CAPÍTULO 11. ‘’¿Porqué lo has hecho?’’.
Solo faltaba una semana y media para que mis ídolos pisaran
la ciudad, y yo aquí, tirada en la cama, presa del dolor, ahogándome en
lágrimas, hace unos días que no estoy normal, digo normal, porque nunca he
llegado a estar bien, llevo unos días fatal,
no he dejado de provocarme vómitos y de
cortarme. Y mi padre ocupaba la mayor parte de mis pensamientos.
Sentía ira, estaba enfadada con la vida, con este triste
mundo, con la sociedad y sobre todo me odiaba a mí misma, ahora comprendo que
soy un estorbo para todos.
Hoy mi madre trabajaba y Víctor tuvo que pasar el día en el
gimnasio, él no vendría hasta la tarde.
Y yo estaba sola, completamente sola, y así me sentía.
Hoy me recuerdo el día que cumplí 12 años, ese día fue el
mejor de mi vida, lo que nunca me imaginaba es que a partir de ese momento mi
vida cambiaría, mis días se volverían negros y yo empezaría a manchar mi cuerpo
con rasguños, cortes y más cortes y mucho menos pensé en ese momento que años
después perdería a mi padre y de la peor manera.
También recuerdo a ese infeliz, Sergio, ese que me hizo
creer que me amaba, que me quería más que a nadie, para luego hacerme lo que me
hizo, hace 3 años, antes de que mi padre muriera..
'Flashback'
Había quedado con Sergio en su casa, me dijo que sus padres
no estaban y que pasaríamos la tarde solos allí.
Me preparé como pude y le dije a mi hermano que me llevara a
su casa en la moto.
…
Estábamos en su habitación y de repente él comenzó a
quitarse la camiseta, yo no me sorprendí,
era mi novio, lo normal era verlo así, Sergio siempre fue el ''deseado'' en el instituto, nunca comprendí porque se fijó en mí. Era el típico chico, fuerte, guapo. Tenía el pelo castaño muy oscuro pero sin llegar a negro, sus ojos color café, y su cuerpo trabajado de gimnasio, el chico que toda chica querría a su lado.
-Sergio: Vamos a jugar un rato.-Dijo acercándose a mi,
mientras su mirada se volvía oscura.
Me puse nerviosa, yo sabía lo que quería pero yo no estaba
preparada aún para esto, para entregarle mi virginidad.
Me cogió por la cintura y me tiró a la cama quedando encima
de mí, empezó a besarme en el cuello, mientras que sus manos me tocaban por
todas partes.
-Yo: Sergio, para..*Dije poniendo mis manos en su pecho para
frenarlo pero era una tontería, él tenía más fuerzas que yo*.
El no hizo caso y siguió, cuando iba a meter su mano por
debajo de mi pantalón, grité, el puso una de sus manos en mi boca. Yo con mi
rodilla pude pegarle en el estomago. El dolorido se levantó, me miraba con cara
de desprecio, de asco.
-Sergio: No vales para nada, ¿sabes? Tengo a mil tías que
darían lo que fuera porque las tuviera en mi cama y tu vas y me dices que no
estás preparada?.-Me gritó. No tengo tiempo para monjas como tú, mírate, estas
obesa, me das asco, no sé ni cómo he intentado tocarte.
Sus palabras eran como un puñal en mi pecho, ¿cómo estuvo
conmigo 6 meses si pensaba eso de mí? No le di lo que quería y me hace esto?
Él se acercó a mí que estaba de pie, y me pegó contra la
pared, yo estaba temblando, le tenía
miedo, era capaz de todo. Noté como un puño chocaba con mi mejilla, haciéndome
un daño importante.¿ Me estaba pegando? ¿se atrevió a ponerme una mano encima?
Yo estaba presa por el miedo, y me quedé parada, las lágrimas comenzaron a caer
por mi rostro pero a él poco le importó, pues me volvió a golpear. Después de
varios golpes, me cogió del brazo y me llevo hasta la puerta, me dejó en la
calle, golpeada, dolida, sola, asustada. Saqué mi móvil como pude y llamé a mi
hermano para que viniera a recogerme.
