CAPÍTULO 70.
Narra Verónica.
-Harry: ¿Quién era ese? ¿Por qué te besó?.-Dijo acercándose
más a mi, solo unos centímetros me separaban de él.
Pude notar la intensidad en su mirada, uno de sus puños
estaba cerrado y presionado con fuerza, tanto que una vena podía hacerse notar
en su brazo.
-Yo: Tranquilo, una
pequeña se perdió y él era su hermano, simplemente me dio un beso en la mejilla
por educación, Harry nos acabamos de presentar.-Reí, pero por lo que vi a él no
le hacía nada de gracia.
-Harry: Seguro te vio así *me recorrió con los ojos de
arriba hacia abajo* y empezó a babear, maldito.-Dijo apretando cada vez más su
mandíbula.
-Yo: No empieces de nuevo, por favor…-Susurré bajando el
rostro, mi mirada se perdió en la arena. Toda esta situación de sus celos y su
posesión me comenzaban a agobiar.
Él guardó silencio unos segundos, podía sentir su
respiración alterada, respiró hondo y sus fuertes brazos me cogieron por la
cintura, yo me deje caer sobre su pecho y puse ambas manos en este.
-Harry: Lo siento, no quería..perdóname.-Digo su voz algo
más calmada.
Yo no dije nada, me entretuve inhalando su olor, todo su
torso estaba mojado, el choque de ambos cuerpos, uno ardiendo y el otro mojado
era estremecedor, mi piel pronto se humedeció. Di un beso en su pecho, la
textura de su piel mojada en mis labios era algo interesante, rica, me
transportaba a otro lugar desconocido.
-Harry: Prometo controlarme nena.-Susurró por fin calmado
mientras sus fuertes brazos me pegaban más a él.
Me separé un poco de él y subí mi rostro hasta encontrarme
con sus atenta mirada, admiré un momento sus luces verdes que volvieron a
cobrar vida, su mirada ya no era tensa.
-Yo: Espero que así sea.-Dije y acerqué mi boca a la suya,
sus labios me gritaban que los besara ya, y ya era hora de volver a sentirlo
conmigo. Sin más vueltas presioné mis labios con los suyos, húmedos, carnosos,
a pesar de estar algo mojados mantenían ese fuego que me quemaba cruelmente,
después de un juego de lenguas nos separamos, unimos nuestras frentes y él
esbozó una gran sonrisa, su hoyuelo me estaba reclamando y no pude contenerme
más, me acerqué y deje un corto beso en este, haciéndolo reír.
-Harry: Que conste que solo tú haces esto.-Susurró entre
risas.
-Yo: Por qué son solo míos.-Dije orgullosa.
Un carraspeo arruinó el momento, volteamos y ahí estaban los
tres, observando nuestra ¿reconciliación? Últimamente no hacíamos otra cosa que
pelear y siempre por el mismo tema: celos.
-Víctor: No quiero arruinar el momento pero.. *rió* es hora
de comer.-Dijo y agarro su toalla, la que pasó por su trabajado torso.
-Niall: Necesito comer.-Dijo ansioso.
-Liam: Niall..-Dijo riendo.
-Niall: ¿Qué?.-Se hizo el ofendido.
-Harry: Nunca cambias.-Dijo riendo, vi como él y Liam rieron
juntos de nuevo, no pude evitar sonreír de felicidad, Harry de verdad estaba
intentando cambiar su obsesión y eso me hacía feliz.
…
Comimos en un restaurante de comida rápida, el almuerzo fue
de lo más divertido, como siempre con ellos como no iba a serlo, Liam y Harry
entablaron alguna conversación que no llegué a oír ya que me senté con Niall y
no tuve tiempo para entretenerme en otras cosas, con Niall es imposible estar
triste o angustiado, él siempre sabe cómo hacerte reír, lo adoro.
Después de comer volvimos a la casa, todos nos duchamos y
decidimos descansar, mi hermano propuso salir por la noche a una discoteca
bastante famosa de la zona, al principio me negué, ¿cuánto haría que no salgo
por la noche? Y más a un sitio como una discoteca, recuerdo mi última vez en un
sitio de esos y fue con Sergio, Sergio en todas partes, maldito. Después de que
mi hermano incluido con los chicos hicieran de todo para convencerme acepté, de
todos modos decidí empezar de cero y..¿no estaría nada mal salir con mis amigos y mi novio no? Quedamos en el
salón a las 10, Liam y Niall fueron con mi hermano a tomar café y yo me quedé con Harry.
-Yo: Yo voy a
arreglarme ya.-Dije levantándome de la cama.
-Harry: ¿ya?.-Rio mientras miraba el reloj de su
muñeca.-Pero Nena si son las 9, queda una hora.-Dijo y se incorporó en la cama
quedando sentado en el borde de esta.
-Yo: Te recuerdo que soy mujer y que tengo más cosas que
hacer que tú.-Apunté con mi dedo.
-Harry: Vale pero no me mates.-Dijo subiendo los brazos en
defensa mientras aguantaba la risa, sí, amaba con todo mi corazón este Harry.
Me acerqué a él que estaba sentado en el borde de la cama
y fui directa a su oído.
-Yo: Puedo matarte de mil maneras.-Susurré en su oído para
después morder con picardía su lóbulo a lo que él gimió.
Me separé de él antes de que pudiera cogerme mientras reía,
esto de provocarlo era gracioso.
Fui hacia mi armario y empecé a pensar en que ponerme,
después de unos minutos pensativa, opté por un vestido color azul oscuro, de
tirantes, nada escotado y con la espalda al descubierto. Me incliné un poco
hacia abajo para elegir zapatos, cuando estaba decidiéndome por cual coger unos
brazos en mis caderas me hicieron dar un salto.
-Harry: No juegues con fuego, te lo advertí.-Dijo su ronca
voz en mi oído, todo mi cuerpo combulsionó, sus manos aprisionaban ambos lados
de mi cintura pegando todo mi cuerpo al suyo, podía sentir sus latidos en mi
espalda, su boca bajó de mi oído hasta mi cuello, mierda mierda mierda, llevaba
el pelo recogido en un moño improvisado, ahora toda mi piel estaba expuesta.
Comenzó a dar besos por la curva de mi cuello, sus rizos rozaban con agilidad
haciéndome cosquillas, la punta de su nariz paseaba por mi piel y su
respiración en la zona me estremecía.
-Harry: Ahora *beso*
debo *beso* cambiarme *beso*.-Dicho esto paso la punta de su lengua por mi
cuello y se retiró bruscamente de mi, dejándome exhausta, perdida, transportada
a otro lugar, negué con la cabeza para intentar volver a la realidad y cogí los
dichosos zapatos negros.
Esperé que Harry saliera del baño para entrar yo, cuando
salió mi respiración se cortó, llevaba unos jeans negros ajustados a su perfecta figura,
unos botines negros y una camisa azul claro con algunos botones desabrochados,
dejando ver parte de sus pájaros tatuados, su pelo estaba armoniosamente
alborotado, yo estaba en trance, era demasiado hermoso, perfecto.. era un dios,
no podía ser real, era un ángel.
-Harry: Si no te arreglas ya, no llegaremos puntuales.-Dijo
riendo mientras se acercaba a mí.
Yo me ruboricé, se percató de mi escaneo en él, terminó de
acercarse a mí, mi pulso se aceleró, siempre que él está cerca todo sistema
nervioso en mi interior se activa, la sangre bombea con fuerza.
-Harry: ¿Voy bien?.- Susurró para después pasar su lengua por su labio inferior para
humedecerlo. No Harry, no sigas.-Me gritaba mi subconsciente.
-Yo: Perfecto.-Solo llegué a decir eso, seguía perdida en su
mirada.
Él se acercó cogiendo mi cara entre sus manos y dio un
tierno y cálido beso en mis labios dejándome más muerta aún si es que se podía,
después se separo de mi y fue hacía su móvil, yo decidí arreglarme de una vez.
Cuando por fin terminé salí del baño, Harry se encontraba
sentado en el pequeño sofá con el móvil entre sus manos, sintió mi presencia y
subió la cabeza hasta clavarme sus ojos verdes en mi cuerpo, guardó el móvil en
el bolsillo de sus jeans y se levantó mientras se acercaba a mí con una gran
sonrisa.
-Harry: Esta noche tendré que apartar a todos los que se
peguen a ti, eres una diosa.-Dijo cogiéndome por la cintura y pegándome a él,
los tacones eran bastante altos, ahora si estaba a su altura.
Sentí el familiar
calor en mis mejillas y él lo noto, soltó una de sus manos de mi cintura y la
posó en mi mejilla la que acarició con suavidad, yo cerré los ojos un momento
para disfrutar del suave tacto de sus manos.
-Harry: Estas preciosa nena.-Antes de que pudiera abrir
los ojos sus labios ya estaban atrapando los míos con fuerza, succionó sin
ninguna piedad y terminó con un leve mordisco en mi labio inferior haciéndome gemir.
-Yo: Será mejor que nos vayamos, como continúes no saldremos
de aquí.-Reí en sus labios.
Él rió y tomó mi mano para dirigirnos abajo.
