miércoles, 23 de octubre de 2013

Capítulo 94.



CAPÍTULO 94.
Este capítulo se lo voy a dedicar a mi argentino preferido "@ezegiacoboni''

Narra Carlos.

Ahí estaba, dormida, abrazada a mi brazo, tan hermosa como siempre. Acerqué mi mano y aparté un mechón de pelo que caía sobre su mejilla y lo puse tras su oreja, dejándome ver su perfecta cara. Eché un vistazo al reloj en mi muñeca y marcaba las 9 de la noche, estábamos a punto de aterrizar, estoy algo nervioso, esto es un cambio muy grande, recuerdo cuando me mudé a Londres y me costó mucho adaptarme, pero todo esto lo hago por ella, quiero alejarla de todo lo malo, de todo lo que vivió, quiero que haga lo que siempre quiso y sobre todo quiero alejarla de Harry, él solo le trajo problemas y ahora es mi turno, de hacerla feliz, de darle todo lo que se merece y de conquistarla poco a poco, yo voy a hacerla feliz..

''Aviso a los pasajeros, el vuelo con destino a Nueva York está finalizando, abróchense los cinturones, aterrizaremos en 5 minutos''

Me incorporé en el asiento y empecé a mover el brazo de Vero para despertarla.
-Yo: Pequeña, despierta..estamos llegando.-Susurre mientras acariciaba su mejilla.
Ella abrió los ojos lentamente y me miro, una pequeña sonrisa se formó en sus labios cosa que me tranquilizó, por lo menos no estaba tan nerviosa ni asustada como antes.
-Verónica: Que feo eres.-Rió mientras se incorporaba en su asiento y estiraba sus brazos.
Yo reí y negué con la cabeza mientras me abrochaba el cinturón.
-Yo: Eres una dormilona, te pasaste medio viaje babeando en mi brazo.-Reí.
Pude ver como se sonrojaba, me encantaba verla así, con sus mejillas rojas, estaba hermosa.
-Verónica: Si en el fondo te gusta.-Me guiño el ojo y se puso el cinturón.-Esto es grandioso Carlos.-Dijo mirando por la ventanilla.
-Yo: ¿Crees que nos dará tiempo de verlo todo?
Ella volteo y  asintió con una sonrisa.

Por fin aterrizamos, salimos del avión y fuimos a por las maletas. Cuando salimos Vero me paró en seco y empezó a mirar a nuestro alrededor.
-Verónica: Increíble.-Dijo ilusionada, cómo una niña de 3 años. No había otra cosa que me hiciera más feliz que verla contenta.
-Yo: Sí pequeña, y lo veremos todo. Pero ahora será mejor que cojamos un taxi, tenemos que montar las cosas en el piso y descansar que mañana tú comienzas las clases, y yo el trabajo.
Ella asintió y caminamos hasta encontrar un taxi que nos llevo hasta el bloque de pisos, que estaba en pleno centro de Nueva York.

Narra Verónica.

No me podía creer aún que estuviera en Estados Unidos, un sueño más que cumplido y encima mañana entraba a una academia de música, una de las mejores de aquí. Me pase todo el trayecto al piso con la cabeza fuera de la ventanilla observando todo lo que pasaba por mis ojos, esto era alucinante, inmenso, perfecto. Después de un rato llegamos, bajamos y Carlos pagó al taxista, se nota que ya controlaba el inglés bastante bien. Cogimos las maletas y nos paramos frente al bloque, era enorme, ¿cuántos pisos podría tener? Y eso que este es uno de los más baratos que encontramos. Entramos y fuimos a la recepción a por la llave, cogimos el ascensor y caminamos hasta nuestro nuevo hogar. El número 20 era el nuestro. Carlos abrió y entramos, un piso pequeño pero acogedor, un baño, dos habitaciones, un saloncito y una cocina, no era una palacio ni mucho menos pero no necesitábamos más.
-Carlos: ¿Qué habitación quieres? Te dejaré elegir.-Rió.
Yo negué con la cabeza y me fui hacia la que estaba a la derecha.
-Yo: Esta para mí, ahora somos vecinos.-Vacilé ya que su habitación quedaba frente a la mía.
-Carlos: Eres una niñata.
-Yo: Y tú un viejo verde.
-Carlos: te quiero.
-Yo: Y yo.
-Carlos: A ordenar las cosas, venga, que tengo hambre.-Dicho esto se metió en su habitación, yo suspiré  y entré en mi habitación. Un armario pequeñito, un sillón, el balcón, una cama y la mesita de noche.

Después de ordenar las dos toneladas de ropa que traía y todos mis chismes me tiré a la cama  y me quedé mirando al techo, aunque me pasé todo el viaje durmiendo había sido agotador. No llevaba ni un día aquí y ya echaba de menos a mi madre, mi hermano..joder, Víctor, estoy deseando de que venga ya. También me acuerdo de mis chicos.. sus bromas, sus risas, todo.. son increíbles y deseo verlos pronto. Mi móvil vibró y salí de mi burbuja, lo cogí y vi que era una notificación en twitter, un mensaje.

''Enana, ¿qué tal el viaje? Supongo que ahora  ya estarás en Estados Unidos, espero que te vaya genial en tus clases y allí, espero que me mantengas informado de todo eh? Hahaha, y que no me olvides, los chicos y yo te queremos xxx :)
Payne''

Sonreí como una boba a la pantalla del móvil, ¿cómo podía quererlo tanto? Respondí..

''Grandullón, ¡que ilusión me hizo tu mensaje! El viaje fue agotador.. pero bueno es normal. Y bueno, empiezo las clases mañana, estoy algo nerviosa, conoceré a mucha gente y espero caer bien. Gracias :) Te informaré de todo, cotilla hahaha, ¿y tú qué tal? Habréis empezado ya los ensayos y todo eso, espero que os vaya genial. Mándale a los chicos un beso y un abrazo de mi parte. Os extraño y os quiero muchísimo, idiotas xxx.''

Di a enviar y puse un tweett :

''Hellow USA,  a empezar de 0..''

Cerré twitter y guardé el móvil en mi pantalón, salí de la habitación y un olor a comida me embriagó, caminé hasta la cocina y como era de esperar allí estaba Carlos, cocinando tan bien como él sabe. Como estaba de espaldas, me acerqué a él sin hacer ruido, me puse de puntillas y como pude le tape los ojos mientras se me escapaba la risa.
-Yo: ¿Quién soy?.-Dije poniendo voz rara.
-Carlos: Una violadora de viejos verdes.-Soltó una carcajada y  en un abrir y cerrar de ojos se dio la vuelta.
-Yo: ¿Qué cocinas que huele tan bien?
-Carlos: Pollo en salsa mmm..-Rió.
Yo negué con la cabeza y reí. Me senté en el taburete y me puse a observar como cocinaba, entre risas, alguna mirada que otra y silencios cómodos, Carlos es genial.

-Carlos: Como comes, da gusto verte así.-Sonrió mientras nos dirigíamos a las habitaciones.
-Yo: Como no comer, contigo de cocinero, me vas a cebar.-Di un golpe en su brazo.
-Carlos: Eso pretendo.-Rió.-Y ahora a dormir pequeña, que mañana madrugas.-Se acercó a mí y me besó la frente, le di un abrazo y nos metimos en nuestras habitaciones. Me coloqué el pijama y me metí en la cama. Sentí un frío extraño recorrerme desde los pies hasta la cabeza, un vacío interno me invadió e inconscientemente llevé una de mis manos a mi pecho, esperando encontrarme con algo que me diera fuerzas pero no, esta vez ya no estaba ese avión en mi pecho, entonces a mi mente vinieron los recuerdos de mis últimas palabras con él, cuando solté el colgante en la mesa, cuando él me suplicaba que no me fuera..las lágrimas comenzaron a caer por mi mejilla. Todo este frío y este vacío que siento es por él, porque solo él me llenaba. Me puse boca abajo, empapando la almohada..recordando cada uno de sus besos, sus abrazos, sus miradas.. todo lo que echó a perder por revolcarse con otra.
 ¿PORQUE JODER, PORQUE? TE QUIERO..Sollocé entre lágrimas intentando que Carlos no me oyera, ¿a quién pretendía engañar? Harry jamás saldrá de mi vida y mucho menos.. de mi corazón. Y lo que es peor.. ¿cómo estará? ¿Qué será de él? ¿me habrá olvidado ya? el no saber me estaba matando..

No sé cómo ni cuándo pero el llanto me hizo dormir..

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