jueves, 5 de septiembre de 2013

Capítulo 89.

CAPÍTULO 89.
Narra Verónica.

Mi móvil cayó al suelo, mis manos comenzaron a temblar y todo mi cuerpo se puso a temperatura de hielo. No podía o no quería creer lo que había visto, esas fotos..Harry con otra chica, ¿Qué debía de hacer ahora? ¿Cómo debía reaccionar?¿Que esperaba de mí? Ahora mismo siento como mi corazón se desgarra poco a poco y todo mi interior se destruye, todas las promesas, todos los momentos, cada sonrisa, cada lágrima, todo lo que él me había dado ¿había sido una mentira? ¿Sus 'te quiero' no fueron sinceros? ¿Porque me utilizó? Sergio.. Sergio me  lo advirtió, yo sólo fui un maldito juego para él. Ahora me siento una basura, un juguete roto, se lo entregué todo. Pero entonces.. ¿Por qué siento que me quiere? ¿Por qué siento como me mira? Como me besa, como me toca..¿Por qué me ha hecho esto? Ahora mismo mi cabeza se hace un millón de preguntas mientras mi corazón queda destrozado, echo cenizas. Mi cara comenzó a inundarse de múltiples lágrimas, no fui capaz de coger el móvil, di un grito ahogado, no podía más. Me tiré en la cama y comencé a ahogarme con mis propias lágrimas. Golpearon la puerta y me sobresalté.
-Carlos: ¿Qué ocurre?.-Dijo golpeando la puerta.
-Yo: Nada, vete.-Sollocé.
-Carlos: Verónica escuché tus gritos y ahora estás llorando, abre la maldita puerta.-Volvió a golpear.
-Yo: vete por favor.-Lloré con más fuerza.
-Carlos: O abres o tiro la puerta, tú misma.-Gritó.
Yo no hice nada, no podía moverme, seguí enterrada en un llanto hasta que un golpe me asustó, Carlos había tirado la puerta, en cuánto me vio corrió a mí, se puso de cuclillas delante de la cama, yo agaché la cabeza y seguí llorando, no podía parar.
-Carlos: Princesa.. hey que ocurre.-Susurró.
Mi cuerpo comenzó a temblar, levanté la cabeza y entre lágrimas vi como Carlos se quitaba la sudadera. Se puso de rodillas en la cama a mi lado.
-Carlos: Estás temblando, ponte esto.-Ordenó mientras me ayudaba a ponérmela.-Te traeré una tila caliente, quédate ahí y no te muevas. Cuando iba a levantarse lo agarré por el brazo con las pocas fuerzas que tenía.
-Yo: No-no te vayas por fa-favor.-Sollocé. Él se sentó en la cama y yo me acurruqué en su pecho mientras sus brazos me daban cobijo.
-Carlos: Sh, por favor no llores más, estoy aquí contigo.-Dio un beso en mi cabeza, yo me aferré a él con mis brazos, tenía una vacío inmenso en mi interior, sólo quería llorar y llorar.

Abrí los ojos lentamente y vi que estaba en la posición de antes, aferrada a Carlos ¿cuánto tiempo dormí? ¿Él no se movió? Carlos sin duda era el mejor. Levanté mi cabeza y la apoyé en su hombro mientras frotaba mis ojos con las mangas de la sudadera. Sus ojos marrones me miraban atentos y algo preocupados.
-Yo: ¿Dormí mucho?.-Dije en voz baja.
-Carlos:  Una hora.-Rió.
-Yo: Y tú ¿no te moviste?.-Dije sorprendida.
-Carlos: No, fuera estado así toda la vida, necesitabas descansar y se notaba que te sentías bien conmigo.-Sonrió.
-Yo: Eres el mejor ¿lo sabías? ¿Te lo dije?
-Carlos: mm.. déjame pensar.. sí, si soy el mejor.-Dijo con arrogancia sacándome una risita. Sólo él podría hacerme sonreír en momentos como estos. Lo abracé y escondí mi cara en su cuello, inhalé su embriagador olor.
-Yo: Te quiero.-Susurré. Él me apretó más con sus brazos, dándome el calor que necesitaba.
-Carlos: Ahora vamos a bajar, te preparo algo y me cuentas el porqué estás así.-No sé si fue una orden o una pregunta. Aunque no me quedaría más remedio. Me soltó con cuidado y me ayudo a levantarme.
-Carlos: Vero ¿Por qué está tú móvil en el suelo?-Dijo confuso.
-Yo: No quiero cogerlo, no..-Los nervios se apoderaban una vez más de mi, él lo notó y me cogió la mano para salir de la habitación. Fuimos hasta la cocina, una vez allí me senté en la silla mientras él preparaba de comer.
-Yo: Carlos, si quieres toma tu sudadera ¿no tienes frío?.-Estaba desnudo de cintura para arriba. Él volteo para mirarme y me sonrió.
-Carlos: no te la quites y no te preocupes, estoy bien.-Siguió con lo suyo.
Me crucé de brazos sobre la mesa y apoyé mi cabeza en estos, con la mirada perdida, intentando  buscar una respuesta coherente para todo esto, pero por mucho que buscaba no encontraba nada. Un plato se posó delante de mis ojos y me incorporé, sopa de pollo, ese olor que se metía por mis fosas nasales y llegaba a mi estomago, olía realmente bien.
-Carlos: Un caldo bien caliente te hará bien.-Dicho esto puso otro plato de sopa  a mi lado y se sentó.
-Yo: Que bien huele joder.-Susurré.
Él volteo para mirarme, en su mirada vía satisfacción.
-Carlos: Cómo no te lo comas todo tendrás problemas.-Advirtió y yo asentí con una leve risilla.
Comimos en silencio, el ambiente no era para mucho hablar, me encanta que Carlos respete mis silencios y que espere el momento en el que me sienta bien para hablar. La sopa estaba riquísima y el caldo me hizo bien. Me levanté y fregué los platos ya que él cocinó. Cuando terminé me cogió de la mano y me llevó hasta el salón, nos echamos en el sofá y nos arropamos con una suave manta negra.
-Yo: La sopa estaba muy buena, me encanta cuando me cocinas.-Sonreí de lado.
-Carlos: A mí me encanta hacerlo señorita ¿quieres hablar ya?
Yo tragué saliva y agarré su mano, aunque estaba justo a mi lado necesitaba tenerlo más cerca aún.
-Yo: Es Harry..-Susurré agachando la cabeza. Hasta decir su nombre me dolía.
Él con su mano libre levantó mi mentón y sus ojos me tranquilizaron.
-Yo: Me enviaron al móvil unas fotos..él y otra..-Dije temblorosa, las lágrimas empujaban una vez más.
Observé a Carlos que no decía nada, su mandíbula se tensó, apretó sus labios y al mismo tiempo apretó mi mano, si Harry no era de su agrado ahora menos.
-Carlos: ¿Por eso tiraste el móvil no es así?.-Dijo tenso.
Yo sólo asentí con la cabeza y las lágrimas comenzaron a caer, rápidamente él paso sus brazos por mi espalda y me pegó a su pecho, con una de sus manos nos arropó con la manta y yo me dediqué a mojar su pecho con mi llanto.
-Carlos: Te prometo que todo estará bien, eres fuerte y yo nunca te dejaré.-Susurró mientras pasaba su mano por mi pelo.
-Yo: Yo-Yo lo quería y él noo-no.-Sollocé.
-Carlos: No pienses ahora en eso, no dejaré que él te vuelva a hacer daño. Basta.
Yo no dije nada más, mi cuerpo estaba agotado, sólo me dejé caer en un sueño profundo arropada por sus brazos..

Narra Harry.

No podía ser, esto no podía estar pasando, no ahora. Estaba desnudo en una cama con otra chica que también estaba desnuda. ¿QUÉ MIERDA HICE? No recuerdo nada, sólo alcohol y más alcohol, mi cabeza me retumba, tengo al mismísimo demonio dentro. Me levanté sobresaltado y comencé a vestirme, no podía ser. Me vestí y busqué mi móvil que estaba en una mesa, lo cogí, 5 llamadas perdidas de.. DE VERO. Y un mensaje de desconocido, lo abrí.

''Ahora tú novia ya sabe cómo te diviertes sin ella, muy bien Styles..''

¿Qué? ¿Qué está pasando? Joder, no recuerdo nada. Mis manos comenzaron a temblar, guardé el móvil en el bolsillo del pantalón y me apresuré a salir. Estaba en la casa de Tom, bajé rápidamente las escaleras pero allí no había nadie, salí al jardín y lo único que vi son borrachos durmiendo. Salí de aquella casa y me metí en el coche, cerré la puerta con fuerza y respiré hondo, no podía haber echo esto, no a ella..¿y quién me envió ese mensaje?
MALDITA SEA PORQUE NO RECUERDO NADA *Grité pasando una mano por mi pelo*
Tenía que buscarla, arranqué y puse camino a mi casa. No sabía que había pasado, no quería saberlo, y lo peor.. ¿Ella lo sabía? No entiendo nada, estoy aturdido.  Cuando llegué vi el auto de Carlos allí. Aparqué y rápido entré, mi cuerpo se caía a pedazos. Vero estaba con las maletas y Carlos con ella. Cuando me vio se paralizó, comenzó a temblar, yo me quedé helado, no ..no podía ser.
-Yo: ¿Dó-dónde vas?.-Dije asustado.
-Verónica: A ti eso ya no te importa.-Dijo fría. Su frialdad me dolió, me dolió en lo más hondo.
-Yo: ¿Por qué? ¿Qué pasa?
-Verónica: ¿Y tú me vas a preguntar qué pasa? Vamos Harry te consideraba más astuto.-Dijo con rabia, en sus ojos podía ver la ira.
-Yo: ¿De qué hablas?.-Dije desconcertado, el dolor de cabeza no me dejaba en paz.
Ella sacó su móvil y se acercó con paso firme hacia a mí, puso la pantalla delante de mis ojos y me quedé en blanco, eran fotos mías con la chica de esta mañana, haciéndolo..no sabía que decir, realmente ahora ella me odiaba, pero joder yo no recuerdo nada, esto fue idea del maldito Tom, me las va a pagar.
-Yo: Mi amor yo te lo puedo ex*me interrumpió*
-Verónica: No me vuelvas a llamar mi amor en tú vida, EN TÚ VIDA.-Gritó.-No quiero que me expliques nada, con lo que vi fue suficiente. ¿Sabes? Sergio me lo avisó, sí, Sergio y yo como una gilipollas cegada de amor por ti no hice caso, yo te amé, te lo di todo ¿y tú? me descuido un momento y te follas a una puta. ¿No que no querías ir de fiesta? Los he visto mejores en eso de mentir.-Dijo enfurecida.
Cada una de sus palabras se clavaron despacio en mi pecho, estaba incrédulo, aún no creía lo que estaba pasando.
-Verónica: Y ahora si me permites me largo de tú vida para siempre, no me busques, no me hables, olvídate de mí, olvida que existí alguna vez. Ah y esto es tuyo *Abrió la mano y en la palma se encontraba el colgante* todo tuyo, ahora adiós Harry.-Soltó el avión en la mesa y Carlos cogió sus maletas, yo no podía dejar que se fuera, no así, no sin una explicación, me coloqué delante de ella para que parase.
-Yo: Por favor, escúchame hay una explicación para esto.-Supliqué pero su mirada siguió intacta, fría, no mostraba ningún sentimiento.
-Verónica: Déjame pasar joder.-Dijo con rabia.
-Yo: No te vayas, no me dejes por favor. Yo te quiero, siempre te quise pequeña por favor.-Estaba al borde de llorar ¿por qué tenía que pasar esto cuando todo estaba perfecto?¿no tengo derecho a ser feliz? Un empujón me sacó de mis pensamientos.
-Carlos: Te ha dicho claro que la dejes.-Dijo abriendo paso, ella salió rápidamente y corrió al coche. Carlos soltó las maletas y me cogió por los cuellos de la camisa.
-Carlos: Escúchame bien hijo de puta. Te lo avisé, te advertí que no le hicieras daño y no hiciste caso, ahora pagarás y lo harás con lo que más te duele, con ella. No la vuelvas a molestar, no te vuelvas a acercar a ella ni a su vida o te destrozaré ¿TE QUEDA CLARO CAPULLO? Ella no es ninguna de tus mil putas, no porque seas famoso creas que todas serán iguales contigo, ELLA VALE MÁS QUE TU MALDITA VIDA.-Gritó mientras me zarandeaba. Yo aún seguía con la imagen de su mirada fría en mi cabeza, de sus palabras, de su ida, como corría para alejarse de mí.
Carlos me soltó con desprecio.
-Carlos: Olvídate de ella, por tu bien.-Amenazó. Dicho esto cogió las maletas y salió por la puerta, vi cómo se alejaban en el coche, yo me senté en el escalón de la puerta, destruido, derrotado, abandonado, mi corazón había muerto. La perdí, ahora de verdad si la perdí..

Juro que Tom pagará por esto,  todo el dolor que yo siento ahora mismo lo sentirá él..

No hay comentarios:

Publicar un comentario