…
Ya estábamos en la famosa discoteca, había demasiado ambiente, una aglomeración de
personas, tabaco, alcohol, zorras y drogas, supongo que es el ambiente típico
en un local así.
Harry apretó mi mano con fuerza y me llevó hasta la barra
pasando entre la muchedumbre, cuando llegamos tomé asiendo en un taburete y él
quedó de pie a mi lado, paso uno de sus brazos por mi cintura y el otro lo
apoyó en la barra.
-Harry: ¿Qué quieres tomar?.-Dijo cerca de mi oído ya que la
música era excesivamente alta
-Yo: Lo que tomes tú.-Alcé la voz en su oído.
Él volvió su cabeza al frente y con un gesto de mano llamó
al camarero, era bastante joven, pelo negro y ojos marrón intenso.
-¿Qué tomaran?.-Dijo mirándome sólo a mí con una sonrisa.
Harry se tensó y apretó mi cintura con fuerza.
-Harry: Dos vodkas negros.-Dijo seco.
Él chico asintió y se fue.
-Harry: ¿Ves lo que provocas en los hombres?.-Dijo en mi
oído.
Negué con la cabeza y reí.
Con una de mis manos agarré su mejilla y lo atraje a mí,
junte mis labios con los suyos y los besé con firmeza, dejando rastro de mi en
sus labios.
En ese momento volvió el chico con las bebidas..
-Aquí tienes preciosa.-Dijo soltando el vaso.
-Yo: Gracias.-Sonreí.
-No se dan.-Me guiñó un ojo.
Pude notar la presión del brazo de Harry en mi cintura.
Él camarero soltó el vaso de Harry sin mirarlo y se fue.
Él tomó su vaso y bebió un gran trago de vodka, lo soltó en
la barra bruscamente y paso la mano por su pelo. Me levanté del taburete y me
puse frente a él. Puse mis manos en sus brazos, sus luces me iluminaban en la
oscuridad del local, pude flotar ante la sensación.
Él se acercó y me besó salvajemente, cogiéndome de la
cintura con un solo brazo, su lengua dejándome sin respiración, sus labios moviéndose
en compás con los míos.
-Harry: Vamos a bailar.-Dijo sonriendo.
-Yo: Yo.. yo no sé.-Dije avergonzada, pues no soy de estas
que mueven las caderas como putas y tampoco es que tuve muchas oportunidades de
bailar ya que no salí. Cogí mi baso y di un trago de mi bebida, sentí un ardor
en mi garganta. Volví mi vista hacía él, me miro y rió.
-Harry: Yo te enseño.-Dicho esto me cogió de la mano y como
pudo me llevo hasta la pista dónde había de todo, gente casi acostándose ahí,
putas meneándose mientras lo enseñaban todo y enamorados bailando en armonía.
Justo cuando llegamos sonó una canción bastante movida, con solo oírla te
entraban ganas de bailar. Harry me soltó la mano y se puso frente a mí.
-Harry: Sólo tienes que dejarte llevar, hazlo.-Dicho esto su
cuerpo comenzó a moverse de una manera jodidamente sexy, bailaba bastante bien, yo intenté olvidar el
miedo un poco y empecé a mover mi cadera al ritmo de la música, poco a poco fui
dejándome llevar por el sonido hasta que me solté por completo, comencé a bailar
como nunca sin pensar en toda la gente que había a mi alrededor y en los ojos de Harry encarnados en mí, me di la vuelta
y comencé a bailar, unos brazos se metieron por mi cintura hasta posarse en mi
vientre, me voltee asustada pero respiré aliviada al ver que solo se trataba de
mi ángel.
-Harry: Para no saber bailar, te mueves muy bien.-Rió.
Yo me ruboricé y escondí mi cara en su cuello el cual besé
con ternura.
Una voz nos sacó del momento, nos separamos y vi a Niall
junto a mi hermano, los dos demasiado animados, ¿ebrios ya? Dios no, nos
tocaría cargar con ellos, pero..¿y Liam? ¿Dónde estaba?
-Yo: Dios os mato, ¿ya estáis así?.-Grité acercándome a
ellos.
Ambos rieron como dos borrachos.
-Yo: ¿y Liam?.-Dije preocupada.
-Víctor: En la barra hermanita.-Dijo riéndose, pero que
idiota.
Negué con la cabeza y un abrir y cerrar de ojos los perdí de
vista. Voltee nuevamente hacía Harry.
-Yo: Mi amor, voy a buscar a Liam, ¿puedes encargarte de
esos dos?.-Dije poniéndome mis manos en su pecho.
Él rió.
