencia y de volverme débil de nuevo,
miedo a Sergio, miedo a todo. Harry era un escudo para mí, mi protección, mi
salvación, mi refugio y ahora él se iría y yo me quedaría prácticamente
desnuda, y lo que es peor, en un hospital hasta que no me recupere. Una mano me
hizo salir de mis pensamientos, era Liam.
-Liam: Vero, ¿Qué te pasa?.-Dijo sentando en la silla de al
lado.
-Yo: Yo.. solo me vine aquí para estar unos minutos
sola.-Mire al frente dónde a lo lejos se encontraban todos y vi como Harry hablaba
con mi hermano.
-Liam: yo lo voy a cuidar, no te preocupes.-Dijo acariciando
mi brazo.
Yo volteé y lo miré.
-Yo: Liam no es eso.-Dije para volver a bajar mi mirada al
suelo, las lágrimas caerían en muy poco.
-Liam: ¿Entonces?.-Pregunto confuso.
-Yo: son muchas cosas..*tragué saliva* para empezar, vais a
ir muchos sitios, vais a ver a muchas chicas más lindas que yo y él.. él puede
fijarse en otra u olvidarse de mí, y después estoy yo, tengo miedo a recaer sin
su presencia, a volver a lo de antes, y
eso me aterra, también os voy a extrañar a vosotros, en pocos días os habéis
convertido en lo único que tengo y..-No pude seguir las lágrimas empezaron a
golpear fuertemente mis ojos para dar paso a una cascada de agua salada que no
frenaría.
Liam paso su brazo mi espalda y me pegó a él, yo dejé caer
mi cabeza en su hombro mientras mojaba su camiseta con mis lágrimas.
-Liam: No llores, ¿quieres que nosotros y sobre todo él
*dijo mirando a Harry* nos llevemos tu último recuerdo así? ¿viéndote
destrozada? No nos iríamos bien y menos él. Vero..*tomó aire* Harry te ama, él
no te lo ha dicho porque no tiene el valor de hacerlo o porque tiene miedo. ¿No
te das cuenta de que todo lo que ha pasado entre vosotros ha creado un lazo
imposible de romper? Harry no va a hacer nada con nadie, y yo lo voy a cuidar.
*tomó mi barbilla con su mano y me hizo mirarlo a los ojos*
-Liam:¿Confías en mi?.-Dijo con sus ojos avellana clavados
en los míos.
-Yo: Sí.-Dije segura.
-Liam: confía entonces en él, no tengas miedo a perderlo,
deja que pasen estos 3 meses y te des cuenta de que verdaderamente él te ama,
cuida de su avión y cuídate, ponte bien y sal de ese mugroso hospital, tienes a
Víctor contigo, nos tienes a nosotros. Antes cuando no nos conocíamos, ¿Qué es
lo que hacías para sentirnos cerca?¿y para sentirlo cerca a él?
-Yo: Me ponía los auriculares y vuestra música, cada una de
vuestras voces me arropaba muchas veces
en un llanto, en tristeza o en la simple soledad de mi habitación, y de él,
tengo una foto, que siempre llevo
conmigo.
-Liam: Bien, pues haz eso cada vez que nos extrañes, ¿de
acuerdo?.-Dijo sonriendo.
-Yo: de acuerdo papi.-Dijo riendo mientras mi llanto cesaba.
¿puedo abrazarte?
-Liam: Ya estas tardando. Dicho esto me tiré hacia él y me
hundí en su cuello, me sentí realmente bien, me había desahogado y con la mejor
persona que podía hacerlo, Payne.
-Liam: Me estoy asfixiando.-Dijo riendo.
Yo me separé de él y mis mejillas se prendieron.
-Yo: Lo-lo siento.-Reí.
Él me devolvió la sonrisa.
….
Esa maldita voz, esa maldita voz que indicaba que el vuelo
con destino a Portugal saldría en 15 rápidos minutos. Llegó la hora, llego la
despedida. Cogí aire y me dirigí a los chicos, primero me abalancé sobre Zayn,
y no tarde ni un segundo en llorar.
