CAPÍTULO 81.
Narra Verónica.
Todo el humo de aquel lugar se metía por mis fosas nasales,
podía inhalar con facilidad el humo que habitaba en el ambiente de aquel local,
lo respiraba haciéndolo llegar a lo más hondo de mis pulmones, intentando
evadirme de todo y de todos, cogí mi vaso que estaba en la barra y bebí todo el
ron de un solo trago, sintiendo como descendía por mi garganta, creando una
especia de ardor, picaba, ardía, era placentero, sólo esto me haría olvidar
toda la mierda que tenía encima, el volumen de aquella fuerte música casi
llegaba a taponar mis oídos, mi vista estaba totalmente perdida, iba a dar el
último trago a mi bebida pero una mano me arrebató brutalmente el vaso
haciéndome salir de mi mundo.
-Liam: Ya basta, Vero deja de hacerte daño.-Dijo soltando el
vaso en la barra.
-Yo: Dame mi vaso.-Ordené. Era el tercero, estaba algo ida
pero sabía muy bien lo que hacía.
-Liam: Se acabó de beber, no te voy a dar nada, nos
vamos.-Dijo cogiéndome del brazo, me llevó entre la muchedumbre que bailaba
descontroladamente y logramos salir a la
calle, una vez allí me solté de su agarre.
-Yo: No me quiero ir, está es vuestra despedida.-Escusé.
-Liam: ¿Eso significa que no vas a venir?.-Dijo cogiendo mi
cara entre sus manos.
Sí, Liam y Niall volvían mañana a Londres y después de lo
sucedido me propusieron viajar con ellos, alojarme allí e arreglar las cosas
con Harry, al principio estuve decidida iría, pero visto lo visto las ganas se
esfumaron, aunque Harry se fue ayer, no
he recibido ni un mensaje, ni una llamada, nada, para colmo tampoco a
twitteado, no responde a las llamadas de los chicos NADA. Quizá Sergio comience
a tener razón, sólo fui un juego para él. Obtuvo lo que quiso de mi y cuando se
cansó se marchó dejándome muerta en
vida, como antes de que lo conociera.
-Yo: No creo que sea lo correcto, él pasa de mí lo ha dejado
claro.-Dije bajando mi mirada, sus manos me soltaron y él me abrazó, una vez
más Liam volvía a cuidarme, la cabeza me daba vueltas, la música, el alcohol y
el tabaco me dejaron loca.
-Liam: él ha hecho eso en un impulso, te puedo asegurar que
está fatal, pero su orgullo y el no querer saber como ocurrieron las cosas lo
reprimen, lo conozco pequeña.-Susurró acariciando mi pelo.
Me separé un poco de él y miré a sus ojos, su mirada era
sincera, sus palabras también.
-Yo: Iré pero.. me quedaré en el piso de Carlos, tú y Niall
necesitáis vuestro espacio y ni loca voy a acoplarme en la casa de Harry sin
saber si me acogerá o me cerrará la puerta en las narices.-Dije irritada.
-Liam: Sabes que no eres una molestia, que puedes quedarte
en mi casa o con Niall si quieres, pero bueno no te voy a presionar.-Dijo sonriendo.
-Yo: Iré con Carlos.-Afirmé, el asintió y me volvió a
abrazar.
…
Me levanté con un fuerte dolor de cabeza, me incorporé en la
cama y me encontré con mi hermano a mi lado, durmiendo como un pequeño, su
imagen era jodidamente adorable. Ahora recuerdo por que estaba aquí, recuerdo
sus palabras anoche cuando llegamos del local
''mañana te vas, y necesito dormir contigo pequeña''
Así hizo, dormió
dándome la mejor de las protecciones, me acerqué a él y acaricié su mejilla, él
dio un gruñido y yo reí, tomé mi móvil y vi que eran las 6 de la mañana, el
avión salía a las 8, me levanté, fui al baño y me di un relajante baño para que
todos mis músculos se relajasen, cuando estaba apunto de caer dormida en la
bañera el pitido de mi móvil me sobresaltó, sequé mi mano con la toalla que
tenía al lado y rápidamente lo cogí con la esperanza de que fuera Harry pero
no.
Mensaje.
''Mi pequeña, buenos
días. Cuando llegues me llamas y voy a recogerte ¿De acuerdo? Te quiero :)
Carlos.’’
Yo sonreí por el cariño de Carlos, me hacia falta verlo,
contarle y que él me aconsejará como siempre hizo. Contesté.
''Grandullón, buenos
días. Claro, te llamo cuando lleguemos, tenemos muchas cosas que hablar.. te
quiero. Vero :)’’
Dejé el móvil en la pila y terminé mi relajante baño, cuando
me arreglé salí y mi hermano recién se despertaba.
-Yo: Buenos días gordo.-Reí.
-Víctor: Gorda tú.-Bromeó.-Y no son buenos días.-Dijo
cabizbajo.
Joder, sabía que lo decía porque me iba, era la primera vez
en 18 años que me iba a separar de mi hermano, el que siempre estuvo ahí para
salvarme, el que siempre estuvo ahí para regañarme, y el único que me protegía,
¿de verdad aguantaría mucho tiempo sin él? Lo dudo.
Me acerqué a él que estaba de pie al lado de la cama y lo
abracé, me puse de puntillas y escondí mi cara en su cuello, no quería llorar porque
no quería que la última imagen que tuviera de mí fuera llorando, así que me
tragué las lágrimas creando un fuerte nudo en mi garganta. El me apretó con sus
fuertes brazos.
-Victor: ¿Qué voy hacer yo ahora eh?.-Susurró.
-Yo: Quiero que vengas.-Dije entrecortada, el nudo en mi
garganta hacía presión, no lo podría soportar por mucho tiempo.
Él notó mi ansiedad y me separó de él, cogió mi cara entre
sus manos y me hizo mirarlo, sus perlas azules me miraban con ternura ala vez
con tristeza y también me decían que tenía que ser fuerte.
-Víctor: Te prometo que cuando tenga un hueco iré, no lo
dudes mi amor.-Susurró y besó con fuerza mi frente.-Pero escúchame bien
*Asentí* necesito que estés bien, pase lo que pase con Harry prométeme que serás fuerte, anoche hablé con
Carlos y sé que te dejo en buenas manos y además estarán los chicos. Tú eres
fuerte pequeña, tú lo aprendiste a ser, tienes que serlo por mí ¿de
acuerdo?.-Dijo examinándome con la mirada.
No pude aguantar más, el nudo en mi garganta se desató y las
lágrimas comenzaron a caer.
-Víctor: No quiero lágrimas.-Dijo mientras las iba quitando
con sus pulgares.
Yo: Te quiero imbécil.-Sollocé.
El soltó una leve risa y me apretó a él, hundí mi cara en su
pecho e inhale su suave olor, me sentía tan segura, tan protegida.
-Víctor: Te amo, eres la luz de mis ojos, eres mi pequeña,
mi pequeño tesoro ese que siempre deseé y papá y mamá me dieron y ese regalo
eres tú.-Pude notar su voz vidriosa, él comenzaría a llorar en breves. Cuando
nombró a mi padre todo mi cuerpo
reaccionó, lo necesitaba, necesitaba a mi padre. Las palabras que me
acaba de decir Víctor me dejaron boquiabierta. ''eres la luz de mis ojos'' sólo
él podía decirme esas cosas tan hermosas.
-Yo: uro que te
quiero más que a mi vida, eres un idiota pero te quiero.-Susurré y vi como una
lágrima caía por sus perlas azules, con mis dedos las quité y el sonrió.
-Víctor: Te exijo que
me llames todos los días, skype o lo que te de la gana pero que hablemos cada
día, no es una pregunta es una orden.-Él y su sobreprotección, me recuerda
tanto a..Harry.
-Yo: Que sí bobo ¿de verdad piensas que no te
llamaría?.-Dije y un golpe con mi índice en su frente, este frunció el ceño y
después rió.
-Víctor: Más te vale.-Amenazó y yo reí.-También quiero que te plantees lo del conservatorio, sería genial que entraras y te formaras, piénsalo.-Yo asentí.
-Yo: Será mejor que
te vistas, a este paso el avión de nos va.
-Víctor: Echaré de menos esto.-Dijo nostálgico.
-Yo: ¿El qué?
-Víctor: Que me mandes, que vayas de madre autoritaria.-Rió.
Yo suspiré y golpee su brazo con delicadeza.
….
-Yo: Mamá cuídate y cuida del loco de mi Víctor.-Dije
mientras la abrazaba, era la primera vez que me separaba de ellos y me estaba
costando una vida.
-Mi madre: Tranquila, estaremos bien, sólo me preocupas tú,
llámanos ¿de acuerdo?-Dijo angustiada.
Yo puse una de mis manos en su mejilla y la acaricié.
-Yo: Estaré bien, no te lo digo nunca pero.. te quiero.-Sí
por fin decía a Lucia que la quería. Ella abrió los ojos como platos y después
me abrazó con fuerza, me dejé abrazar y pude sentir ese calor de madre, ese que
solo se siente con ella.
-Mi madre: te amo.-Dijo dando un beso en mi cabeza. Me
separé de ella y miré a mi hermano, su cara era un poema, sus perlas azules
estaban apagadas, su mandíbula apretada y en su cara era imposible encontrar rastro
de su hermosa sonrisa, Víctor siempre ha sido orgulloso, nunca permite que lo
vean llorar, sólo se abre conmigo, muestra todas sus emociones conmigo y es
algo que valoro.
-Yo: ¿Acaso no me vas
a despedir como me merezco?.-Dije abriendo los brazos, él me dedicó una pequeña
sonrisa y vino hacia mí, sus brazos me cogieron por la cintura alzándome,
quedando en el aire, enrosqué mis piernas por su cintura y me aferré a su
espalda.
-Víctor: Te quiero mocosa, llámame, y tomate las cosas con
calma.
-Yo: yo te quiero más,
pero no puedo irme de aquí sin ver tu sonrisa.-Dije y él sin dudarlo me regaló
una de las mejores, pase mi mano por su pelo y lo despeiné un poco, reímos, me
soltó en suelo con delicadeza.
-Víctor: ¿Hermanos?.-Dijo alzando la mano.
-Yo: Hasta la puta muerte.-Dije y la choqué, sí a veces
podíamos ser como dos críos pero eso era lo que más amaba.
En ese instante sonó la voz indicando que el vuelo saldría ya,
me alejé un poco y dejé que los chicos se despidieran de mi hermano, los tres
se cogieron un cariño impresionante, vi el gran abrazo que se dieron mi hermano
y Niall, y después se unió Liam. Cuando terminaron con las despedidas Liam y Niall
vinieron junto a mí y Niall me dio la mano. A lo lejos nos despedimos de mi
madre y mi hermano con la mano.
-Víctor: CUIDAAAAAAAAAAAAAROS.-Gritó.
-Todos: Y TÚ.-Dijimos al unísono.
Terminamos de subir al avión, yo me senté con Niall y Liam
se puso tras nosotros. Estaba jodidamente asustada, nerviosa, deprimida, feliz
a la vez porque uno de mis sueños se cumpliría: pisar Londres, pensar eso
suavizaba un poco la situación. Apoyé mi cabeza en el hombro de Niall y el
vuelo comenzó, ahora todo estaba en manos del destino..
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