Capítulo 102.

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CAPÍTULO 102.

Narra Carlos.

Después de una intensa jornada de trabajo por fin regresaba a casa, con ganas de ver a Vero y de saber qué tal le fue con los chicos. Aparqué el coche cerca de la casa, salí de él y caminé hasta la puerta, pero observé algo raro, un furgón negro estaba justo delante de la casa, un furgón exactamente igual que los que usan los chicos, pero..era muy tarde para que siguieran aquí, por un momento pensé que podría ser  Harry pero me quité esa idea de la mente, porque si lo viera lo mataría. Negué con la cabeza y abrí la puerta sin hacer mucho ruido por si Vero estaba dormida. Comprobé que todo estaba en orden, lo recogieron todo, reí imaginando la que formaron. Solté las llaves en la mesa del salón y fui directo a mi habitación, me quité la chaqueta y la dejé sobre la cama, antes de acostarme iría a verla, aunque posiblemente estuviera dormida. Me acerqué a su puerta y abrí con cuidado.

-Yo: ¿Estas despierta pequeñ.-No tuve la voz suficiente para terminar de hablar, no sabía si creerme lo que estaba viendo, no sabía qué hacer, era él, con ella en la cama, ¿Cuándo paso? ¿Cuándo? El calor se apoderó de mi, la sangre me hervía, mis músculos se tensaron, mi mirada se clavó en él..

Narra Verónica.

Mis manos comenzaron a temblar,  Carlos estaba ahí, parado en la puerta, mirándonos, o mejor dicho..mirándole a él, me aparté de él y comencé a vestirme, lo más rápida que pude, hice una señal a Harry para que se pusiera algo de ropa también y así hizo, mientras Carlos seguía ahí, lo conocía y notaba como estaba desesperándose. Me acerqué a él temerosa, su mirada era impasible, fría, desprendía..repugnancia? nunca me miró así, me sentí el ser más despreciable que existía, alcé una de mis manos hasta su cara, él me agarro de la muñeca con fuerza, sus dedos se clavaron en mi piel haciéndome verdadero daño.

-Carlos: ¿QUE MIERDA ES ESTO VERÓNICA?.-Me gritó mientras sostenía mi brazo haciéndome cada vez más daño, comencé a llorar, incapaz de decir algo.

-Carlos: CONTESTA.-Grito con desesperación mientras me zarandeaba. Las lágrimas habían empañado mi vista, haciéndome ver con dificultad, de repente sentí como mi muñeca quedaba liberada, pase mis dedos por la zona que estaba bastante roja, sequé con mis puños mis ojos, para poder ver lo que estaba ocurriendo.

-Harry: No le vuelvas a poner una mano encima.-Dijo tenso mientras Carlos se pasaba una mano por su labio el cual estaba derramando sangre por el golpe que Harry le dio. Me temía lo peor, no quería que empezaran a golpearse, no quería presenciar eso. Me acerqué a Harry y agarre su brazo con una de mis manos aún temblorosas, el me miro, su rostro mostraba enfado, dolor, podía ver como su mandíbula se tensaba.

-Yo: Por favor..-Susurré mientras sus ojos no dejaban de mirarme, el sabía perfectamente lo que quería decirle, suspiró con fuerza y volteo llevándose un puñetazo de Carlos en la mandíbula, grité asustada, esto se me estaba yendo de las manos. Harry se abalanzó sobre él propinándole un sinfín de golpes, comencé a llorar nuevamente, tenía miedo, estaba completamente asustada..

Narra Harry.

Matarlo, de eso es de lo único que tenía ganas en estos momentos, ni él ni nadie le iban a hacer daño a ella, mientras yo estuviese jamás la dañarían, un día lo prometí y así será. Carlos estaba en el suelo, retorciéndose por el golpe que le di en el estomago, yo lo observaba dolorido por los golpes que él me dio, alterado, había estado tan concentrado en Carlos que no fui capaz de ver como estaba ella, al escuchar sus sollozos me di la vuelta rápidamente, viéndola  arrodillada en el suelo, sus brazos agarrando su vientre y sus ojos inundados en lágrimas. ¿Por qué no me di cuenta? Corrí hasta ella, me agaché para estar a su altura, estaba temblando, tan débil, tan..asustada. Agarré su barbilla con mi mano y la alcé hasta que pude ver su rostro por completo, sus mejillas estaban mojadas, las lágrimas no paraban de salir, y ella me miraba aterrorizada.

-Yo: Tranquilízate, por favor.-Susurré acariciando su mejilla, ella cerró los ojos al contacto de mi piel con la suya.

En un abrir y cerrar de ojos tenía a Carlos encima de mí, aprovechó mi descuido para golpearme por detrás, saqué fuerzas y lo pequé contra la pared, el se retorció por el impacto, agarré su cuello con una mano, apretándolo.

-Yo:  Déjala en paz.-Dije dolorido mientras mi mano apretaba con más fuerza y él intentaba soltarse de mi agarre.

-Verónica: PARA, PARA POR FAVOR.-Gritó entre sollozos.

Inmediatamente lo solté y cayó al suelo, tosiendo y respirando con dificultad. ¿Qué acaba de pasar? Podría..podría haberlo matado. Me separé de él y pasé mis manos por mi pelo una y otra vez, mi labio comenzó a echar sangre también, pase mis dedos por la zona, dolía bastante pero eso era lo de menos en estos momentos, volví a voltearme y esta vez ella estaba de pie, mirando todo lo ocurrido, sin decir nada. Me acerqué a ella y la abracé, suspiré aliviado cuando ella respondió al abrazo enroscando sus pequeños brazos en mi cintura.

-Yo: Todo irá bien, te lo prometo.-Dije y di un beso en su cabeza mientras acariciaba su largo pelo. Ella solo asintió sin decir nada más.

-Verónica: Que..que va a pasar ahora?.-Susurró rompiendo el agudo silencio.

-Yo: Te voy a sacar de aquí, te vienes conmigo.-Dije seguro.

Agarre su cara entre mis manos  haciendo que me mirase, pudiéndola ver con claridad.

-Verónica: Tengo miedo.

-Yo: Escúchame bien pequeña, estoy aquí, y mientras sea así nada malo te va a pasar.-Susurré intentando calmarla.

Ella asintió mirando preocupada mi labio.

-Verónica: Te sangra.-Dijo mientras pasaba la yema de sus dedos por la zona, dolía pero yo no pude hacer otra cosa más que sonreír mientras la miraba.

-Verónica: ¿Qué pasa?.-Dijo extrañada.

-Yo: Que te quiero..-Dije despacio.

Ella me volvió  a abrazar, escondiendo su cara en mi cuello. Se me había olvidado donde estábamos y quién había detrás. La solté con delicadeza y volví a ver a Carlos que se recuperaba, se levanto con dificultad y nos miro a ambos.

-Carlos: Fuera de aquí, los dos.-Dijo dolorido.

-Verónica: Carlos..-Dijo entristecida.

-Carlos: No quiero veros, iros.-Volvió a decir sin compasión.

-Yo: Coge lo más imprescindible para esta noche, mañana vendremos a por el resto de cosas.-Ordené sin mirarla, observando a Carlos con frialdad.

Ella hizo caso y en una mochila metió varias cosas, yo me puse la camisa y la chaqueta como pude.

-Verónica: Ya.-Me aviso, yo le hice una señal para que bajase a esperarme en la puerta y así hizo.

Una vez solos me acerqué a Carlos que se encontraba apoyado en la pared.

-Carlos: Ganaste, te la llevaste.-Dijo sin mirarme.

-Yo: No gané nada, esto no es ningún juego.-Dije seco.

Él alzó la vista, buscando encontrarse con la mía.

-Carlos: Hazla feliz, por tu bien..porque te juro que a la próxima no vives para contarlo.-Dijo con rabia.

-Yo: No te vuelvas a acercar a ella.-Advertí y salí de allí lo más rápido que pude, Vero estaba  sentada en los escalones de la puerta, al verme se levanto con prisa.

-Verónica: ¿Qué paso?.-Dijo preocupada.

-Yo: Me aseguré de que estaba bien, sólo eso.-Dije para no preocuparla más.

La agarré de la mano con fuerza y caminamos hasta el furgón, la ayudé a subir y entré yo después. Antes de ponernos en marcha, mandé un mensaje a Liam para avisarlos de que iba con ella, que preparasen las cosas. Guardé el móvil en el bolsillo de mi pantalón y la miré, aún seguía asustada por todo lo que había pasado, lo notaba. Puse mi mano en su brazo y ella dio un respingo.

-Yo: Tranquila, vale?.-Dije lo más seguro que pude y ella asintió, acaricié su mejilla y coloqué las manos en el volante.

 Puse camino hasta el hotel, pensando en que pasaría a partir de ahora....