-Harry: Claro princesa.-Dicho esto me beso en los labios y
lo vi desaparecer entre la multitud, yo intenté ir hasta la barra, cuando
estaba por llegar me topé con alguien, alcé mi vista y me encontré con un chico
que me miraba atentamente, no sé porqué su cara me resultaba conocida, lo miré
detenidamente y me di cuenta de que era el chico que conocí en la playa, cómo
era..¿Marcos? Sí creo que sí.
-Marcos: Vaya sorpresa encontrarte aquí.-Dijo sonriendo.
-Yo: Hola Marcos.-Le devolví la sonrisa.
-Marcos: Estas guapísima.-Dijo recorriendo con sus ojos de
la cabeza a los pies lo que me incomodó.
-Yo: Eh.. gracias.-Dije algo distante.
-Marcos: ¿Dónde ibas?
-Yo: A la barra, a buscar a un amigo.
Él puso cara de ¿decepción?¿desilusión? No Verónica, el
vodka y las luces de colores te están distorsionando.
-Marcos: Te acompaño y te invito a algo.
Yo no dije nada, seguí mi camino con el detrás, reconocí
perfectamente esa figura de espaldas, era Liam, suspiré tranquila y me acerqué
a él dando un golpe en un hombro, él volteo y amplió su sonrisa.
-Liam: Vero.-Sonrió.
-Yo: ¿Qué haces tan solo?.-Dije poniéndome a su lado.
-Liam: Los borrachos se perdieron.-Dijo riendo, después tomó
su vaso y dio un trago a su coca-cola.
-Yo: Harry fue en busca de ellos.-Suspiré. En ese momento
recordé que Marcos estaba allí.
-Yo: Oh, te presento a Marcos, es un chico que conocí esta
mañana, Marcos él es..*me interrumpió*.
-Marcos: Liam Payne, ¿no es así?.-Dijo sonriendo. Qué tonta
soy, ¿quién no va a saber quién es él?
-Liam: encantado.-Dicho esto estrecharon sus manos.
-Marcos: Verónica ¿quieres
algo de beber?.-Dijo mientras llamaba al camarero.
-Yo: No, gracias.-Sonreí. Me coloqué entre él y Liam.
Llegó el mismo chico que antes.
-Marcos: Tequila.-Dijo y él chico asintió saliendo de allí.
-Liam: Estas muy guapa Vero.-Dijo acariciando mi brazo.
-Yo: Tú y tus alagos.-Reí algo ruborizada.
-Liam: Es la verdad.-Dijo serio.
-Yo: Idiota.-Bufé.
-Liam: tú.-Rió.
Me acerqué y pellizqué su mejilla.
Un carraspeo nos hizo voltear a los tres, giré y me encontré
con Harry con Niall y Víctor, su gesto
cambió cuando vio a Marcos, dios un numerito aquí no.
-Harry: Liam, llévate a estos dos fuera, enseguida vamos
nosotros.-Ordenó.
Liam asintió y salió con ellos, quedando los tres, me puse
muy tensa, la situación era incómoda.
-Marcos: ¿No me presentas a tu amiguito preciosa?.-Preguntó
riendo, no dios Marcos cierra la boca, se nota que había bebido más antes de el
tequila, estaba claro que Marcos sabía quién era, no entiendo su actitud.
Harry frunció el ceño y apretó su mandíbula.
-Yo: Él es Harry, mi..*me interrumpió*.
-Harry: Su novio.-Dijo enfurecido mientras me pasaba uno de
sus brazos por mi cintura y me pegaba a él.
Marcos tendió su mano para estrecharla pero Harry no cedió.
-Marcos: Los he visto más simpáticos.-Lo encaró.
No mierda, joder lo que me faltaba, tenía que salir de aquí
ya antes de que se armaran a golpes.
-Harry: Y yo los he visto menos imbéciles.-Gritó.
Me puse entre ambos soltándome de su agarre y mire a Harry.
-Yo: Vámonos, ya.-Ordené mirándolo a los ojos sin rodeos.
-Harry: No aún.-Dijo intentando apartarme pero saqué fuerzas
y me quedé parada delante de él.
-Yo: Por favor Hazza.-Susurré.
Él apretó sus puños, respiró con fuerza y cogió mi mano,
antes de salir miré a Marcos.
-Yo: Perdónalo.-Dije intentando suavizar el tema.
-Marcos: Ni te preocupes, espero volver a verte hermosa.-Dicho
esto se acercó a mi mejilla y me dio un beso, noté como Harry apretó mi mano
con fuerza, me hizo daño.
-Yo: Adiós.-Dije y él me respondió con la cabeza.
Harry me sacó de allí, sin decir nada, seguía sosteniendo mi mano con demasiada fuerza.
-Yo: Me haces daño.-Susurré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario