jueves, 15 de agosto de 2013

Capítulo 53.


CAPÍTULO 53. ‘’clases de boxeo’’.
Narra Harry.

Un cosquilleo en mi nuca me hizo salir de mi sueño, abrí los ojos lentamente, su brazo me arropaba con fuerza, su tranquila respiración en mi nuca me hacía cosquillas, tenía a mi pequeña aferrada a mí. Suavemente me solté de su agarre y ella quedó de lado frente a mí.
Al soltarme de su agarre ella dio un pequeño gruñido pero sus ojos permanecieron sellados, tenía una imagen muy tierna, su mejilla aplastada contra la almohada, sus largas pestañas caían, su pecho subía y bajaba con cautela, sin ninguna duda era una princesa. Me acerqué un poco a ella y acaricié su mejilla con una de mis manos, ella sonrió y abrió los ojos lentamente, me miró y volvió a sonreírme.
-Yo: ¿Cómo has dormido pequeña?.-Dije dando golpecitos en su nariz.
-Verónica: Contigo a mi lado bien.-Sonrió.

Narra Verónica.

Fui a la habitación de mi hermano y cogí una de sus camisetas para prestársela a Harry, era gris de mangas cortas, volví a la habitación y él ya se había puesto los pantalones.
-Yo: Toma.-Dije lanzándole la camisa, la que cogió con sus manos.
Mientras él terminaba yo me quité el pijama quedando en ropa interior y me coloqué delante del armario.
Me puse unos pantalones cortos de deporte negros, un top negro encima de mi sujetador y me puse una camiseta de tirantes gordos gris.
Calcé las zapatillas y recogí mi pelo en una cola alta. Me puse un poco de rímel y me rocié de colonia.
Cuando ya estaba lista volteé y me encontré con sus ojos verdes puestos en mi, el sonrió y yo me sonrojé, había estado viéndome mientras me cambiaba, aunque ya me hubiera visto desnuda me daba un poco de corte.
-Harry: Tenemos que pasar por el hotel, tengo que coger mis zapatillas y avisar a Paul.
-Yo: Perfecto.-Sonreí.
Bajamos al salón y allí nos esperaba mi hermano.
-Víctor: Puntuales, así me gusta.-Rió.
Yo negué con la cabeza y reí.