-Zayn: Ey, no llores, estaremos bien, tienes que cuidarte,
cuando vuelva a verte quiero verte bien ¿vale?.-Dijo mientras me abrazaba.
-Yo: De acuerdo. Terminé dando un fuerte beso en su mejilla.
Ahora mi fui hacia Niall.
-Niall: tú y yo tenemos una comida pendiente en el Nando’s.-Dijo sonriendo.
-Yo: trato hecho.-Guiñé un ojo y di un beso en su mejilla.
Ahora me fui corriendo hacia Louis que me miraba con
pucheros, no pude evitarlo, mi llanto volvió, Louis era tan importante para mí,
recuerdo todas esas carcajadas que me sacaba desde mi casa con solo verlo en un
vídeo, o recordar sus múltiples tonterías que lo hacían único. Sin duda él supo
hacerme reír cuando nadie pudo.
-Louis: NO LLORES, SUPERMAN IS HERE,
SUPERMAAAAAAAAAAAAAAAN.-Gritó lo que me hizo reír como una loca. ¿Ves? Una vez
más ha conseguido hacerme reír en el peor momento. *pensé*
-Yo: No hagas muchas cosas malvadas, te estaré vigilando.-Lo
apunté con el dedo y lo despedí con un beso en la mejilla.
Liam me esperaba con su hermosa sonrisa, sus ojos achinados
y sus brazos abiertos, salí disparada hacia él.
-Yo: gracias por todo, gracias gracias gracias gracias
gracias gracias Liam.-Dije abrazándolo.
-Liam: Come ¿vale? Hazlo, ah, y no me olvides.-Dijo haciendo
pucheros.
-Yo: Eres un bobo, jamás podría hacerlo.-Dije y seguidamente
me despidió con un beso en la frente.
Bien Verónica, tranquila, este momento tenía que llegar,
Harry estaba parado delante de mí, mientras su mirada violaba a la mía sin
censura.
-Víctor: Bueno, nos vamos acercando a la zona de allí, os
dejamos solos.-Dio un golpecito en el hombro de Harry y se fue con los chicos.
-Louis: Hazza no tardes mucho, lo siento pero el vuelo
saldrá en nada.-Gritó.
Él solo suspiró y volvió la mirada hacia mí. Escasos
centímetros nos separaban, pero ninguno de los dos era capaz de avanzar ¿Por
qué? Ninguno queríamos despedirnos. Finalmente Harry de un solo movimiento me
recogió con sus fuertes brazos, esos que tanto me habían protegido estos días,
mi cabeza se hundió en su cuello, inhalando su perfume, traspasando todas las fronteras
de mi interior, mi nariz rozando la curvatura de cuello y sus rizos haciéndome
cosquillas. Él me apretó más a su cuerpo si se podía, nuestros pechos se
unieron, nuestras pulsaciones se mezclaron, ambas agitadas, había un gran
silencio, solo se escuchaban nuestras respiraciones y mis sollozos, empecé a
llorar, empapando su cuello, el volvió a apretar mi cintura con sus brazos. Y
apoyó su barbilla en mi cabeza.
-Harry: Por favor, no puedo irme de aquí viéndote así.-Su
voz estaba entrecortada, ¿iba a llorar? No Vero, no puedes permitirlo, PARA
PARA DE LLORAR. *Me gritó mi voz interior*.
Alcé mi cabeza y choqué con la suya, me puse de puntillas y
presioné sus labios con los míos, sin más, un par de lágrimas salieron de sus
ojos, que acariciaron mi cara, yo me separé de su boca y bese cada lágrima que
descendía por su mejilla para quitarlas como el hizo el día que desperté. Volví
a su boca y lo volví a besar, como nunca, esta vez sí sabía que sería el
último, mi lengua se adentró en su boca, recorriéndome cada pequeño espacio de
esta, saboreando cada rincón, nuestras lenguas peleaban entre ellas en perfecta
armonía, se buscaban con desesperación y cuando se juntaban había una especie
de explosión, acabé el beso con un mordisco en su labio inferior.
