martes, 20 de agosto de 2013

Capítulo 64.

CAPÍTULO 64.
Narra Verónica.

Me resigné, si no lo dejaba hablar no me dejaría así que decidí acabar con esto lo antes posible y sobre todo antes de que ellos volvieran, si mi hermano y Harry lo encontraban aquí se liaría bien.
-Yo: Tienes un minuto.-Suspiré.
Él sonrió aliviado, no vi así a Sergio desde que empezamos a salir. Se acercó a mí y yo di un paso atrás, su presencia me era demasiado incómoda, cada vez que se acercaba o me tocaba los recuerdos de su paliza vuelven a mi mente.
Él suspiró y agacho la cabeza ante mi acto.
-Sergio: Perdón.-Dijo subiendo su mirada hasta chocar con la mía.
¿Pero que se creía? ¿Qué con un perdón iba a curar todo el dolor?
-Yo: vete ya.-Dije seca.
-Sergio: Vero, por favor, perdóname, se que esto no arreglara nada, que no lograra curar todo el daño que te he hecho, pero.. tenía que decírtelo.-Dijo en un tono bastante bajo para ser él.
-Yo: Tú mismo lo has dicho, esto no arregla nada, no pierdas tu maldito tiempo en pedirme disculpas, ahora lárgate.-Dije seca.
Él no contestó y se paso la mano por el pelo un par de veces.
-Yo ¿Por qué ahora? ¿Por qué joder?.-Dije enfurecida.
-Sergio: PORQUE TE QUIERO.-Gritó.
Este tío estaba definitivamente loco.
-Yo: ¿ME QUIERES Y POR ESO ME PEGAS? ¿POR ESO ME DISTE UNA PALIZA POR NO QUERER FOLLAR? TU ESTAS MAL, MUY MAL.-Grité con fuerza.
-Sergio: Me deje llevar por impulsos, el día que te golpeé, ese día era otro, he cambiado, te lo juro, y cuando volví y me entere que estabas con el tal Harry no lo soporté, no puedo verte en brazos de otro, joder.-Dijo al borde del llanto.
Si se creía que eso me ablandaría iba listo.
-Yo:  ¿el otro día no te  quedaron claras las cosas? ¿ Acaso no te fue suficiente con la golpiza de  MI NOVIO?.-Puse más ímpetu en las últimas palabras.
Él no contesto, su rostro volvió a bajar.
-Yo: Desaparece, desaparece de mi vida, DÉJAME SER FELIZ CON EL ÚNICO HOMBRE QUE ME QUIERE, EL ÚNICO QUE ME HACE SENTIR UNA PUTA PRINCESA, AMO A HARRY, METETÉLO EN LA CABEZA.-Grité.
-Sergio: Ese hijo de *lo interrumpí*
-Yo: Ni te atrevas, ahora lárgate y no me vuelvas a molestar ni a mi ni a él.-Ordené.
-Sergio: Está bien, tú misma, solo te digo que yo te quise y te quiero y él, vamos Vero, te consideraba más astuta, es un famosillo de estos que cada mes está con una, él solo te está utilizando, eres su juego de verano, se cansará de ti y te dejará tirada como a una mierda.

La rabia me estaba comiendo por cada parte de mi cuerpo.

-Yo: QUE TE VAYAS.-Dije abriendo la puerta.
Él salió y yo di un portazo, apoyé mi espalda en la puerta y me deje caer en el suelo hasta estar sentada.
Las palabras que él me dijo me dolieron, fueron como puñales clavándose sin control en mi pecho.

''eres su juego de verano’’  '' te dejará tirada como a una mierda’’ ''se cansará de ti’’

BASTA, grité entre lágrimas, me estaba martirizando por culpa de ese imbécil.
Me levanté y me tumbé en el sofá, me arropé con una manta y entre sollozos caí dormida.

Narra Harry.