-Camarero: ¿Qué van a tomar?
-Yo: zumo y un donut de chocolate.
-Harry: Un café.
-Víctor: Zumo y tostadas.
-Camarero: De acuerdo.-Dicho esto se retiró.
-Yo: Mi amor, ¿no tomas nada?
-Harry: no tengo hambre.-Sonrió.
-Víctor: con que..café.-Rió. Anoche no dormiste mucho por lo que veo.-Le guiñó un ojo y Harry rió.
Yo fulminé con la mirada a mi hermano.
-Víctor: Hermanita no te enfades.-Rió.
Yo suspiré y terminé riendo.
El desayuno fue tranquilo, Harry tenía cara de dormido, mi hermano estaba en su mundo y mis 5 sentidos se concentraban en mi novio, al final se acabó comiendo la mitad de mi donut.
Cogimos el coche de mi hermano y llegamos al gimnasio.
-Víctor: Hoy habrá bastante gente.-Dijo entrando. Yo iré a las cintas un rato, vosotros haced lo que queráis, si necesitáis algo me buscáis.-Dicho esto se esfumó.
-Yo: ¿Qué quieres hacer?
-Harry:  Te voy a dar clases de boxeo.-Sonrió y tomó mi mano, me condujo hasta la zona, allí estaba Nick con otros 4 chicos más, Harry se tensó, yo apreté su mano, cuando Nick me vio me saludo con la mano, Harry lo miró fijamente y Nick volteo dándome la espalda sin decir nada. Ellos estaban en el ring.
-Harry: Empecemos por lo fácil.-me llevó hasta los famosos sacos que mi hermano me hacía golpear horas y horas.-Reí en mi interior.
Llegamos y él se puso unos guantes rojos, yo me puse otros, los míos eran negros.
Se puso delante del saco y comenzó a golpearlo sin piedad, su mandíbula se tensaba, los músculos de sus brazos se contraían, y sus rizos se movían, yo observaba cada movimiento detenidamente, daba golpes secos, me imaginé por un momento si ese saco fuera una persona, cómo acabaría, madre mía, a Harry se le da mejor de lo que pensaba esto del boxeo.-Pensé.
Después de varios golpes paró y me miró yo le sonreí.
-Harry: Vamos, ahora tu.-Dijo acercándome con su brazo y dejarme delante del saco que hace unos minutos fue maltratado por él.
Él se alejo unos centímetros y yo respiré hondo y recordé todo lo que mi hermano me enseñó, comencé a dar golpes secos, me fui animando y comencé a golpearlo con crueldad, por un momento puse la cara de toda la gente que me hizo la vida imposible en el saco, me desquité con este, daba un golpe detrás de otro, sin parar, terminé con un remate en el centro como mi hermano lo llamaba.
-Yo: ¿Profe que tal lo hago?.-Dije chistosa.
Él frunció el ceño y se acercó a mi quedando frente a frente.
-Harry: Lo haces realmente bien Vero.-Dijo serio.
-Yo: No es tanto, solo es lo que mi hermano me enseñó.
-Harry: me gusta.-Dicho esto me robó un beso que me dejo loca.
Nos pasamos un rato más con los sacos, entre miradas, risas, y comentarios sin sentido pasamos el tiempo.
-Harry: ya está libre.-Dijo apuntando con su brazo al ring, ya estaba despejado.
-Yo: ¿Qué quieres hacer?.-Reí.
-Harry: Pelear.-Me lanzó una sonrisa pícara.
Yo me asusté un poco, nunca lo hice con nadie, además ¿Cómo iba a enfrentarme yo a Harry?
-Harry: Nena, no tengas miedo. No es lo que piensas, solo quiero enseñarte cuerpo con cuerpo a pelear.-Dijo sonriendo.
Nos acercamos y subimos, primero él y luego separó las cuerdas para que yo entrara y así hice.
Él se quito su camiseta y la lanzó al suelo, su perfecto torso estaba sudado, lo que era más irresistible aún. La verdad yo también estaba sudando, como solo estábamos él y yo allí me quite la camiseta y la tiré con la suya, dejando todo mi vientre al aire, quedando en top.
Él me violó con la mirada y yo me ruboricé.
-Harry: Ven.
Me acerqué a él y quedamos frente a frente.
-Harry: Rodeate.-Indicó con su brazo. Y así hice, volteé dándole la espalda, el pegó su pecho a mí, cogió mis brazos mientras mi espalda chocaba con su torso.
-Harry: Nunca puedes dejarlo a bajo, siempre arriba, tienes que estar alerta.-Dijo alzando mis brazos y poniéndolos en posición de ataque.
-Harry: Una vez que tengas el objetivo claro, da un golpe seco, golpea.-Dicho esto movió mi brazo y golpeo el aire.
Me rodeó con sus brazos y quedamos frente a frente.
-Harry: ¿te ha quedado claro?
-Yo: Eres un buen maestro.-Sonreí.
Él cogió de nuevo los guantes y se los puso. Volvió a  ponerse delante de mí.
-Harry: cuando te de la señal, comenzamos, tu déjate llevar, no estés tensa.
Yo asentí, él me hizo una señal con la cabeza indicándome que comenzara, yo pegué  unos saltitos y moví mi cuello de una lado a otro un par de veces, me destensé un poco y puse mis brazos tal y como él me había explicado, él se puso en posición, su mandíbula se volvió a tensar, se veía jodidamente sexy así, yo no podría concentrarme por mucho tiempo. Un leve golpe en mi mejilla me hizo salir del trance. El guante de él me rozaba con suavidad, sin hacerme ningún tipo de daño.
-Harry: Nunca puedes quitar la vista a tu contrincante, ni distraerte, si no.. se aprovechara.-Rió.
-Yo: ¿Quieres jugar? Juguemos.-Reí.
Me concentré en su torso, este era mi objetivo, fije mi punto dónde golpear y sin previo aviso toqué con mi guante  su vientre.
-Yo: No puedes despistarte.-Reí.
Él bufo, ahora su mirada se centró en mi vientre, su objetivo era ese, yo fui más lista y cuando iba a golpearme lo esquivé poniéndome en su espalda en la cual di un golpe.
-Yo: Más reflejos Styles.-Bromeé.
Él volteo y me lanzó una mirada juguetona. Yo caí embobada por sus lucecitas verdes hasta que un toque en mi estomago me hizo volver a la realidad. Su guante tocaba mi vientre. Me había embaucado con su puta mirada y yo había picado.
-Harry: ¿Ahora quién tiene que tener reflejos?.-Rió.
Yo desplacé mi mano hasta su mejilla, golpeé suavemente.
-Harry: Oh, has estado bien ahí.
Después de un rato practicando, él paro y levantó ambos puños.
-Harry: Vamos, chócalos.-Rió.
Yo negué con la cabeza y junte mis puños con los suyos.
-Harry: La clase ha terminado,  por su buen trabajo, tendrá recompensa.-Dijo acercándose a mí mientras se quitaba los guantes  y los tiraba al suelo.
Paso sus brazos por mi cintura y me apegó a él, su húmedo pecho chocaba con el mío, nuestras respiración estaban agitadas por la lucha de hace unos momentos.
Acercó su boca a la mía.
-Harry: Te defiendes muy bien pequeña.-Susurró en mi oído para después capturar a mis labios, los que beso con fiereza, abrí paso y se adentró en mi interior saboreando cada rincón de mi boca hasta hacer chocar su lengua con la mía, la que succionó cruelmente para acabar con un  mordisco en mi labio inferior lo que me hizo gemir.
-Yo: eres un buen maestro.-Susurré en sus labios mientras inhalaba su cálido aliento.
Él me volvió a besar y un carraspeo nos hizo parar, voltee y ahí estaba mi hermano, de brazos cruzados mientras reía ante nuestras escena. Harry rió mientras que mis mejillas explotaban. Me separé de él y bajé del ring, él me siguió.
-Víctor: ¿Es buena alumna?.-Rió.
-Harry: Excelente.
-Yo: Par de idiotas.-Bufé y fui a quitarme los guantes, cogí una pequeña toalla blanca y la pase por mi nuca, bebí un poco de agua, unas manos en mi cintura me hicieron pegar un saltito, me giré y ahí estaba mi dios.
-Yo: Me has asustado.-Dije dando un golpe con mis nudillos en su pecho.
-Harry: Que bonita estas cuando te enfadas.-Dijo acercándose a mi boca y depositando un tierno beso.
-Yo: Estoy agotada, por hoy ya ha sido bastante y necesito un relajante baño.-Dije separándome de él.
-Harry: Vamos al hotel, ¿Te parece?
-Yo: Necesito coger ropa, pasamos antes por mi casa.-Sonreí y el asintió.
-Harry: Víctor.-Gritó a mi hermano que estaba a unos metros de nosotros.
-Víctor: ¿Qué?.-Dijo acercándose.
-Harry: no vamos, hoy pasaremos el día en el hotel.-Sonrió.
-Víctor: De acuerdo, cuídala.-Dijo dando un golpe en su hombro.
-Harry: No lo dudes.-Dijo seguro.
-Víctor: Pásala bien pequeña.-Dijo dando un cálido beso en mi frente.
-Yo: Y tú.-Di un beso en su mejilla.
Harry y él de despidieron  y salimos de allí, montamos en el furgón y fuimos a mi casa. Allí se encontraba mi madre, era raro, casi siempre trabajaba.
-Yo: Espérame aquí abajo, enseguida vuelvo.-Dije y Salí corriendo hacia mi habitación y lo deje solo con mi madre, no pude evitar reírme, pobre.