-Yo: Si tú lloras yo lloro, asique deja de soltar lágrimas
por tus hermosos ojos, déjame contemplarlos por última vez, por favor mi
vida.-Dije en sus labios mientras su aliento chocaba con mis labios. Él paró su llanto, yo terminé de secar las lágrimas
que quedaban en su cara. Se me hacia extraño ver a Harry tan destrozado ante
mí, verlo llorar me partía el alma, no podía permitirlo, por eso me tragué mi
propio llanto para no causar el suyo. Después de tener sus ojos secos los
abrió, y miró los míos.
-Harry: ¿Los ves? ¿Ves mis ojos? Míralos bien, solo ellos te
dirán lo mucho que te amo.-No me dejo hablar, volvió a unir su boca con la mía,
sus labios, sus carnosos labios me transmitían todo tipo de corrientes que
azotaban todo mi cuerpo.
-Harry: te llamare todos los días que pueda, te prometo que
no te dejaré, espérame, confía en mí, cuida de ti y ponte bien, sal de ese
hospital y demuéstrale al mundo y a ti misma que eres más fuerte que toda la
mierda que te ha pasado, cuida de nuestro avión, porque ahora es nuestro,
sonríe, porque tu sonrisa ilumina mi vida, no dejes que se apague, te quiero.
Yo moría por dentro, retenía con todas mis fuerzas las
lágrimas, aguantaría, lo apreté a mí por última vez, sentí su corazón golpear
fuertemente su pecho.
-Harry: Debo irme, el vuelo sale ya.-Tomó mi cara entre sus
manos y volvió a besarme, fue corto pero intenso, cálido, cargado de mil
sentimientos.
-Yo: Te prometo que haré todo lo que me pediste, te quiero,
te quiero mucho.
Me volvió a abrazar y me soltó con delicadeza, salió
corriendo hacia el avión y mi hermano vino junto a mí, cuando estaba en la
escalera con los demás, volteo para volver
a iluminarme con sus luces verdes por última vez, antes de entrar me
lanzó una de sus sonrisas y en sus labios pude leer un 'se fuerte', yo le
sonreí y le grite un 'te quiero'.
El avión despegó y en ese momento solté todo lo que estaba
retenido, caí al suelo de rodillas y las lágrimas inundaron mi cara, se había
ido, ya no había marcha atrás, di un grito ahogado, me daba igual toda la gente que había viéndome. Víctor rápidamente se agachó y me recogió con
sus brazos haciéndome subir, yo me desplomé en su pecho, mi corazón sentía una
vacío que nadie llenaría, nadie que no fuera él.
-Víctor: Tranquila no llores, pequeña todo estará bien.-Dijo
acariciando mi pelo.
-Yo: ¡NO PUEDO ESTAR TRANQUILA, SE HA IDO, VÍCTOR SE HA
IDO!.-Grité en medio del llanto mientras golpeaba su pecho llena de rabia, el
no dijo nada, mantuvo silencio y me abrazó más fuerte. Cuando me desahogué y ya
no quedaban más lágrimas vivas en mis ojos, mi hermano decidió llevarme a una
cafetería a tomar algo antes de volver al puto infierno del hospital.
…
Me puse el pijama, me metí en la cama y me arropé hasta la
cabeza con la sábana, deseando despertar y tenerlo a mi lado como esta mañana.
Cogí su foto y la apreté a mi pecho por encima del avión que yacía en este
.
-Mi madre: Buenas noches cariño.-Dijo desde el sillón,
Víctor se fue a casa ya que mañana tenía que viajar a Barcelona por motivos del
gimnasio para recoger no se qué de materiales
y mi madre vino a pasar la noche conmigo.
-Yo: Buenas noches*lo serás para ti*. Volví a apretar su foto,
algunas lágrimas se escaparon y me hicieron presa del llanto, lloraba en
silencio para no despertar a mi madre, mientras en mi cabeza no había otra cosa
que no fuera ¿Qué pasaría ahora? Caí dormida por el llanto que acabó con toda
la energía que quedaba en mi interior.
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