La tarde estuvo bien,  volví a reírme como un loco, hacía tiempo que no estaba con ellos y los echaba de menos,  logré sacar por un rato las descabelladas ideas de que Liam quisiera a Vero como algo más. Yo no quería salir, quería quedarme con mi princesa, pero ella casi me obligó a que viniera, estábamos cenando y yo no dejaba  de pensar en ella, echaba de menos su cuerpecito pegado al mío, su calor, su olor, su boca, TODO. Ella se había convertido en eso, todo.
Una conversación me sacó de mis pensamientos.
Liam se interesó por la recuperación de Vero y Víctor le explicó cómo fue todo con detalle a lo que Liam estuvo muy atento. Yo no sabía que pensar.
Terminamos de cenar y fuimos hasta su casa, por fin la vería.  Entramos y Niall subió arriba a cambiarse yo entré con Víctor y Liam al salón, allí estaba ella, dormida en plena armonía, arropada con una fina manta.
-Víctor: Parece buena con duerme.-Susurró mientras reía.
-Liam: Se ve tan inocente, tan bella.-Dijo mientras la observaba  con cautela.
Me sentí molesto, esta situación me estaba cansando.
-Yo: Como una diosa.-Suspiré.
-Víctor: Es el momento perfecto para hacerle una broma.-Dijo riendo.
-Yo: De eso nada,  no dejaré que la despertéis, me la llevo.-Dije y me acerqué a ella, la cogí de la cintura y ella sola enroscó sus  piernas en mi cintura, puse sus brazos en mi cuello y su cabeza cayó en mi hombro. Yo la abracé  con mis brazos, ella seguía con los ojos cerrados.
-Verónica: ¿Dónde vamos?.-Dijo apenas sin voz.
-Harry: Sh, duerme.-Dije y subí con ella por las escaleras con la mirada de Víctor y Liam en nosotros.
Llegué y la recosté con delicadeza sobre la cama, para mi ella era como de cristal, todo su cuerpo era frágil y delicado. Ella se puso de lado y siguió con su sueño yo le quité la ropa con cuidado y la deje en ropa interior, cogí la sábana y antes de cubrirla la observe, era perfecta, mordí mi labio pensando en todo lo que haría ahora mismo y la cubrí con cuidado. Fui al baño y me cambié, me quedé en bóxers y volví a la cama, ella dormía pacíficamente. Me acerqué a su lado y me incliné.
-Yo: Buenas noches princesa.-Susurré y di un beso en su mejilla.
Ella no dijo nada solo sonrió, con eso me bastaba. Yo me puse boca abajo y puse mi cara en dirección a ella que me daba la espalda, aparté su pelo a un lado y me quede admirando ese  tatuaje, estuve mirándolo durante un rato hasta que me quedé dormido.


Narra Verónica.