Narra Harry.

Genial se va y me deja solo con su madre, no sé porque me pongo tan nervioso con su presencia.
-Lucía: Pasa, no te quedes ahí, siéntate.-Dijo con una amable sonrisa.
Hice caso, entré al salón y me senté en el sillón, ella me escaneó con la mirada de arriba hacia abajo, me sentí un poco incómodo.
-Harry: ¿Ocurre algo?.-Pregunte haciendo que esta volviera en sí.
-Lucía: Baya, tienes muchos tatuajes.-Dijo observándolos y es que iba sin camiseta.
-Harry: La verdad es que sí, pero cada uno tiene un significado importante.-Sonreí.
-Lucía: A mi hija siempre le gustaron, recuerdo que decía que ella se haría muchos y mírala, aún no tiene ni uno.-Rió.
-Harry: Quizás no ha llegado nada que la inspire a hacerlo.
-Lucía: Será eso.-Sonrió.
Pensé en decirle que hoy pasaría el día conmigo.
-Harry: Quería pedirle permiso para que la dejaras pasar el día conmigo.-Dije rápido, ella me miró y rió.
-Lucía: Tranquilo, se que si está contigo, estará en buenas manos.-Sonrió.
Yo asentí, la madre de Vero era bastante amable, nunca me trato mal o con desprecio por el hecho de ser famoso y eso me agradaba, no quería que pensara que tenía malas intenciones con su hija.
Vi llegar a mi pequeña, con una pequeña mochila.

