CAPÍTULO 68.
Narra Verónica.
Yo: No llores, por favor no lo hagas.-Susurré.
Él me miro pero sus ojos seguían derramando lágrimas sin
control, me levanté y me senté en uno de sus muslos, pase mi brazo por su
espalda y él apoyó su cabeza en mi pecho, mi otra mano buscó a la suya, la tomé
y entrelacé nuestros dedos, sus lágrimas estaban mojando parte de mi pecho.
-Harry: Si confío en ti, si lo hago.-Sollozó.
Yo solté su mano, y la pasé por sus rizos, los eché hacia
atrás, él paso uno de sus brazos por mi espalda, recogiendo mi cintura y
uniéndola con su otra mano, me abrazo
muy fuerte, tan fuerte que pude sentirlo conmigo de nuevo, tan fuerte que pude
sentir la energía que su cuerpo me trasnmitía, su calor, sus sentimientos,
enterró su cara en mi pecho y yo abracé con mis brazos también. Después de un
rato así, su llanto frenó, mi pecho estaba húmedo, su respiración era algo
agitada por el recién llanto, sin embargo sus brazos me seguían apretando con
fuerza.
-Harry: no quería gritarte, no quería despreciarte, no quería
que creyeras que dudo de ti, te hize llorar, no me lo perdono.-Susurró su voz
entrecortada.
Yo seguía sin decir nada, intentaba buscar la palabra
correcta, él subió su rostro hasta llegar a mi hombro, yo voltee mi mirada y vi
como sus ojos rojos, hinchados y aguados me miraban pidiendo una respuesta.
-Yo: Yo también te estoy haciendo llorar, estamos
empate.-Dije.
-Harry: Soy un imbécil, yo no *lo interrumpí*
-Yo: Te amo.-Susurré observando detenidamente sus ojos.
-Harry: ¿Qué?.-Susurró.
-Yo: Que te amo.-Dije segura.
Sus ojos me miraron fijamente, se iluminaron, detrás del
rojizo por la irritación podría distinguir ese verdor que me imnotizaba, sus brazos me apretaron con fuerza y este dejo su cabeza reposar en mi hombro, vi
como cerró sus ojos para disfrutar el momento, yo apoyé mi cabeza encima de la
suya y también los cerré, ambos disfruntando de nuestro propio silencio, solo
se oían nuestras respiraciones unidas.
-Yo: ¿quieres cenar?.-Dije rompienso el acogedor silencio.
-Harry: No.-Susurró.
-Yo: ¿Qué quieres hacer entonces?.-Dije acariciando una vez
más sus rizos.
-Harry: Dormir contigo.
Nos separamos y ambos nos cambiamos, yo solo me quede en
ropa interior, el calo era horrible, y él como de costumbre en boxers. Me
tumbé mientras él iba al baño, me puse boca arriba y respiré hondo, a los pocos
minutos salio él y camino hasta la cama, se metió y sin decir nada se aferró a
mí, puso su cabeza en mi pecho, y su mano encima de mi vientre, sujetándolo con
delicadeza y enredó sus piernas con las mías. Yo pasé uno de mis brazos por su
espalda y con mi otra mano acariciaba su mejilla.
-Yo: ¿No me das el beso de buenas noches?.-Susurré mientras
una risa floja salía de mi boca.
Él subió su cabeza hasta quedar muy cerca de mi boca, su
respiración relajada acariciaba a mi cara con suavidad. Incliné un poco mi
cabeza para quedar más cerca y él unió sus labios con los míos, ambos habíamos
deseado este momento desde lo ocurrido en la mañana, fue un beso lento, lento
para aprovechar cada segundo de nuestro roce, sus carnosos labios daban calidez
a los míos, esa calidez que había añorado todo el día, ahora éramos solo uno,
nuestros labios se declararon puro amor mediante besos, nada de lenguas en
medio, solo labios uniéndose en perfecta armonía.
-Harry: te amo.-Susurró su ronca voz encima de mis labios
para después depositar un tierno beso en estos y volver a dejar su cabeza en mi
pecho.
Yo acaricié su espalda con la yema de mis dedos, haciendo
letras, formas que ni yo misma sabía lo que eran, y así él entró en un
profundo sueño al que más tarde lo acompañé.
…
Unos gritos y un zarandeo en uno de mis brazos me hizo
despertar.
-Niall: DESPERTAR, NOS VAMOS A LA PLAYA.-Gritó el rubio.
Observe como Harry seguía dormido encima de mí, dio un
fuerte gruñido por haber interrumpido su sueño y abrió los ojos sin ganas.
-Yo: Niall recuerdame que te mate.-Bufé.
-Niall: Lo que quieras, pero levantaros ya, en 5 minutos nos
vamos.-Dijo saliendo de la habitación, viene, nos despierta y se va tan feliz.
-Yo: Hazza vamos, nos esperan.-Dije pasando mi mano libre por sus rizos los que
intenté peinar.
El volvió a gruñir y se levantó a regañadientes, yo reí ante
su acción de niño enfadado, fui al baño, lave mi cara, me coloqué el bikini y
salí de nuevo, él estaba completamente desnudo, tan feliz paseándose por la
habitación.
-Yo: TÁPATE.-Grite mientras reía, mi mirada no pudo evitar
dirigirse a su zona masculina.
Él rió y se puso los bóxer y encima un bañador blanco que
resaltaba perfectamente su moreno.
Me coloqué una camiseta de tirantes blanca y unos shorts
desgastados, me puse unas sandalias y me recogí el pelo en un coleta alta.
Cuando íbamos por las escaleras Harry me cogió la mano y la apretó
con fuerza, yo lo mire y le sonreí.
-Víctor: Por fin bajáis, que lentos sois dios.-Suspiró.
-Yo: Buenos días a ti también, hermano.-Dije irónica.
Me acerqué a Liam y le di un beso en la mejilla, después a
Niall y a mi hermano un pellizco en el brazo.
-Víctor: te mato.-Dijo pasando su mano por la zona agredida.
-Yo: Me amas.-Dije orgullosa.
Todos rieron.
-Yo:¿No desayunamos?
-Víctor: Pasaremos por alguna cafetería.
Dicho esto todos salimos de la casa, yo y Harry fuimos en el
furgón, Niall y Liam en el coche de mi hermano, quedamos en la cafetería norte,
que quedaba cerca de la playa.
Parecía que el día estaría bien, o eso creía.
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