CAPÍTULO 45. ‘’De
vuelta a España’’.
Narra Verónica.
Los rayos de sol que entraban por mi ventada me indicaron
que debía despertar, otro maldito día comenzaba. Cogí mi móvil para ver la
hora, eran las 11 y media de la mañana, como siempre tenía un mensaje, de mi
ángel. Mi cuerpo empezó a temblar, el dolor en mi corazón volvía a apretar,
abrí el mensaje.
''nunca voy a dejar de
amarte’’
Solté el móvil en la mesita y me fui hacia la ventana, un
par de lágrimas cayeron de mis ojos,
desde aquel día, justamente hace dos semanas, no he vuelto a hablarle,
ni responder sus mensajes, ni sus llamadas, cada llamada que no contestaba era
un puñal en mi interior, cada mensaje al que no respondía eran oleadas de dolor
para mi interior. Esto me dolía más que cualquier cosa, pero solo lo hago por su
bien, por su seguridad, lo hago porque lo amo y no voy a dejar que Sergio le
haga daño. Ayer terminaron el tour, lo vi por internet, como todos, desde que dejé de hablarle, cada vez que vía
un concierto de ellos, me pasaba horas y horas llorando, verlo, verlo me hacía
sentirme fatal, en su mirada ya no estaba esa alegría y felicidad de antes, y
todo esto era por mi culpa.
¿Dónde estarás ahora?-Dije acariciando el avión que
descansaba en mi pecho, desde que él me puso su colgante, no me lo he quitado,
nunca, para nada, incluso después de dejar de hablarle, ese colgante me hacía
sentirlo conmigo, jamás me lo quitaría.
Sequé mis lágrimas y fui al baño, me di una ducha relajante
y me vestí, me puse unos shorts vaqueros, una camiseta de tirantes básica negra
y las vans negras. Dejé mi pelo libre caer por debajo de mi pecho como siempre.
Me puse un poco de rímel en las pestañas. Desde que mi padre murió no me
maquillé para nada, pero ahora lo volví a hacer un poco, tras una larga charla
que tuve con mi hermano, él me hizo entender que no podía dejar de hacer cosas
como esa.
Bajé abajo pero para mi sorpresa Víctor no estaba, y mi
madre se ha ido una semana a Málaga a casa de mis abuelos.
Me acerqué a la nevera para coger una fruta y vi que había
una nota en la mesa.
''Buenos días enana, me ha ocurrido una urgencia y he tenido
que salir, no sé cuando volveré, cuídate, te quiero. Víctor''
¿Urgencia? ¿Qué urgencia? En fin, él sabrá. Me fui al sofá,
puse la TV y empecé a comerme una manzana, me pasaría el día pensando en Harry,
como siempre.
Narra Harry.
Por fin llegamos, Paul y yo cogimos las cosas, y salimos
fuera, menos mal que él no se despistó y reservó en el hotel dónde nos
hospedamos cuando vinimos en Mayo.
Cogí el móvil, eran las 9, llamaré a Víctor.-Me dije.
‘conversación
telefónica’
-Yo: Buenos días, ya estamos aquí.
-Víctor: Buenos días. ¿Dónde estáis?¿En el aeropuerto?
-Yo: Sí.
-Víctor: en 20 minutos estoy allí, hasta ahora.
-Yo: Adiós.
‘fin de conversación
telefónica’
Estaba más nervioso que nunca, sentía un puño clavado en mi
estomago, en mi cabeza no había otra cosa que no fuera ella. ¿Cómo estaría?
Moría por verla y volverla a tener entre mis brazos y protegerla, necesitaba
saber que estaba pasando. Paul y yo nos sentamos a esperar a Víctor.
….
-Víctor: Vamos a una cafetería que hay cerca de mi casa, y
desayunamos.-Dijo mientras Paul metía nuestras maletas en su coche.
-Paul: Antes deberíamos de ir a dejar la reserva al hotel, y
todas las cosas.
-Harry: Tienes razón, vamos.
Subimos al coche de Víctor, era bastante grande, y nos
dirigimos al hotel, según nos dijo Víctor el hotel queda a media hora de su
casa.
Llegamos y dejamos la reserva, subimos a la habitación y
soltamos las maletas, bajamos y pusimos camino a la cafetería, ya allí..
-Víctor: ¿Cómo quieres verla?
-Harry: No sé, quería que fuera una sorpresa, tengo en mente
algo.
-Víctor: Ya estas tardando en contar.-Sonrió.
-Harry: Pues este es el plan..
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