CAPÍTULO 1 ‘’recuerdos’’
Desde que mi padre murió todo cambió, pues mi vida ya era
una verdadera mierda pero por lo menos
lo tenía a él. Siempre me escuchaba, siempre me protegía, nunca supo de mis
cortes pero siempre sospechó algo, el me conocía mejor que nadie.. Pero todo
cambió desde ese maldito día, ese maldito ‘’viaje de negocios’’ a Estados
unidos, ese maldito avión que acabó con su vida..¿Porqué él? ¿Porque tuvo que
irse cuando más lo necesitaba? Cuando él se fue, de algún modo una parte de mi
se fue con él, quizás el único pedazo de esperanza y fuerza que habitaba en mi,
ese que solo él me daba se fue con él, me quedé completamente vacía.
Desde entonces mi madre no ha sido la misma, estuvo con una terrible depresión que la tuvo en cama prácticamente un año
entero, por otro lado, mi hermano, Víctor tuvo que coger el papel de ‘’padre’’
y ocuparse de todo, tan solo con 17 años.. Y yo, yo recaí.. Volví a lastimarme,
volví a los cortes sin salida, cuando mi padre estaba tenía una razón para
dejar de hacerlo pero tras su ida me sentía sola, desnuda, ya no había nada que
me impidiera hacerlo. Víctor era el único que sabía que me cortaba y a
pesar de que nunca dejó de rogarme que
no lo hiciera, no pude parar.
Hoy hace tres años que mi padre murió, hoy más que nunca
recordaba todos esos momentos que él me regaló,
recuerdo cuando volvía del instituto y él me arropaba con sus brazos,
cuando le contaba que se habían vuelto a meter conmigo y él me decía ''tú eres
fuerte, todo estará bien pequeña’’ Y lo que él nunca supo es que nunca dejaron
de acosarme, y que yo cada día me cortaba.
Hoy solo me acompañaban cinco
personas, cinco voces que arropaban la soledad de mi habitación, cinco
existencias, cinco respiraciones, cinco sueños que se unieron para formar uno solo. Ellos son los únicos que
están conmigo, apenas tengo amigos.. por no decir ninguno, sólo Carlos, él
nunca me abandonó pero de igual forma desde lo de mi padre me distancié de él,
me distancié de todo ser que habitara en este mundo. Pues si antes me sentía
una claro estorbo para todos y me sentía sola a pesar de tener a mi hermano
ahora más aún.
Hasta que un día me
levanté con cinco personas, que más buen yo los llamo héroes sin capas, ángeles
sin alas, a mi lado. Desde ese día supe que jamás volvería a estar sola,
recuerdo que la gente me vía como una loca por querer a cinco personas que no
sabían de mi existencia o que estaban a miles y miles de kilómetros de mi,
hasta mi madre me tomaba por loca. Ella nunca ha querido ver lo que significan
para mi, pero tampoco me importa, solo me importaban ellos.
Por otro lado mi hermano, siempre me comprendió, siempre me
dijo que haría lo que fuera por llevarme a verlos, pues él sabía que ellos
siempre fueron una terapia para mí.
Ni todos los psicólogos a los que fui consiguieron hacer los
que ellos cinco han hecho. Mi hermano lo
llamaba ‘’algo mágico’’. Víctor ahora
tiene 20 años y yo 18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario