jueves, 29 de agosto de 2013

Capítulo 81.

CAPÍTULO 81.
Narra Verónica.

Todo el humo de aquel lugar se metía por mis fosas nasales, podía inhalar con facilidad el humo que habitaba en el ambiente de aquel local, lo respiraba haciéndolo llegar a lo más hondo de mis pulmones, intentando evadirme de todo y de todos, cogí mi vaso que estaba en la barra y bebí todo el ron de un solo trago, sintiendo como descendía por mi garganta, creando una especia de ardor, picaba, ardía, era placentero, sólo esto me haría olvidar toda la mierda que tenía encima, el volumen de aquella fuerte música casi llegaba a taponar mis oídos, mi vista estaba totalmente perdida, iba a dar el último trago a mi bebida pero una mano me arrebató brutalmente el vaso haciéndome salir de mi mundo.
-Liam: Ya basta, Vero deja de hacerte daño.-Dijo soltando el vaso en la barra.
-Yo: Dame mi vaso.-Ordené. Era el tercero, estaba algo ida pero sabía muy bien lo que hacía.
-Liam: Se acabó de beber, no te voy a dar nada, nos vamos.-Dijo cogiéndome del brazo, me llevó entre la muchedumbre que bailaba descontroladamente  y logramos salir a la calle, una vez allí me solté de su agarre.
-Yo: No me quiero ir, está es vuestra despedida.-Escusé.
-Liam: ¿Eso significa que no vas a venir?.-Dijo cogiendo mi cara entre sus manos.
Sí, Liam y Niall volvían mañana a Londres y después de lo sucedido me propusieron viajar con ellos, alojarme allí e arreglar las cosas con Harry, al principio estuve decidida iría, pero visto lo visto las ganas se esfumaron,  aunque Harry se fue ayer, no he recibido ni un mensaje, ni una llamada, nada, para colmo tampoco a twitteado, no responde a las llamadas de los chicos NADA. Quizá Sergio comience a tener razón, sólo fui un juego para él. Obtuvo lo que quiso de mi y cuando se cansó se marchó dejándome  muerta en vida, como antes de que lo conociera.
-Yo: No creo que sea lo correcto, él pasa de mí lo ha dejado claro.-Dije bajando mi mirada, sus manos me soltaron y él me abrazó, una vez más Liam volvía a cuidarme, la cabeza me daba vueltas, la música, el alcohol y el tabaco me dejaron loca.
-Liam: él ha hecho eso en un impulso, te puedo asegurar que está fatal, pero su orgullo y el no querer saber como ocurrieron las cosas lo reprimen, lo conozco pequeña.-Susurró acariciando mi pelo.
Me separé un poco de él y miré a sus ojos, su mirada era sincera, sus palabras también.
-Yo: Iré pero.. me quedaré en el piso de Carlos, tú y Niall necesitáis vuestro espacio y ni loca voy a acoplarme en la casa de Harry sin saber si me acogerá o me cerrará la puerta en las narices.-Dije irritada.
-Liam: Sabes que no eres una molestia, que puedes quedarte en mi casa o con Niall si quieres, pero bueno no te voy a presionar.-Dijo sonriendo.
-Yo: Iré con Carlos.-Afirmé, el asintió y me volvió a abrazar.

Me levanté con un fuerte dolor de cabeza, me incorporé en la cama y me encontré con mi hermano a mi lado, durmiendo como un pequeño, su imagen era jodidamente adorable. Ahora recuerdo por que estaba aquí, recuerdo sus palabras anoche cuando llegamos del local

''mañana te vas, y necesito dormir contigo pequeña''

 Así hizo, dormió dándome la mejor de las protecciones, me acerqué a él y acaricié su mejilla, él dio un gruñido y yo reí, tomé mi móvil y vi que eran las 6 de la mañana, el avión salía a las 8, me levanté, fui al baño y me di un relajante baño para que todos mis músculos se relajasen, cuando estaba apunto de caer dormida en la bañera el pitido de mi móvil me sobresaltó, sequé mi mano con la toalla que tenía al lado y rápidamente lo cogí con la esperanza de que fuera Harry pero no.

Mensaje.

''Mi pequeña, buenos días. Cuando llegues me llamas y voy a recogerte ¿De acuerdo? Te quiero :) Carlos.’’

Yo sonreí por el cariño de Carlos, me hacia falta verlo, contarle y que él me aconsejará como siempre hizo. Contesté.

''Grandullón, buenos días. Claro, te llamo cuando lleguemos, tenemos muchas cosas que hablar.. te quiero. Vero :)’’