'Fin flashback'
Después de esto, no volví a saber nada más de él, como no
volví a salir a la calle, no sé si se mudó o no, lo que sí sé es que me utilizó
, yo creí que él era el único que me aceptaba, el único en el que podía
confiar, nunca supo de mis cortes, tampoco quise contárselo. Mi hermano trató
de buscarlo, yo le dije que no hiciera nada,
él quería matarlo, le dije que si hacia algo yo me cortaría, él no tuvo
más remedio que aguantarse. Ese hombre
me hizo el peor daño de todos.
Me sentía débil, yo
era consciente de que era porque no comía, y lo poco que comía, lo vomitaba, mi
cuerpo se encontraba débil, sin fuerzas para nada, mi mente me volvió a jugar
una mala pasada.
Me levanté de la cama y fui al baño, me puse delante del
espejo, y empecé a observar mis brazos, las cicatrices, observé mi cara,
pálida, mis ojeras, y observé mi cuerpo, me veía horrible, como siempre.
Mi hermano me quitó la navaja con la que yo me cortaba pero
yo conseguí otra y la escondí detrás de las estantería del baño, la busqué y la
tomé, mi mano derecha la sujetaba con las pocas fuerzas que me quedaban, en mi
cabeza solo sonaba ''eres una gorda’’, ''no vales para nada’’, ''eres un
estorbo para todos’’, ''nadie te quiere’’, ''desaparece de aquí’’. Estaba
atormentada, por un momento recordé todo el acoso que sufrí durante mis años en
la ESO y bachiller, todo lo que sufrí, todo el miedo que sentí, cada insulto,
cada desprecio, son cosas que nunca podré sacar de mi mente.
Pues ya no tenía
sentido seguir aquí, ¿Para qué? ¿Para seguir así? No Verónica, esto se acabó.
Me dejé caer en el suelo apoyando la espalda en la fría
pared, acerqué la navaja a mi muñeca izquierda, las lágrimas empezaron a caer
por mis mejillas, no podía parar este llanto, presioné la navaja encima de mis
venas y empecé a cortar, una y otra vez, hasta que me di más fuerte y entonces
la sangre empezó a salir, apenas me sentía el brazo, mi fuerza iba
disminuyendo, mi cabeza daba vueltas, y empezaba a ver borroso, mis ojos se
cerraron..
Narra Víctor.
Llevaba toda la mañana en el gimnasio, miré el reloj y eran
las 13:00, decidí volver a casa a darle una sorpresa a mi pequeña, hoy estaba
sola y además llevaba unos días más mal de lo normal. Cogí mis cosas, salí de allí, me monté en el
coche y emprendí camino a casa.
Cuando llegué, abrí la puerta y me quedé extrañado, las
luces da la planta baja estaban apagadas, yo pensaba que Vero estaría aquí.
Bueno subiré, seguro está en su habitación *pensé* Llegué y me paré en la puerta, que raro, no
se escuchaban las voces de sus chicos, no había música, ni nada, abrí la puerta
y no estaba allí. Me estaba empezando a asustar, fui a ver si estaba en el baño y jamás pensé que me encontraría
con aquello.
Era ella, mi pequeña, tirada en el suelo, inconsciente,
soltando sangre por su muñeca izquierda sin parar.
Rápidamente llamé a una ambulancia y a mi madre para que fuera yendo al hospital,
mientras venía la ambulancia cogí su muñeca , no dejaba de soltar sangre asique
me arranque mi camiseta y la utilice de venda, se la coloqué y presioné sobre
esta. Cogí su cabeza y la puse en mis piernas.
Estaba más pálida que nunca, no pude aguantar y las lágrimas
empezaron a caer por mi mejilla.
¿Por qué lo has hecho? ¿Por qué? Le gritaba.
A los 5 minutos, la ambulancia llegó..
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