La sed y el calor acabaron con mi sueño, me desperté acalorada, estaba sudando, miré el reloj y solo eran las 3 de la mañana. Me di la vuelta y me encontré con mi ángel que descansaba tranquilamente, estaba boca abajo, con la cara de lado en dirección a mí, su mejilla estaba aplastada contra la almohada, sus rizos estaban esparcidos por esta,  su imagen era enternecedora, me acerqué a él y pase mi mano por sus rizos.
-Yo: cuando tengamos hijos, quiero que uno sea niño, y quiero que sea igual que tú.-Susurré mientras pasaba mi mano por su mejilla  y admiraba su puta belleza.
Después me levanté con cuidado para que no se diera cuenta, y baje abajo a por algo de beber, iba en ropa interior, pero me dio igual, ahora todos estarían dormidos, o eso creía.
Terminé de bajar las escaleras y fui hacia la cocina, cuando llegué vi a Liam tomando un vaso de leche.
-Yo: Mierda, Liam.-Dije tapándome con las manos  lo que pude, estaba muerta de vergüenza, mis mejillas comenzaron a calentarse, explotaría en cualquier momento.
-Liam: Tranquila Vero, no miro.-Dijo riendo mientras tapaba sus ojos.
-Yo: Eres idiota.-Reí.
En ese momento se rodeó dándome la espalda, se quitó su camiseta blanca de mangas cortas y después de acercó a mi tapándose los ojos, era tan adorable.
-Liam: Ten, póntela y así podré mirarte.-Rió.
Yo tomé su camiseta y me la puse, me quedaba  un poco por debajo de mi trasero.
Él dejo al descubierto su trabajado torso.
-Yo: Ya puedes mirar bobo.-Dije apartando la mano de sus ojos.
Él rió y me miro fijamente.
-Liam: La camiseta se ve mejor en ti, que en mí.-Dijo sonriendo.
-Yo: Calla.-Dije a punto de que mis mejillas humearan.
-Liam: ¿No puedes dormir?.-Dijo dando un sorbo de leche.
-Yo: hace mucho calor, y tengo sed.-Dije poniendo cara rara y el rió.
Fui hacia la nevera y cogí la jarra con agua y después un vaso, lo llené.
-Yo: ¿Qué tal todo?.-Dije acercándome a él, me senté en la mesa justo frente a él y moví mis piernas de adelante hacia atrás que colgaban por la mesa.
-Liam: Bien, nada nuevo.-Dijo sonriendo.
-Yo: Me alegro, cómo me entere que estas mal o que alguien te hace daño se las verá conmigo.-Puse cara  de tipa ruda y el rió.
-Liam ¿y tú?.-Preguntó parando de reír.
-Yo: Ya te dije, con Harry, volví a nacer.-Dije sonriendo. ¿Y las chicas que tal las llevas eh eh?.-Dije dando golpes en su brazo.
-Liam: Ahora mismo paso de eso, esto concentrado en mi carrera, en mi familia, mis amigos, en..*se paró*
-Yo: ¿En?.-Dije para que siguiera.
-Liam: No, nada.-Dijo nervioso.
-Yo: Soy una patata acalorada.-Reí.
-Liam: ¿Qué?.-Dijo mientras me miraba riendo.
-Yo: ah, no sé.-Dije bebiendo agua.-Tengo calor.-Reí.
Pues solo intentaba que Liam riera y lo conseguí.
-Liam: Te eche mucho de menos, estuve muy preocupado por ti, por tu recuperación, por todo.-Dijo poniéndose serio.
¿Este chico podía ser más perfecto? No, no puede.
-Yo: ¿me abrazas?.-Hice pucheros.
Él soltó el vaso en la mesa y me recogió entre sus brazos, yo apoyé mi cabeza en su pecho, me sentí protegida, esto era un sueño, recuerdo hace 5 meses, cuando cada día soñaba con el abrazo que le daría a Liam y ahora es él el que está en mi casa y el que me abraza, esto era irreal, esto era lo mejor que me pudo pasar.
-Yo: Va siendo hora de que nos vayamos a dormir.-Dije bajándome de la mesa.
-Liam: Estoy de acuerdo.-Dicho esto salimos de la cocina y subimos las escaleras, nos páramos delante de la habitación de mi hermano.
-Yo: Buenas noches grandullón.-Dije dando un golpe con mi dedo en la nariz.
-Liam: Que descanses pequeñaja.-Dijo este apretando mi nariz entre sus dedos, yo gruñí.
-Yo: Idiota.-murmuré mientras me daba la vuelta, pude oír como el reía.
Entré en la habitación sigilosamente, se me olvidó darle la camiseta a Liam, me la quité y la coloqué encima de mi ropa y la de Harry, pude observarlo, seguía durmiendo, solo había cambiado de postura, ahora me daba la espalda, extraño.-Pensé.
Lo ignoré y me acosté de lado mirando hacia él, observaba su espalda desnuda en la oscuridad, podía analizarla en mi mente. Me acerqué y besé su nuca, después me separé y cerré los ojos hasta dormir.

Narra Harry.

Me hice el dormido para ver lo que hacía, no dejaba que nadie tocara mi pelo, pocos lo hacían pero que ella lo hiciera me hacía sentir bien, me relajaba, además es mi punto débil. Cuando dijo lo de los hijos una felicidad interna creció en mí, sentí un pinchazo en el corazón, me sumergí en mil sentimientos.  Después salió de la habitación, a los pocos minutos escuche voces así que Salí de la habitación y sin hacer ruido bajé, me quedé detrás de la entrada de la cocina, y la vi a ella con su camiseta puesta y él desnudo de cintura para arriba, observé como reían y después…se abrazaban, apreté mi mandíbula, no soportaba ver más así que  subí a la habitación, me tumbé en la cama y me puse lado, los celos me estaban consumiendo, no soportaba verla así con otro que no fuera yo, no sabía que pensar ya de Liam.

Al poco tiempo oí como abría la puerta, cerré los ojos y me hice el dormido. Pude sentir sus cálidos labios en mi nuca, tenía unas ganas terribles de rodearme y tenerla en mis brazos pero no lo hice..

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