Dejé el móvil en la pila y terminé mi relajante baño, cuando me arreglé salí y mi hermano recién se despertaba.
-Yo: Buenos días gordo.-Reí.
-Víctor: Gorda tú.-Bromeó.-Y no son buenos días.-Dijo cabizbajo.
Joder, sabía que lo decía porque me iba, era la primera vez en 18 años que me iba a separar de mi hermano, el que siempre estuvo ahí para salvarme, el que siempre estuvo ahí para regañarme, y el único que me protegía, ¿de verdad aguantaría mucho tiempo sin él? Lo dudo.
Me acerqué a él que estaba de pie al lado de la cama y lo abracé, me puse de puntillas y escondí mi cara en su cuello, no quería llorar porque no quería que la última imagen que tuviera de mí fuera llorando, así que me tragué las lágrimas creando un fuerte nudo en mi garganta. El me apretó con sus fuertes brazos.
-Victor: ¿Qué voy hacer yo ahora eh?.-Susurró.
-Yo: Quiero que vengas.-Dije entrecortada, el nudo en mi garganta hacía presión, no lo podría soportar por mucho tiempo.
Él notó mi ansiedad y me separó de él, cogió mi cara entre sus manos y me hizo mirarlo, sus perlas azules me miraban con ternura ala vez con tristeza y también me decían que tenía que ser fuerte.
-Víctor: Te prometo que cuando tenga un hueco iré, no lo dudes mi amor.-Susurró y besó con fuerza mi frente.-Pero escúchame bien *Asentí* necesito que estés bien, pase lo que pase con Harry  prométeme que serás fuerte, anoche hablé con Carlos y sé que te dejo en buenas manos y además estarán los chicos. Tú eres fuerte pequeña, tú lo aprendiste a ser, tienes que serlo por mí ¿de acuerdo?.-Dijo examinándome con la mirada.
No pude aguantar más, el nudo en mi garganta se desató y las lágrimas comenzaron a caer.
-Víctor: No quiero lágrimas.-Dijo mientras las iba quitando con sus pulgares.
Yo: Te quiero imbécil.-Sollocé.
El soltó una leve risa y me apretó a él, hundí mi cara en su pecho e inhale su suave olor, me sentía tan segura, tan protegida.
-Víctor: Te amo, eres la luz de mis ojos, eres mi pequeña, mi pequeño tesoro ese que siempre deseé y papá y mamá me dieron y ese regalo eres tú.-Pude notar su voz vidriosa, él comenzaría a llorar en breves. Cuando nombró a mi padre todo mi cuerpo  reaccionó, lo necesitaba, necesitaba a mi padre. Las palabras que me acaba de decir Víctor me dejaron boquiabierta. ''eres la luz de mis ojos'' sólo él podía decirme esas cosas tan hermosas.
-Yo:  uro que te quiero más que a mi vida, eres un idiota pero te quiero.-Susurré y vi como una lágrima caía por sus perlas azules, con mis dedos las quité y el sonrió.
-Víctor:  Te exijo que me llames todos los días, skype o lo que te de la gana pero que hablemos cada día, no es una pregunta es una orden.-Él y su sobreprotección, me recuerda tanto a..Harry.
-Yo: Que sí bobo ¿de verdad piensas que no te llamaría?.-Dije y un golpe con mi índice en su frente, este frunció el ceño y después rió.
-Víctor: Más te vale.-Amenazó y yo reí.-También quiero que te plantees lo del conservatorio, sería genial que entraras y te formaras, piénsalo.-Yo asentí.
-Yo:  Será mejor que te vistas, a este paso el avión de nos va.
-Víctor: Echaré de menos esto.-Dijo nostálgico.
-Yo: ¿El qué?
-Víctor: Que me mandes, que vayas de madre autoritaria.-Rió.
Yo suspiré y golpee su brazo con delicadeza.
….

-Yo: Mamá cuídate y cuida del loco de mi Víctor.-Dije mientras la abrazaba, era la primera vez que me separaba de ellos y me estaba costando una vida.
-Mi madre: Tranquila, estaremos bien, sólo me preocupas tú, llámanos ¿de acuerdo?-Dijo angustiada.
Yo puse una de mis manos en su mejilla y la acaricié.
-Yo: Estaré bien, no te lo digo nunca pero.. te quiero.-Sí por fin decía a Lucia que la quería. Ella abrió los ojos como platos y después me abrazó con fuerza, me dejé abrazar y pude sentir ese calor de madre, ese que solo se siente con ella.
-Mi madre: te amo.-Dijo dando un beso en mi cabeza. Me separé de ella y miré a mi hermano, su cara era un poema, sus perlas azules estaban apagadas, su mandíbula apretada y en su cara era imposible encontrar rastro de su hermosa sonrisa, Víctor siempre ha sido orgulloso, nunca permite que lo vean llorar, sólo se abre conmigo, muestra todas sus emociones conmigo y es algo que valoro.
-Yo: ¿Acaso  no me vas a despedir como me merezco?.-Dije abriendo los brazos, él me dedicó una pequeña sonrisa y vino hacia mí, sus brazos me cogieron por la cintura alzándome, quedando en el aire, enrosqué mis piernas por su cintura y me aferré a su espalda.
-Víctor: Te quiero mocosa, llámame, y tomate las cosas con calma.
-Yo:  yo te quiero más, pero no puedo irme de aquí sin ver tu sonrisa.-Dije y él sin dudarlo me regaló una de las mejores, pase mi mano por su pelo y lo despeiné un poco, reímos, me soltó en suelo con delicadeza.
-Víctor: ¿Hermanos?.-Dijo alzando la mano.
-Yo: Hasta la puta muerte.-Dije y la choqué, sí a veces podíamos ser como dos críos pero eso era lo que más amaba.
En ese instante sonó la voz indicando que el vuelo saldría ya, me alejé un poco y dejé que los chicos se despidieran de mi hermano, los tres se cogieron un cariño impresionante, vi el gran abrazo que se dieron mi hermano y Niall, y después se unió Liam. Cuando terminaron con las despedidas Liam y Niall vinieron junto a mí y Niall me dio la mano. A lo lejos nos despedimos de mi madre y mi hermano con la mano.
-Víctor: CUIDAAAAAAAAAAAAAROS.-Gritó.
-Todos: Y TÚ.-Dijimos al unísono.

Terminamos de subir al avión, yo me senté con Niall y Liam se puso tras nosotros. Estaba jodidamente asustada, nerviosa, deprimida, feliz a la vez porque uno de mis sueños se cumpliría: pisar Londres, pensar eso suavizaba un poco la situación. Apoyé mi cabeza en el hombro de Niall y el vuelo comenzó, ahora todo estaba en manos del destino..

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