martes, 13 de agosto de 2013

Capítulo 46.

CAPÍTULO 46. ‘’Para siempre’’.
Narra Harry.

Termine de contarle mi plan a Víctor, ya que necesitaría de su ayuda para llevarlo a cabo.
-Yo: ¿Y bien? ¿Qué te parece?
-Víctor: increíble, es muy bonito Harry.-Sonrió.
-Yo: Por ella, yo la necesito, entiéndelo, y voy a hacer todo lo que esté en mis manos. Paul ¿trajiste el vestido y los zapatos?
-Paul: Sí, toma.-Dijo dándome la caja dónde estaban.
-Yo: Ya sabes, el vestido se lo has comprado tú, tiene que ponérselo ¿de acuerdo?.-Dije depositando la caja en sus manos.
-Víctor: De acuerdo, que se lo ponga será tarea difícil, ella aún no se acepta del todo y bueno..pero lo intentaré.-Sonrió. Ahora será  mejor que me marche, a las 9 en el parque  de la fuente no?
-Yo: Sí, y que no se te escape nada.-Reí.
-Víctor: No, hasta luego.
Paul alquiló un furgón para desplazarnos mientras estemos aquí, lo cogimos y nos dirigimos a la floristería más cercana.
-Yo: Quería una ramo de rosas rojas, parase a recogerlo a las 9 menos  cuarto.
-Dependienta: Perfecto.-Sonrió.
Salimos de allí y nos dirigimos al hotel, tenía que preparar la habitación, menos mal que Paul estaba aquí, yo solo no podría.
….

-Paul: Al final nos quedó bien.
-Harry: ¿crees que a ella le gustará?
-Paul: No me cabe duda.-Sonrió.
-Harry: Me voy a la ducha, tengo que prepararme.
-Paul: De acuerdo, yo voy a mi habitación, si necesitas algo, ya sabes dónde estoy.-Dicho esto salió de mi habitación y se fue hacia la suya, que estaba justo al lado  de la mía.
Yo me metí en la bañera, necesitaba relajarme, esta noche tenía que ser inolvidable, o por lo menos, eso quería.

Narra Verónica.

Eran las 1 y ni rastro de mi hermano, yo ya estaba cansada de pasar canales, ¿es que no había nada en condiciones o qué? Decidí apagarla y subir a mi habitación pero en ese momento, escuché el crujir de la puerta para minutos después ver como mi hermano entraba al salón.
-Yo: Con que ya llegas, ¿se puede saber dónde te has metido?.-Dije volviéndome a sentar.
-Víctor: He ido a comprarte esto.-Dijo dándome una caja.
La abrí y vi un precioso vestido rojo de tirantes, y unos zapatos negros de tacón.
-Yo: ¿Víctor?¿Tienes fiebre?.-Reí.
Él hizo  una mueca, parecía no saber qué decir.
-Víctor: ¿Por qué tendría que tener fiebre?
-Yo: Vamos Víctor,  tú no eres de comprar estas cosas, siempre me has comprado sudaderas, zapatillas, cosas que sabes me gustan, pero ¿desde hace cuanto que no me ves con un vestido y tacones?
-Víctor: Desde que ese hijo de puta te pegó.-Dijo lleno de rabia.
-Yo: Exacto, ¿Por qué debería de hacerlo ahora?
-Víctor: Porque a mí me da la gana, se te olvidó eso de ''voy a empezar de 0’’ *hizo comillas con sus dedos* pues empieza por esto, esta noche te pones lo que te compré que te voy a llevar a cenar.
Espera no, Víctor, ¿llevarme a cenar? ¿A un sitio elegante? Pero, ¿este se ha drogado? Si Víctor nunca me llevó a comer,  el era de pedir la comida y se montaba la cena aquí, nunca le gustó eso de ir a cenar a sitios elegantes. Esto me olía raro.
-Yo: ¿Dónde está mi hermano?¿Quién eres y que has hecho con él?-No pude evitar soltar una carcajada.
-Víctor: Que estoy hablando enserio.-Bufó. Te quiero arreglada para las 8 y media y no acepto un no por respuesta, si te niegas te llevaré a cuestas.-Dicho esto subió las escaleras.

Después de ducharme, me puse la ropa interior y me paré delante del vestido que estaba encima de la cama. Pensé si ponérmelo o no, pero por probar no pasaba nada.
Me lo coloqué y me mire en el espejo, el vestido era ceñido al cuerpo, no me veía del todo bien, hace ya muchos años que dejé de ponerme estas cosas, solo andaba con camisetas y sudaderas XXL y mis zapatillas. Me senté en la cama y me puse los tacones, no eran muy incómodos, recuerdo que cuando me los ponía me defendía bastante bien con ellos.
Peiné mi pelo dejándolo caer por debajo de mi pecho, se formaron algunas ondas en las puntas, me puse rímel y un poco de brillo en los labios, me rocié de colonia, hoy me puse mi favorita, la de coco, su olor me transportaba a otro lugar. Al fin y al cabo salir a cenar con mi hermano me haría distraerme un rato y no pensar en el estúpido de Sergio y tampoco pensaría tanto en el dolor que tengo en el pecho, mi corazón ama a Harry, siempre lo hará, pero no quiero que nada malo le pase y si para eso tengo que separarme de él, lo haré. Me miré en le espejo por última vez y mi vista fue dirigida al colgante que habitaba en mi desde hace 3 meses, desde entonces no lo aparté de mi y no iba a hacerlo ahora. Suspiré y salí de mi habitación, en la casa solo se oían los tacones, baje las escaleras y allí estaba Víctor, me sorprendí un poco, el apenas iba arreglado, pero bueno, no le di importancia.
-Yo: ¿Puntual o no?.-Dije acercándome a él.
Él me miro de arriba abajo y no dijo nada.
-Yo: Tierra llamando a Víctor.-Reí.
El cerró los ojos y los abrió como 4 veces y después reaccionó.
-Víctor: Vero, e-estas preciosa.-Dijo mirándome de arriba debajo de nuevo.
Yo me ruboricé, fijo que mis mejillas se encendieron un poco.
-Yo: Anda calla y vamos.

-Yo:  ¿Me traes a un parque?¿Y la cena?¿me pongo así para venir a un parque?.-Dije confundida.
-Víctor: esto..*paso una de sus manos por su pelo* ya vuelvo, no cerré bien el coche, no te muevas de aquí.-Dijo y salió a dónde estaba el coche, lo perdí.
¿Qué estaba pasando? Yo no entendía nada, solo estaba ahí, parada mirando hacia la nada sin saber que pretendía mi hermano.

Un pañuelo tapando mis ojos me hizo salir del trance, mi cuerpo entero tembló, me ataron un pañuelo que no me dejaba ver nada. Unos fuertes brazos me agarraron por la cintura y me apegaron a su cuerpo, sentía sus pulsaciones en mi espalda que estaba pegada a su pecho, sus pulsaciones eran aceleradas, mis manos temblaban, las coloqué encima de las suyas que sujetaban  mi vientre con fuerza. Al roce mi cuerpo entero se estremeció, una gran descarga azotó todas mis  células vivientes y un pinchazo dio en mi corazón que no tardo en agitarse, esas manos solo podían ser de alguien, él..

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