Narra Verónica.

-Yo: Mamá voy a pasar el día con Harry.
-Mi madre: Ya me lo dijo él, ve tranquila y pasároslo bien.-Sonrió.
Yo me acerqué a ella y bese su mejilla.
Agarré la mano de mi novio  y cuando estábamos por salir del salón mi madre me llamo.
-Mi madre: Una cosa, mañana no hagas planes, quiero que tengamos un día para nosotras dos, hace tiempo que no lo tenemos, solo será durante el día, por la noche eres libre.-Sonrió.
-Yo: Claro mamá, a qué hora tengo que estar aquí?
-Mi madre: A las 11.
Yo asentí y salimos de mi casa.

-Harry: Voy llenando la bañera.-Dijo desde el baño mientras yo me quitaba los pantalones y los ponía junto a la camiseta que había llevado al gimnasio.
Me quedé en ropa interior, me asomé a la ventana en lo que Harry terminaba.
-Harry: ya está listo.-Susurró en mi oído lo que me hizo dar un salto.
-Yo: ¿Quieres dejar de hacer esto? Cualquier día me matas.-Dije girándome.
Él rió y me cogió la mano, solo iba en bóxers, nos dirigimos al baño y una vez allí cerró la puerta.
Se quitó los bóxers y los tiró al canasto de la ropa, quedó completamente desnudo ante mí,  mis mejillas se prendieron ante la imagen. Él sonrió y se acercó a mí.
-Harry: ¿Piensas bañarte en ropa interior?.-Rió.
Yo negué con la cabeza y reí mientras me quitaba la ropa interior y la dejaba en el canasto él se metió en la bañera. Me metí yo también y me senté quedando frente a él, apoyé mi espalda en la pared de la bañera y me sumergí en la relajante agua, cerré los ojos.
-Yo: Joder, que bien. Necesitaba esto.-Suspiré.
Abrí los ojos y lo encontré observándome atento.
-Yo: ¿Me dejas enjabonarte?.-Sonreí.
Él asintió y se sentó enfrente de mí dándome la espalda, yo me acerqué a él y empecé  a enjabonarlo, mis manos recorrían cada milímetro de su trabajada espalda, subí hasta sus hombros y paré en estos.
-Yo: Estas tenso.-Susurré.
Comencé a masajear sus hombros,  recuerdo que di muchos masajes a mi hermano y según él lo hacía bien.
Él dejo caer su cabeza hacia atrás y soltó un pequeño suspiro.
-Yo: ¿te hago daño?
-Harry: No, es genial.
Continué hasta que sus músculos se relajaron, terminé de enjabonar su cuerpo y aclaré, él repitió la misma acción conmigo. Terminamos nuestro gran baño y salimos, el enrolló una toalla en sus caderas y yo enrosqué una por debajo de mis brazos, cubriéndome desde el pecho hasta mis muslos. Salimos y nos vestimos.
-Yo: he pensando que podíamos hacer un pequeño tour por la zona, si te apetece.-Dije sonriendo.
-Harry: Si mi guía eres tú, sí.-Sonrió.


Él día estuvo bastante bien, después de almorzar en el lujoso restaurante del hotel, nos pasamos la tarde por las calles de Madrid, lo llevé  a muchos sitios, algunas fans lo pararon en ocasiones, preguntaban que si yo era su novia y él decía que era una buena amiga para protegerme, aún no era el momento de decir nada. Cenamos fuera  y regresamos al hotel, hoy había sido un día muy largo y ambos estábamos agotados, caímos rendidos en la cama y pronto nos dormimos aferrados el uno al otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario