viernes, 12 de septiembre de 2014

Capítulo 107.

Narra Harry

No dejé de mirar a Niall mientras comiamos, se pasó todo el tiempo callado, y serio. No comió mucho tampoco, cosa rara en él, sabia que lo de Víctor le iba a afectar, ellos hicieron muy buenas migas desde el principio.

Estábamos esperando que me dieran la comida para Vero.

-Saldré a fumar a la puerta, me esperais?-Dijo Zayn rompiendo el silencio.

-Yo te acompaño, necesito tomar aire.-Se pronunció Niall.

-Niall tengo que hablar contigo.-Dije mientras me entregaban la comida y pagaba.

Finalmente salimos todos a la puerta mientras Zayn fumaba, yo me aparté un poco con Niall.

-Tienes que animarte, ver a Victor en ese estado no es..ni agradable ni nos lo esperábamos pero se pondrá bien.-Dije poniendo mi mano en su hombro y zarandeándolo brevemente.

El suspiró mientras negaba con la cabeza.

-Y si no? Victor no se merece eso que le pasó.-Sus ojos mostraban la impotencia en vivo, la impotencia de no poder hacer nada.

-Vamos Niall, el es un chico fuerte, se pondrá bien, seguro que si.-Dije convencido y el asintió algo apenado.

Lo abracé sin dudarlo un momento, parecía tan pequeño así. Di unas palmadas en su espalda.

-Gracias Harry.-Dijo mientras nos separábamos.

Volvimos con el resto y Zayn ya había terminado.

-Podéis ir a dar una vuelta o volver a casa y relajaros, porque si os ven por la calle se puede montar, ya bastante movida hay con lo del aplazamiento de la gira.-Suspiré.

-El medico nos dijo que no podíamos estar tantos en la habitación, lo mejor es que estéis tu y Vero y si ocurre cualquier cosa llámame de acuerdo?-Dijo Liam.

Yo asentí y los despedí para ver como montaban en el furgón y se iban, corrí a la habitación o sino la comida se enfriaría. Toqué dos veces antes de abrir pero no hubo respuesta así que abrí, sonreí ante la imagen tierna que me encontré, Vero estaba recostada junto a Victor, y se había dormido, no me extraña. Cerré la puerta detrás de mi y caminé silencioso hasta la mesita que había allí, solté la bolsa con comida y me senté en el sillón, observando aquella imagen, saqué el móvil del bolsillo trasero de mi pantalón y fotografié aquel momento, cuando Victor despertase se alegraría de verlo.

Narra Vero

Un pequeño ruido me hizo abrir los ojos con lentitud, encontrandome con esa perfecta sonrisa que tan feliz me hacia frente a mi. Sonreí y froté mis ojos para incorporarme con cuidado sin lastimar a mi hermano.

-Lo siento me dormí, llevas mucho rato ahí?-Dije rascando mi nuca.

-El que sea necesario, por ti.-Sus ojos verdes me miraron tranquilos.

-Y eso?-Dije señalando una bolsa que se encontraba en la mesa.

-Tu comida, ya estas tardando en comer.

Fui a abrir la bolsa y un aroma embriagador salia de ella.

-¡Chocolate caliente y galletas!-Di un pequeño grito y el rió.

....

-Ven aquí pequeña.-Dijo indicandome con sus manos que me sentara sobre sus piernas.

Fui hasta el y me coloqué sobre sus piernas, el coló uno de sus brazos por mi espalda y agarró mi cintura con firmeza.

-Te quiero tanto.-Susurré mientras sus verdes ojos me miraban con ternura, de una manera que hacia que todo lo negro se volviera de color.

-Y yo a ti, siempre voy a estar a tu lado para cuidarte, no lo dudes.-Apartó un mechón de mi pelo tras mi oreja, segundos después llevo su mano hasta mi mejilla, empezó a hacer círculos con la yema de sus dedos produciendome la mejor de las sensaciones. Cerré los ojos disfrutando de aquello.

Sus labios encajaron en los mios, un suave y largo beso me abordó en aquel instante lleve una de mis manos a su nuca, mientras el acariciaba mi cintura con delicadeza, yo agarré alguno de sus rizos entre mis dedos y el dio un gruñido, que resonó por todo mi ser.

Terminamos con un reconfortable abrazo, enterré mi rostro en su cuello, aspirando su olor, llenándome de él.

El sonido de su móvil interrumpió aquel momento, me separé de el que bufó mientras lo cogía. Después de pocos minutos hablando colgó y su mirada mostraba descontento.

-Que ocurre?-Dije preocupada.

-Tengo que irme.-Dijo con enfado.

-¿Cuando vuelves?

-Tranquila, estaré aquí para pasar la noche de acuerdo? Si necesitas cualquier cosa solo tienes que llamarme. Me tengo que reunir con los chicos y con el equipo.

-Esta bien.-Sonreí y di un corto beso en sus labios.

Nos levantamos y después de despedirlo me acerque hasta la ventana de la habitación, perdiendo la mirada en un punto fijo.

El resto de la tarde, la pasé pendiente de mi hermano, leyendo  alguna revista y rezando para que despertase.

La enfermera se acaba de ir, había venido a cambiar el suero, tomarle la tensión y ver que todo iba normal. Cogí el móvil y marqué el número de mi madre, le diría que  todo estaba igual. Un gruñido proveniente de aquella habitación hizo que mi móvil cayera al suelo, volteé y vi que era mi hermano, corrí hasta el  y agarré una de sus manos.

-Despierta Víctor, por favor.-Dije entrecortada mientras apretaba su mano con fuerza, las lágrimas comenzaron a caer sin freno, sus ojos aun cerrados comenzaron a temblar, como queriendo abrirse.

-Vamos grandullón, te necesito aquí.-Sollocé, de repente noté una pequeña fuerza en mi mano, mire hacia esta y vi como sus dedos intentaban apretar mi mano, sonreí mientras alguna lágrima caía en nuestras manos. Con la otra libre acaricié su mejilla, sus ojos se abrieron con pesadez y lentitud, volví a ver sus ojos azules que me miraban mientras no dejaba de parpadear,  comencé a llorar con mas fuerza mientras me inclinaba a abrazarlo, su mano intento colocarse en mi espalda pero no tuvo la fuerza suficiente. Me incorporé sin hacerle daño.

-Sabia que no me ibas a dejar, lo sabía.-Sollocé.

-N-No llo-llores.-Dijo en un hilo de voz, haciendo fuerza para hablar.

-No hagas fuerza, tranquilo.-Dije secando alguna de mis lágrimas.

Se quejó mientras hacia el intento con su mano de llegar hasta mi mejilla, me incliné sobre esta facilitándole el camino y cerré los ojos mientras alguna lágrima caía y disfruté de su tacto,  movió despacio su pulgar y acarició mi rostro. Agarré su mano y di un fuerte beso en esta, para dejarla caer en la cama con cuidado.

-No debes de hacer esfuerzos, iré a llamar al médico, vuelvo enseguida.-Dije y salí corriendo de allí.

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