CAPÍTULO 31.
‘’¿Ellos?’’.
Narra verónica.
Hoy me sentía más débil de lo normal, apenas podía oír
cuando me hablaban, o distinguir de quién era la voz. Estaba bastante aturdida,
agotada, sentí miedo, esto.. ¿podía ser el final? Un gran miedo azotó mi
cuerpo, haciéndome pensar en la muerte cercana. Era extraño, siempre quise
morir, y ahora que estaba a punto de hacerlo, tenía miedo. No quería irme aún,
yo tenía que despertar, no podía dejar a mi hermano así, con ese cargo de
conciencia tan grande. Tenía que sacar fuerzas y resistir, por mi hermano, no
podría permitirme marchar y saber que mi hermano nunca será feliz y siempre se
culpara de mi ida. Pero hoy me sentía más muerta que ningún día, estaba muy
asustada.
…
Las horas seguían pasando,
hacia bastante rato que no notaba la presencia de Víctor aquí, habría
ido a comer algo.
A los pocos minutos noté la presencia de bastante gente en
mi habitación, sabía que Víctor estaba, pero ¿quiénes eran el resto? Estaba un
poco asustada, pensé que serían mi madre y Carlos, pero tuve la sensación de
que había más gente.
Noté como dos cuerpos se sentaban en mi cama, en el borde,
uno en el lado derecho y otro en el izquierdo. ¿Quiénes serían? Víctor no era,
estaba presente, pero él no era uno de los que estaban sentados en la cama.
Noté como unas manos, cogían la mía, apretándola con fuerza,
eran unas manos grandes y suaves, parecidas a las del chico que el otro día las
tomó. En ese momento noté que quién
estaba allí era alguien importante, mejor dicho, eran personas
importantes. Oía voces, voces de chicos,
que me hablaban, apenas podía descifrar lo que decían, solo pude entender ''se
fuerte’’, ''estamos contigo’’, ''estamos aquí por ti’’, sus voces me hacían
sentir una energía extraña en mi interior, esas voces me resultaban muy
familiares. ¿Ellos? ¿serían ellos? ¿mis ídolos estarían aquí? No Verónica, eso
era una estupidez, como van a saber ellos que yo estoy ingresada, ¿cómo? Pero es
que sus voces me recordaban mucho a ellos, si no eran ellos ¿porqué sentía que
sí? Mi corazón me decía que sí, pero mi cabeza me decía que era una locura. Sentía
rabia, hoy estaba tan mal que apenas oía bien, necesitaba coger fuerzas. Las
manos que sujetaban las mías, me dejaron, dejaron caer mis manos en la cama,
con suavidad, después noté como ambos cuerpos se levantaban de mi cama. Notaba
muchas miradas puestas en mí. No entendía nada, no podía ser, pero..¿y si de
verdad eran ellos? Sus presencias me
dieron energía, me dieron fuerzas, y eso solo lo conseguían ellos, pero seguía
siendo una locura. Yo seguí pensando que eran ellos, eso me hacia feliz y
aunque lo más probable es que no fueran,
me dio igual, me quedaría con que si que eran ellos. Total, quizás no volvería
a despertar nunca más.
A la media hora, todos salieron de la habitación, hasta mi
hermano, pero allí seguía alguien, ¿quién? Me preguntaba..
Almuuu! Me encanta tu novela jo, quiero un beso ya eh...y algo mas y sabes que haha okno haz lo que quieras es tu novela, tu decides
ResponderEliminarUnos capis perfetos
Te quiero muchisimo
Atte: Tu renacuaja